Un menor de 13 años, sin escolarizar por la disputa de su custodia

Claudia Granda OVIEDO

OVIEDO

Casimiro González, el padre del adolescente
Casimiro González, el padre del adolescente

La madre del adolescente, residente en Madrid, se opone a que su hijo se matricule en Asturias

13 nov 2018 . Actualizado a las 18:31 h.

Hace casi dos meses que el hijo de Casimiro González se encuentra sin escolarizar. Una disputa entre los progenitores, residentes en dos autonomías diferentes, en torno a su custodia ha llevado a la Consejería de Educación del Principado de Asturias a dejar en suspenso su asistencia a las clases en el Instituto Aramo ante la negativa de la madre a dar la autorización para que continuara matriculado en Asturias.

Todo comenzó en septiembre, cuando González recibe una llamada de los vecinos del menor, residente en Madrid, alertándolo de que el joven había sido agredido por su madre. «El chaval se refugió en casa de unos vecinos con la cara llena de arañazos y magullado», cuenta el padre, que asegura que la progenitora acabó detenida después de agredir al adolescente. «No se ocupa del crío. En verano se le rompió la cadera en Asturias y en la prescripción médica le pedían reposo absoluto. Al volver a Madrid la madre lo obliga a iniciar el curso y vuelve a romperse la pelvis», explica González.

Su hijo comenzó las clases en el IES Aramo el pasado 14 de septiembre con el visto bueno de la Comisión de Escolarización Permanente, pero diez días después, la Consejería de Educación les informa de que no podrá volver al aula hasta que se conozca la resolución judicial. «La Consejeria se lava las manos para no meterse en problemas con el Juzgado y, mientras, es mi hijo el que esta pagando las consecuencias», lamenta su padre que denuncia la existencia de una laguna legal en estos casos. «¿Cómo es posible que siendo educación obligatoria mi hijo esté en casa con ganas de ir a clase?», añade.

Por el momento, el adolescente entrena con un equipo de fútbol. «Le he mandado para que pueda socializar», explica su padre, que asegura que su hijo no quiere saber nada de su madre. «Quiere pedir una orden de alejamiento contra ella, no quiere volver a verla», cuenta González.

«La situación es insostenible», sentencia el padre, que actualmente está pendiente de que se resuelva el caso por las dos vías a las que han acudido: la vía civil en un juzgado de Toledo y la penal por la denuncia de oficio que se tramita en Madrid. «A mi hijo se le margina sin ir a clase y no puede seguir en casa, no es tanto un problema de custodia que se resolverá en su momento, como de que tiene que estar escolarizado», zanja.