El acusado reconoce los hechos y acepta una condena de un año y tres meses de prisión
29 ene 2019 . Actualizado a las 12:42 h.Un acusado ha reconocido que allanó la casa de una compañera, trabajadora social, y colocó cámaras en su domicilio de Oviedo para espiarla, hechos que le han sido perdonados ya por la víctima y por los que ha aceptado una condena de un año y tres meses de prisión.
El hombre ha ratificado la conformidad alcanzada con la Fiscalía el pasado mes de diciembre conforme al protocolo de actuación para Juicios de Conformidad. El acusado ha admitido que, a mediados del mes de octubre de 2017, estaba empleado en Oviedo, en el mismo lugar que la víctima, una trabajadora social y, él, aprovechando esta circunstancia, logró hacer una copia de las llaves de su casa.
Así, según el relato fiscal, en días posteriores, entró en varias ocasiones en la vivienda de la mujer y, el día 13 de noviembre de 2017, colocó sin su consentimiento tres cámaras, una oculta en la parte trasera del armario del dormitorio, y las otras dos en el cuarto de baño, detrás de un armario y en la esquina del espejo, informa la agencia EFE.
Para sujetarlas, utilizó cinta aislante y el mismo día, sobre las diez de la noche, acudieron a casa de la mujer agentes de Policía, llamados por la víctima, y ocuparon los dispositivos electrónicos, que contenían tarjetas de memoria con diferentes archivos donde se observaban imágenes de ella, en el dormitorio y en el baño. La Fiscalía ha asegurado que no consta que el acusado hubiera tenido acceso aún a las grabaciones.
La mujer, tras denunciar los hechos, y una vez iniciado el procedimiento, compareció en el Juzgado y renunció a toda acción que pudiera corresponderle por estos hechos, tanto civil como penal, perdonando al acusado. Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito continuado de allanamiento de morada en concurso medial con un delito contra la intimidad, descubrimiento y revelación de secretos, en grado de tentativa.
El acusado ha aceptado ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial un año y tres meses por el primer delito, sin que proceda imponerle pena alguna por el delito de descubrimiento y revelación de secretos, dado el perdón de la ofendida.