El alcalde y el arzobispo se muestran dispuestos a colaborar para resolver los problemas de los ovetenses, después de polémicas como el IBI o los recortes de Semana Santa
29 may 2016 . Actualizado a las 18:52 h.El Ayuntamiento de Oviedo y el Arzobispado liman asperezas. El arzobispo de la diócesis, Jesús Sanz Montes y el alcalde de la ciudad, el socialista Wenceslao López, han resaltado que «no existe ningún desencuentro» entre la Iglesia y la corporación municipal, que mantienen una «buena y cordial relación». Han asegurado que son dos instituciones que se respetan mutuamente y que están obligadas a entenderse porque tienen que solucionar problemas de los ciudadanos que les incumben a ambos. Estas declaraciones se han realizado durante la tradicional degustación de las Fresas del Corpus Christi, que ofrece el Gobierno local, acto al que ha invitado al arzobispo y a otros miembros del Cabildo.
Antecedentes
Las relaciones entre el consistorio y la Iglesia durante este primer año de gestión del tripartito han pasado por algunos momentos críticos. Uno de los primeros se produjo cuando el concejal de Economía, Rubén Rosón, adelantó la intención del Gobierno local de cobrar a la diócesis el IBI de todos aquellos edificios de su propiedad que no están destinados al culto, desde parcelas a inmuebles que pueden estar vacíos o en alquiler. Esta idea, que se ha encontrado con obstáculo de tipo legal, causó malestar en el Arzobispado. Ya antes el Gobierno local había manifestado su intención de no participar de forma oficial en actos de carácter religioso, al margen de que a nivel particular algún edil pueda hacerlo.
Otro motivo de fricción en este primer año de mandato se produjo, precisamente, por el intercambio de invitaciones entre instituciones. Si el ayuntamiento paga las Fresas del Corpus, el Arzobispado hace lo propio con el Caldo de Ramos. Esa era la teoría, porque lo cierto es que desde la etapa de Gabino de Lorenzo al frente de la Alcaldía, el consistorio lo pagaba todo y hasta ponía el local. Este año el Gobierno local ha devuelto las cosas a su punto de origen. El Caldo de Ramos se celebró en la Catedral y no en Trascorrales y lo pagó la Iglesia y no el consistorio. Wenceslao López no acudió a la celebración eclesiástica pero sí al ágape. Hoy López ha devuelto el agasajo con las Fresas.
El encuentro tuvo lugar con cordialidad. Lejos parece queda atrás también la polémica por la Semana Santa, después de que el tripartito recortar la partida con la que se financiaba desde la cartelería a la megafonía, cedía el balcón municipal y pagaba horas extras a funcionarios de los cuerpos de seguridad para salir en las procesiones.
Declaraciones
El arzobispo ha indicado que las Fresas del Corpus han sido un pretexto «que, si bien no es para firmar un convenio, sí sirve para poner cercanía y estrechar las manos» entre ambas instituciones. «Evidentemente hay temas en los que las perspectivas cambian por parte del ayuntamiento, que es como es cada cuatro años, y por parte de la Iglesia. Pero no son perspectivas que rivalicen y se contrapongan sino que a veces se complementan y es un arte el saber complementarse», ha manifestado Sanz Montes. «Los desencuentros son más bien en los medios de comunicación que en la realidad. Hay un mutuo respeto porque además tiene que ser así», ha insistido Wenceslao López
Antes del encuentro, se ha celebrado la procesión de los niños. Debido a la lluvia ha tenido que organizarse dentro de la Catedral y no por las calles de Oviedo. En el acto, han estado presentes concejales del PSOE, de IU y de Somos, así como ediles del PP con su portavoz, el exalcalde Agustín Iglesias Caunedo, a la cabeza.
Solidaridad con los refugiados
El arzobispo ha aprovechado la ocasión para tener un recuerdo con los miles de refugiados que huyen de la guerra y ha hecho un llamamiento a la solidaridad con aquellos que buscan un hogar. «Tenemos un reto que te abre las carnes. Pretender adorar a Jesús sin comulgar con esta gente sería haber entendido mal la religión», ha dicho Sanz Montes, para quien es «del todo insuficiente el goteo» con el que se está dando respuesta a la situación. Sus palabras las ha compartido el alcalde, que ha lamentado el «olvido» de esas personas que tan mal lo están pasando y las «barreras insalvables» que a veces suponen la burocracia.