La Alianza Contra el Hambre y la Malnutrición, en colaboración con la Fundación Caja Rural, presenta una publicación sobre ayudas alimentarias
21 nov 2018 . Actualizado a las 13:09 h.Multiplicidad de ayudas, pérdida de autonomía de los beneficiarios y la posible cronificación de la pobreza. Estas son las principales debilidades de los sistemas de asistencia alimentaria actuales a los que la Alianza Contra el Hambre y la Malnutrición (ACHM-E) pretende hacerles frente. Así lo ha declarado esta mañana durante la presentación de la guía sobre ayudas alimentarias elaborada por la propia organización, con la colaboración de la Fundación Caja Rural. En el acto han intervenido el presidente honorífico de las ACHM-E, Alfonso Rodríguez; la concejala de Atención a las personas e Igualdad del Ayuntamiento de Oviedo, Marisa Ponga; y Andrea Suárez, coautora de la guía.
Este manual ofrece, bajo el nombre de «La ayuda alimentaria a debate», una serie de recomendaciones para la acción sobre los sistemas de asistencia alimentaria. La publicación nace del IV Encuentro nacional celebrado el pasado año en León, donde un total de 26 profesionales de los ámbitos de empresa, administraciones públicas, sociedad civil y educación se reunieron con el objetivo de analizar y reflexionar sobre las ayudas alimentarias en España.
«Estas ayudas siguen siendo muy necesarias a pesar de ser una sociedad avanzada», explicaba Andrea Suárez, y aseguraba que el rostro de la pobreza en España tiene muchas caras. «El hambre llega a familias con trabajo, familias monoparentales. No solo a las personas sin hogar». Por ello, asegura, es necesario analizar las causalidades que llevan a las personas a este tipo de situaciones, como la pérdida al derecho a la vivienda o a una formación adecuada.
«Desde la Alianza se pretende que este problema se rebaje. Que los beneficiarios de estas ayudas dejen de serlo y, sobre todo, que se empoderen», afirma. Para ello, es crucial la coordinación de los agentes que intervienen y analizar las principales problemáticas, como es el caso de la donación de productos frescos. «Existen muchas dificultades a la hora de realizar este tipo de donaciones por la urgencia de la entrega. Pero son necesarios para una buena nutrición», asegura Suárez. Y es que el hambre por falta de alimentos no es lo único a lo que hay que hacer frente hoy en día. «El hambre oculta es otro grave problema al que hay que plantar cara. Muchas familias reciben una baja calidad nutricional en sus menús». Algo que favorece la obesidad, un grave problema en la sociedad española.
La Alianza Contra el Hambre y la Malnutrición esta compuesta por el Gobierno del Principado de Asturias; los Ayuntamientos de Avilés, Gijón, León, Oviedo y Tineo; las Universidades de León y Oviedo, y las fundaciones y asociaciones AECOC, Cooperativas Agro-alimentarias del Principado de Asturias, COGERSA, Fundación Alimerka, Fundación Banco de Alimentos de Asturias, Fundación CEPA, Fundación del Transporte Sanitario de Asturias y la Red de Desarrollo Rural (READER).