«La lucha por la igualdad tiene que ser una cuestión de Estado»

Raúl Álvarez REDACCIÓN

OVIEDO

Movimiendo Democrático de Mujeres en una protesta por la igualdad
Movimiendo Democrático de Mujeres en una protesta por la igualdad TOMÁS MUGUETA

El Movimiento Democrático de Mujeres considera que en Oviedo «falta un espacio público donde organizar las charlas y las asambleas»

01 abr 2019 . Actualizado a las 11:27 h.

Del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) partió en 2017 la denuncia contra el youtuber que acosaba a chicas en Oviedo para grabar vídeos. Ese gesto, con toda la notoriedad periodística que atrajo, es solo una parte muy pequeña del trabajo desarrollado por una organización implantada en toda Asturias y con fuerte presencia en la ciudad. «Nuestro lema es tejer redes y acercarnos a otros colectivos, organizar charlas y mesas redondas para explicarnos nuestro trabajo y conocernos entre nosotras», explica Alejandra Matallanas, una de sus activistas. Para ella, «la lucha por la igualdad tiene que ser una cuestión de Estado». Solo en los últimos meses, por esos encuentros han pasado las kellys, las mujeres saharauis, algunas dinamizadoras del feminismo en la Universidad de Oviedo y la abolicionista de la prostitución Amelia Tiganus.

Matallanas cree que el feminismo ha tomado impulso en toda Asturias y Oviedo no es ninguna isla en ese panorama. En sus actos siempre hay mucha asistencia, pero nada de lo anterior significa que el trabajo esté hecho. A su juicio, aún hay pocos colectivos sociales implicados en sus reivindicaciones y Gijón da la sensación de ir por delante. «Nos falta un espacio público donde organizar las charlas y las asambleas. Sería estupendo algo como la Casa de Encuentros que Gijón sí tiene, un lugar compartido por todas, desde las asociaciones de amas de casa a las feministas», apunta. Como objetivo más inmediato, factible y asumible con un presupuesto menor, el MDM propone la extensión a las fiestas de los barrios, empezando por las más frecuentadas, las de Fitoria, Montecerrao o La Florida, el esquema de San Mateo y la apertura de puntos violeta que den seguridad a las mujeres y donde puedan denunciarse agresiones sexuales amparadas en ese ambiente festivo.

Esa campaña de San Mateo, añade Matallanas, es un buen ejemplo de cómo conseguir cosas. Nació fuera del Ayuntamiento y fueron las asociaciones las que la introdujeron en la agenda política. El MDM también tiene muchas expectativas puestas en el Plan de Igualdad, pero es tan ambicioso en su alcance que se reserva su evaluación hasta ver si se cumple. Matallanas, en todo caso, cree que el municipal es solo uno de los ámbitos de la lucha por la igualdad, que en su opinión debe ser una cuestión de Estado para «atajar la violencia estructural, que sí existe».