El acusado de asesinar a una joven ovetense en Melilla: «No quería matarla, solo quería que no gritara»

La Voz REDACCIÓN

OVIEDO

Juzgados Oviedo

La Fiscalía pide una pena de 26 años de cárcel

01 jun 2018 . Actualizado a las 16:44 h.

El hombre acusado de matar a una joven ovetense, su expareja y madre de su hijo, asfixiándola en Melilla en julio de 2016, y para el que la Fiscalía pide una pena de 26 años de cárcel, ha defendido hoy que la agarró por el cuello «para que no gritara» y que en ningún momento quiso acabar con su vida.

Durante su interrogatorio, A.A. ha explicado que su intención era «taparle la boca», pero debido a un forcejeo y a la agresividad de la misma acabó con la mano en el cuello, aunque no recuerda la fuerza con la que lo hizo, y a día de hoy sigue preguntándose «cómo pudo pasar».

El acusado ha relatado que, tras agarrarla, la mujer se desvaneció, creyendo que estaba desmayada, pero en ningún caso muerta.

Fruto del nerviosismo, y al ver que no reaccionaba, decidió apoyarla junto a una jardinera e ir en busca de ayuda, ya que su teléfono móvil tenía una tarjeta con número marroquí, que no funcionaba en España, y el de la víctima estaba sin batería.

Respecto a la discusión, ha declarado que comenzó por un problema de dinero mientras paseaban por la playa, donde pasaron «todo el día».

Además, ha negado que llevase a la víctima a una zona apartada y oscura de la playa, repitiendo en varias ocasiones que horas antes la zona estaba «llena de gente haciendo barbacoa».

A.A. ha insistido en que la víctima se puso «muy agresiva», amenazándole con llamar a la policía, algo que iba a meterle en problemas, ya que tenía una orden de alejamiento sobre ella y había cruzado la frontera con documentación falsa, ya que había sido deportado a Marruecos.

Por este motivo, acordaron que ella viajaría a Melilla con el pretexto dado por él de que desde allí viajarían juntos hasta Tánger para que el niño conociera a su familia paterna.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha acogido hoy la celebración de la vista oral contra el acusado de matar a su expareja, y madre de su hijo, en Melilla en julio de 2016, y para el que la Fiscalía pide una pena de 26 años de cárcel y el pago de indemnizaciones por 346.000 euros.

El Ministerio Público atribuye al procesado los delitos de asesinato, con las agravantes de parentesco, discriminación por razón de género y aprovechamiento de las circunstancias de lugar, así como un delito continuado de quebrantamiento de condena y otro leve de hurto.

Al comienzo de la sesión, el acusado se ha negado a quitarse la capucha con la que ocultaba su rostro, a pesar de la orden del juez, y han sido los agentes que le custodiaban los que han tenido que retirársela a la fuerza, al no atender a las recomendaciones y peticiones de su abogado.

Por este motivo, los agentes han decidido no retirarle los grilletes durante el interrogatorio.

El acusado, de nacionalidad marroquí, mantuvo con K.P.M., de 22 años, una relación de pareja durante aproximadamente un año y medio, con convivencia en Oviedo, fruto de la cual nació un hijo en septiembre de 2015.

El hombre fue condenado en abril de 2016 por un delito de violencia de género (lesiones y amenazas) contra la mujer, a once meses de prisión (una pena que le fue suspendida) y a dos años y tres meses de alejamiento.

El procesado fue expulsado a Marruecos el 31 de marzo de 2016 y desde allí mantuvo contacto con la mujer a través del teléfono y de las redes sociales pese a la prohibición de acercarse o comunicarse con ella.

El hombre y la mujer mantuvieron una fuerte discusión en la zona de las casetas militares del paseo marítimo de Melilla, en la que no había gente y la luz era escasa, circunstancias que según la Fiscalía el acusado conocía de antemano.

En su escrito, el Ministerio Público sostiene que el hombre, «con evidente intención de terminar con la vida de su ex pareja y aprovechando que la misma se había girado y le estaba dando la espalda», la agarró fuertemente por el cuello hasta que se aseguró de que ya no respiraba.

El acusado presuntamente abandonó el cadáver de K.P.M. en ese lugar, junto con su maleta y su bolso, dándose a la fuga con el bebé hasta que decidió entregarse a la Policía Nacional.

El hombre se encuentra en situación de prisión provisional sin fianza por esta causa desde el día 11 de julio de 2016.