Agustin de Luis, trasladado a la cárcel lucense de Monterroso por seguridad

EFE REDACCIÓN

OVIEDO

De Luis, abandonando su domicilio
De Luis, abandonando su domicilio Alberto Morante

El exjefe de la Policía Local de Oviedo ingresó el pasado jueves en la cárcel de Villabona para el cumplimiento de la pena de 2 años y 7 meses de prisión impuesta por ocultar el atestado policial de un atropello

28 jul 2016 . Actualizado a las 13:53 h.

Instituciones Penitenciarias ha trasladado esta mañana al excomisario jefe de la Policía Local de Oviedo Agustín de Luis de la prisión asturiana de Villabona, donde ingresó hace una semana, a la lucense de Monterroso, que cuenta con una unidad específica para internos procedentes de las fuerzas de seguridad.

El abogado de De Luis, Fernando de Barutell, ha explicado que el traslado se ha realizado a iniciativa de Instituciones Penitenciarias para garantizar una mayor seguridad del excomisario de la Policía Local de Oviedo. Agustín de Luis ingresó el pasado jueves en la cárcel de Villabona para el cumplimiento de la pena de 2 años y 7 meses de prisión impuesta por ocultar el atestado policial de un atropello, tras su reciente confirmación por parte del Tribunal Supremo.

Su abogado ha apuntado que ya prepara un nuevo recurso después de que la Audiencia Provincial rechazara los que solicitaban la suspensión condicional de la condena y la suspensión por previsible solicitud de indulto. De Barutell tiene previsto trasladarse esta tarde a la prisión lucense para ver a su representado e informarle de los últimos trámites procesales.

La orden de ingreso en prisión de De Luis llegó después de que el Tribunal Supremo confirmara la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Oviedo. El Supremo estimó un aspecto del recurso de De Luis, sin que afectara a la pena impuesta. La sentencia de la Sala II ratificó la condena de la Audiencia a De Luis por delitos de infidelidad en la custodia de documentos, encubrimiento y omisión del deber de perseguir delitos, en relación a un atestado por atropello y delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicos.

Los hechos ocurrieron en enero de 2012, cuando el entonces comisario recibió en las dependencias de la Policía Local a una persona cuya furgoneta estaba inmovilizada en el depósito municipal por sendos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y otros por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia, además de haber atropellado a un peatón aunque sin causarle lesiones aparentes.

El tribunal entendió que De Luis, para favorecer al propietario de la furgoneta, dio las órdenes para que el atestado, que estaba en el mostrador de instrucciones en el interior de la correspondiente carpeta para su preceptiva salida al Juzgado de Guardia, quedase fuera del alcance de los instructores y no fuese remitido al Juzgado, «impidiendo de este modo cualquier posibilidad de investigación de los hechos a que se refería».