Así se convirtió el Carbayón en un símbolo ovetense

claudia granda OVIEDO

OVIEDO

El Carbayón
El Carbayón

El mítico roble que dio nombre a los ciudadanos fue derribado en 1879 tras casi 600 años de vida

01 abr 2019 . Actualizado a las 09:36 h.

«Cayó el negrillo, pero el Carbayón no caerá tan fácilmente: es el árbol secular y sagrado de la ciudad, testigo de todos los acontecimientos de nuestra historia, que, a más vivir con la savia de esta madre tierra, parece que vive con la savia de recuerdos antiguos y de nuestro cariño. Allí está; al extremo del Campo, tocando el pueblo de quien es patrono». Así describía Fermín Canella, cronista asturiano, lo ocurrido en noviembre de 1865 en la ciudad. Un vendaval azotó Oviedo y se llevó por delante más de una treintena de árboles del Parque San Francisco. 

Uno de los que acabaron en el suelo fue el Negrillo, otro árbol muy querido por los ovetenses. El gran aguante del Carbayón y su resistencia al vendaval hizo que los ciudadanos valorasen aún más su presencia en la ciudad. El árbol se había convertido en el símbolo de la ciudad. Pero por aquel entonces la ciudad se encontraba en pleno crecimiento y en 1874 se construyó la estación de tren a un kilómetro del centro de la ciudad. 

Un nuevo proyecto para unirlos dio lugar a la calle Uría, abierta ese mismo año, y la calle Fruela, abierta en 1880. Ambas calles bordeaban el extremo inferior del Parque San Francisco y dejaban aislado al Carbayón, que impedía una buena circulación en la calle Uría. Cinco años más tarde de la inauguración de esta calle, el 15 de septiembre de 1879 el ayuntamiento de Oviedo se reunió tras la recomendación de uno de los jardineros municipales: la mejor opción era talarlo. Esta discusión dividió a ciudadanos y a políticos. Los más progresistas votaron por llevar a cabo la tala mientras que los conservadores preferían mantenerlo en pie. 

Finalmente, el 2 de octubre de ese año comenzó la tala, que duró alrededor de tres días. El Ayuntamiento sacó a subasta el derribo del árbol y fue otorgado por el montante de 192 pesetas. El Carbayón dejaba así un hueco en la ciudad y en los corazones de los ovetenses. En el momento de la tala el árbol medía 9 metros de circunferencia base, 30 de altura, y 38 metros de circunferencia de la copa. Tras su derribo se comprobó que el Carbayón se encontraba graveente enfermo y se le calcularon entre 500 y 600 años de edad.

Setenta años más tarde, en marzo de 1949, el ayuntamiento decidió colocar una placa conmemorativa en el lugar en el que tantos siglos se había situado el mítico árbol. «Aquí estuvo durante siglos el Carbayón, árbol simbólico de la ciudad, derribado el II de octubre de MDCCCLXXIX. La Corporación municipal acordó el XXIV de marzo de MCMXLIX la colocación de esta placa que perpetúe su memoria», reza la placa.

El 11 de febrero 1950 se plantó un nuevo roble procedente de Monte Redondo en la plaza anterior del Teatro Campoamor, al que se le llamó «el Carbayín». La placa que lo acompaña dice lo siguiente: «Como continuador de aquel árbol simbólico que no dio el título de carbayones, el Ayuntamiento plantó este roble el día XI de febrero del año de gracia de MCML». Pero este no hundió sus raíces lo suficiente y fue sustituido por uno nuevo procedente de Paniceres, con cientos de raíces el 23 de abril de 1970.