La contratación del escenario de La Catedral se ha puesto en marcha mediante trámite de urgencia de siete días hábiles
14 ago 2017 . Actualizado a las 19:50 h.La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) ha decidido después de su última reunión renunciar a la gestión de los cuatro chiringuitos nuevos y de las catorce casetas que formarán parte de las fiestas de San Mateo 2017. Estas adjudicaciones recaerá en el Ayuntamiento de Oviedo, que abrirá un concurso abierto a solicitudes que serán valoradas por el propio consistorio. La renuncia de la SOF se debe a la denuncia que el PP interpuso el año pasado sobre estas adjudicaciones, y cuya sentencia determinó que una sociedad privada como la SOF no puede gestionar el espacio público.
Las zonas que la SOF renuncia a gestionar son la Corrada del Obispo y el Campillín, donde se instalarán los cuatro chiringuitos, reservados a asociaciones sin ánimo de lucro, y la zona de El Bombé, lugar reservado para las catorce casetas de empresas profesionales dedicadas a la hostelería. En cualquier caso, el número de establecimientos es el máximo permitido, pero solo se alcanzará a cubrir el 100% si hay suficiente número de solicitudes aptas.
Lo que sí organizará la Sociedad Ovetense de Festejos son los chiringuitos tradicionales, los conciertos y el escenario de La Catedral. Según el vocal del PSOE en la SOF, Diego Valiño, no debería haber problemas de tiempo para que estas nuevas instalaciones luzcan en estas fiestas de San Mateo, aunque «todo dependerá de que las solicitudes cumplan los requisitos del ayuntamiento».
Sobre la contratación del escenario, se ha puesto en marcha un trámite de urgencia que contará con siete días hábiles a partir del miércoles, con lo que el 25 de agosto será el último día para que las empresas interesadas presenten sus proyectos a concurso público. El propio Valiño se muestra también tranquilo con este tema ya que «el año pasado concedimos la adjudicación tres días antes de las fiestas, este año aún queda un mes. Vamos con tiempo».
Reunión tensa
La reunión ha estado cargada de tensión, especialmente por el intercambio de pareceres entre Valiño y la vocal del PP, Belén Fernández, a quien el vocal del PSOE ha acusado de airear sus disconformidades en la prensa y no en la Junta de Gobierno. Fernández acusó a la SOF de conceder las adjudicaciones a «amiguetes», lo que para Valiño constituye «una acusación de corrupción. El proceso fue el más transparente de la historia de la SOF, algo que no existía cuando ella era quien dirigía la asociación». Por su parte Fernández dijo tener «la conciencia muy limpia de su paso por la presidencia de la SOF».