¿Será el siglo XXI el siglo de la mujer? No tengo la bola de cristal a mano, pero hay que dar los pasos para conseguirlo. Para visibilizar a la mujer, para buscar la igualdad, denunciar el machismo, la violencia, la explotación en diferentes ámbitos, para alcanzar el poder, para todos esos objetivos y más es necesario dar una batalla diaria, sin descanso. Este número de Ovetenses, el bimestral en papel de lavozdesasturias.es, está dedicado íntegramente a la mujer. Hablamos de ellas y con ellas, reflexionamos sobre las políticas de género, sobre el feminismo, sobre la vida diaria, los esfuerzos laborales y familiares, sobre las profesiones y retos de las ovetenses en un momento en el que la conciencia de ser mujer es un estallido. Una eclosión intergeneracional que se aprecia a simple vista en las manifestaciones o en las concentraciones reivindicativas en Oviedo: mujeres jóvenes o maduras, sin distinción de edad y con el objetivo de superar el pasado. Siglos de sumisión y de opresión, incomprensible a estas alturas. La causa de la mujer se convierte así en una de las grandes causas del mundo junto a otras como la lucha contra la pobreza o la devastación del planeta. Una batalla por los derechos: en algunos países (del primer mundo) por romper el techo de cristal en empresas o política; en otros países menos privilegiados las mujeres solo aspiran (de momento) a ser (mujer) o visibilizarse. La mitad del cielo, la mitad de la tierra y la mitad del poder: un lema de inspiración maoísta que es ya un viejo objetivo que ha ido cuajando paso a paso en la sociedad y Oviedo no es una excepción. En la ciudad de Ana Ozores, la mujer que quiere ser libre y no consigue serlo, la mujer oprimida que no consigue realizarse, la mujer coaccionada por la religión, subyugada por el hombre, se vive ya en femenino y plural. La Regenta, la primera novela feminista en España, es un eco de la gran literatura universal. Ahora toca escribir otra historia.