Así ha crecido Oviedo en un siglo y medio

claudia granda OVIEDO

OVIEDO

Estos son algunos de los cambios que ha experimentado la ciudad desde 1853 hasta la actualidad

16 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Serías capaz de establecer exactamente los límites de Oviedo? En las últimas décadas la ciudad ha crecido considerablemente, han aumentado las edificaciones, los barrios de extrarradio y decenas de grandes fincas verdes han pasado a ser lugar de residencia para cientos de ovetenses. La evolución de la ciudad es evidente. Sobre todo para los más veteranos que vivieron un parque San Francisco con animales salvajes o tuvieron la oportunidad de subirse al tranvía cuando aún recorría las calles de la ciudad. Pero, ¿y si viajamos más atrás en el tiempo? ¿A qué se reducía la capital, por ejemplo, a mediados del siglo XIX?

El Catágolo de la Cartoteca del Instituto Nacional Geográfico Nacional recopila una serie de planos ovetenses que muestran claramente su evolución y crecimiento. El más antiguo data de 1853 y fue elaborado por Celestino Brañanova, Joaquín María Fernández, la litografía de la Fábrica de Trubia y J. Abruñedo para el Ayuntamiento de Oviedo. En él puede observarse con el centro neurálgico de la ciudad se sitúa en lo que ahora se conoce como el casco antiguo, dentro de la muralla medieval. En el callejero no solo puede verse la calle más antigua de Oviedo, la calle Carpio, sino que son varias las que mantienen su nombre a día de hoy. La calle de la Rúa, Santa Ana, del Sol o calle Oscura siguen intactas siglo y medio después. Al igual que las plazas de Trascorrales, Porlier o Riego.

Otras han cambiado de nombre con el paso de los años. La calle Jovellanos y la calle de Argüelles fueron en su día las calles Campo de la Lana y Tras la Cerca respectivamente. El Campo de San Francisco eran aún más grande que lo que es en la actualidad y la verde extensión iba más allá del Hospicio Provincial, actual Hotel de La Reconquista. Por aquel entonces ni siquiera existía la plaza de La Escandalera que, a pesar de ser uno de los lugares más representativos de la ciudad no existió hasta finales del siglo XIX.

Tampoco aparecía en el callejero la calle Uría. En su lugar estaba la calle de Las Dueñas hasta que, en proyecto fue aprobado por el ayuntamiento el 12 de noviembre de 1868. Se construyó en dos tramos, el primero se terminó en 1874 entre la estación y el campo de San Francisco y el segundo entre este parque y la calle Rosal se terminó en 1880. Lo que sí puede apreciarse en este mapa de Oviedo de 1853 es el acueducto de los Pilares, en funcionamiento por aquel tiempo y que duró hasta 1874. Su demolición tuvo lugar en 1915. Hacia el otro lado, más allá de El Campillín, que por aquel entonces ya se conocía por tal nombre, se encontraban las afueras de la ciudad y la carretera de Castilla. De barrios como Buenavista, La Ería o Ciudad Naranco no hay rastros, mucho menos de otros como La Corredoria o Ventanielles. 

La ciudad crece

En el plano de 1918 puede observarse un notable crecimiento de la ciudad, con una gran disminución de zonas verdes y la aparición de numerosas calles en la ciudad. La ciudad se había extendido más allá de las murallas. En él puede apreciarse la estación del Norte, inaugurada el 23 de julio de 1874. También se encuentran nuevas carreteras, como la que conecta la capital con Santander, o la aparición de nuevas zonas como La Argañosa.

En 1930 la ciudad ya se parece bastante más a ala actualidad. Aparecen la plaza América o calles como Matemático Pedrayes o Gil de Jaz. Oviedo es el doble de los que era en menos de un siglo. También surgen barrios como el de Pumarín, la Colonia Astur y Ciudad Naranco. Durante los ochenta años siguientes que ha vivido la ciudad, ha experimentado un cambio drástico donde los vehículos son los principales protagonistas, las zonas verdes se reducen en el centro de la ciudad y crece considerablemente el extrarradio. La Florida, Montecerrao, La Tenderina y el Parque de Invierno continúan expandiéndose hasta casi llegar a las fronteras ovetenses con otros concejos como Grado o Pola de Siero.