El ayuntamiento formaliza la cesión a una empresa de la gestión de las instalaciones, una decisión apoyada por PSOE e IU que disgusta a Somos
29 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque ha habido otros tropezones, los únicos hoyos que causado una caída en la unidad del gobierno tripartito de Oviedo durante sus más de doce meses de existencia son los del campo de golf de Las Caldas. Con la publicación en el Bopa de la adjudicación del nuevo contrato de gestión a una unión temporal de empresas formada por FCC y Eulen, la tramitación administrativa llega a su fin dos meses después del encontronazo en una junta de gobierno que puso al descubierto las discrepancias de Somos ?uno de cuyos concejales se ocupa del área de Deportes del ayuntamiento? con PSOE e IU sobre las condiciones del concurso. Las bases del pliego, una herencia del PP, que las dejó redactadas antes de su derrota electoral de 2015, contemplan dejar en manos privadas el día a día de las instalaciones durante 15 años a cambio de un canon que reportará a la hacienda municipal más de 853.000 euros en ese periodo de tiempo. Somos intentó frenar la adjudicación a última hora para promover el regreso del campo a manos públicas, pero sus socios lo impidieron con sus votos después de argumentar que el proceso estaba tan avanzado, que anularlo solo serviría para poner en riesgo los empleos de la veintena de trabajadores que cuidan del complejo.
Desde aquellas enconadas sesiones de mediados de abril, el tripartito ha dejado el asunto en segundo plano, pero los usuarios ya saben que la gestión seguirá en manos privadas. Somos se opone al modelo de gestión tanto por cuestiones políticas ?en la directiva del club con base en Las Caldas hay nombres vinculados al PP? como económicas: considera el canon demasiado bajo para un periodo tan largo y cuestiona que, además, el ayuntamiento se comprometa a subvencionar con 250.000 euros las inversiones de dos millones de euros en mantenimiento y mejoras que se se exigen al contratista.
PSOE e IU, sin embargo, defienden la culminación del procedimiento administrativo. Molesta con las críticas del concejal de Hacienda, Rubén Rosón, a la pérdida de patrimonio municipal, la socialista Ana Rivas recordó tras aquella sesión que el expediente y el pliego de contratación estuvieron diez meses sobre la mesa del responsable de Deportes sin que su partido expresara ninguna objeción. Por parte de IU, Cristina Pontón coincidía y expresaba la preocupación de su grupo por evitar despidos.
La necesidad de renovar la gestión del campo de golf procede del desencuentro final del PP con Urbaser, la anterior adjudicataria. La empresa logró en su momento las concesión por 40 años tanto de los tees y los greens de Las Caldas como del polémico centro ecuestre El Asturcón, remunicipalizado esta misma primavera. Las desavenencias entre la contratista y el ayuntamiento nacieron sobre todo en el hípico, cuyas instalaciones sobredimensionadas y con defectos de diseño resultaron un mal negocio. A principios de 2015, el consistorio, gobernado aún por Agustín Iglesias Caunedo, decidió rescindir el contrato y reclamar a Urbaser más de 100.000 euros por el abandono y la falta de mantenimiento de El Asturcón. El campo de golf resultó una baja secundaria de aquel enfrentamiento. Obligado a decidir si recuperaba su control o volvía a sacarlo a concurso, el PP se decidió por la opción privatizadora y el tripartito solo volvió a plantearse el dilema cuando ya no quedaba tiempo para darle muchas vueltas.