Carolina Puente, la joven con acondroplasia que inspira en redes sociales

claudia granda OVIEDO

OVIEDO

Carolina Puente
Carolina Puente

Esta ovetense residente en Madrid comparte en un portal feminista su vida condicionada por su discapacidad

29 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 26 años y acondroplasia. Pero a la ovetense Carolina Puente nada le para. Actualmente se encuentra en Madrid cursando el último año de Administración y Dirección de Empresas. A pesar de asegurar encontrarse con diversas barreras cada día, sus ganas de superarse a sí misma y su empeño por la normalización de su enfermedad llamaron la atención de uno de los portales feministas más conocidos, Freeda, donde le dedicaron un reportaje en su sección «Woman Crush On», en el que hablan de mujeres que inspiran a otras mujeres.

«Cuando contactaron conmigo a través de Instagram me alegré muchísimo por esta iniciativa y sentí un subidón enorme. Ya no de manera personal sino por darle tal oportunidad a nuestro colectivo», asegura la joven. Con el vídeo Carolina trató de demostrar que, a pesar de su discapacidad se encuentra en las mismas condiciones que el resto de personas. «No queremos que se nos imponga una etiqueta. Yo soy mucho más que una apariencia», afirma tajantemente.

Pero, ¿qué es la acondroplasia? «Es uno de los tipos más comunes de enanismo, en total hay aproximadamente unos 200 tipos. A día de hoy es la única discapacidad que genera burla», explica Puente que achaca esta situación a espectáculos como el «bombero torero» que, en sus palabras, denigran a la persona y a la condición. «No te ríes de un asperger, ni de un cojo. Tampoco del espectáculo, te ríes del chaval al que estas viendo porque no llega. Y yo me estoy intentando ganar un respeto cada día», cuenta y señala que existen discotecas en las que contratan a personas de su misma condición para realizar espectáculos que terminan desviando las miradas hacia ella. «Me miran, se ríen y al final terminan estropeándome la noche».

Una historia de superación

Carolina Puente se pasó diez años, desde los 13 hasta los 23, atada a una silla de ruedas y sin poder acudir regularmente a clase. Durante un década marcada por mucha medicación, operaciones y fisioterapia, fue la madre de esta ovetense la encargada de hacer que hoy en día sea quien es hoy. Así lo cuenta ella. «Mi madre es una santa, tiró ella sola del carro y nos crió a mi hermano y a mi además de sacar adelante un negocio», explica Puente que asegura que la familia tiene el papel principal en todo este proceso. «Era mi madre la que me obligaba a ser más independiente y gracias a ella soy capaz de desenvolverme sola en cualquier situación».

Otra parte fundamental en la vida de Puente es la Fundación Alpe Acondroplasia, con sede en Gijón y que da soporte a familias y afectados, por ejemplo, realizando campamentos, jornadas o documentales. Hace apenas unos meses la fundación visitaba el Parlamento Europeo y se reunía con los eurodiputados para hablar acerca de sobre los espectáculos «denigrantes». Un tema que llegó al Congreso y sobre el cual los grupos parlamentarios consideraban necesario realizar cambios normativos.

«De pequeña sufrí bullying. Aunque siempre pensaba "de esto se sale, tiene que haber una vida mejor por narices"», cuenta la joven. Y esa vida llegó. Tras la insistencia de su madre y su tío y después una complicación a raíz de una operación se vio en silla de ruedas en un Colegio Mayor de Madrid. «Venir a la capital supuso un cambio de vida completo», asegura Puente sonriendo. La mejor parte, sus amistades. La ovetense asegura que sus colegas olvidan en muchas ocasiones su condición, algo que le alegra por completo. «Me ofrecen ir al parque de atracciones, pretenden que cargue con garrafas de agua o no dejan la ducha a mi alcance. Pero que actúen así me gusta, es lo que pretendo», asegura.

«Los límites te los pones tú»

«Mi intención es que se normalice nuestra discapacidad», cuenta Puente que rechaza la discriminación negativa como la positiva. «Cuando el día de mañana me contraten quiero que lo hagan por mis capacidades y conocimientos, al igual que si me tienen que despedir», afirma. La joven se describe como una persona extrovertida y abierta pero lamenta que exista mucha gente de su misma condición que no hablan sobre el tema ni son conscientes de su enfermedad. Incluso que jamás se ha relacionado con otras personas con su misma discapacidad.

«Es fundamental que la familia incite a sus hijos con acondroplasia a que salgan y experimenten. Que no los aten, dejar que exploren», insiste Puente. Aunque que cuando habla de barreras puede enumerar decenas: datáfonos en supermercados, el pago del ticket de la zona azul, estantes altos, gasolineras, llaves de la luz... La lista puede ser interminable. Lo que tiene muy claro es que casi el 100% de ellos no la frenan en absoluto. «La condición me limita pero no me supone límites para lo que quiero hacer. Los límites te los pones tú».