«Ciudadanos está en condiciones de dar el sorpaso al PP en Oviedo»

OVIEDO

Ignacio Cuesta, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo
Ignacio Cuesta, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo Iván Martínez

Ignacio Cuesta, candidato de la formación naranja a la alcaldía, aspira a superar los 27.000 votos que el partido recibió en las pasadas elecciones generales en la capital de Asturias

16 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ignacio Cuesta es ambicioso. El candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo no se conforma con los casi 27.000 votos que su partido recibió en la ciudad en las pasadas generales y quiere más. Su objetivo es ser alcalde, y para ello propone un proyecto que, a su juicio, es el más completo de todos los que se presentan a las municipales. En su opinión, la formación naranja está en condiciones de dar el sorpaso al PP y ser la fuerza de centro derecha con más apoyos. Consciente de que será necesario pactar para formar gobierno, no pone líneas rojas, aunque deja claro que solo habrá acuerdos con «los que entiendan que hay que transformar la forma de funcionamiento de esta ciudad».

-Poco más de una semana para las municipales. ¿Qué sensaciones tiene?

-Somos muy optimistas. La verdad es que estamos muy ilusionados porque tenemos un proyecto extraordinario para transformar esta ciudad, para impulsarla hacia el futuro. Lo que estamos recogiendo durante todos estos días por el contacto con asociaciones, colectivos y particulares es una ilusión enorme por acompañarnos en este proyecto de cambio para Oviedo.

-Lleva semanas reuniéndose con asociaciones y colectivos, ¿qué quejas le transmiten los ovetenses?

- Básicamente todos entienden que la ciudad está paralizada, que no tiene actividad y que el ayuntamiento es un obstáculo para cualquier proyecto que se quiere poner en marcha. Demandan un cambio en esa forma de funcionar. Por eso los esfuerzos más importantes de Ciudadanos van dirigidos a lograr eso, a que se convierta en un ayuntamiento facilitador, que acompañe las iniciativas de asociaciones y particulares con la pretensión de que Oviedo se llene de gente y de actividad. Ese es nuestro objetivo.

-¿Cómo se consigue eso? La falta de personal en el ayuntamiento es una de las principales quejas del equipo de gobierno actual...

- Es una queja recurrente, de la misma manera que se quejan del compromiso de los funcionarios y también de las restricciones de la ley de contratos de las administraciones públicas. Pero eso es idéntico para todas las ciudades de España, en las que sí hay actividad, propuestas y proyectos de futuro. Hay que explorar las posibilidades que nos permite la ley en relación a la tasa de reposición, hay que explorar las posibilidades que ofrece la ley a la hora de contratar personal interino, hay que poner en marcha, como hemos propuesto, las encomiendas de gestión con entidades como la Cámara de Comercio. Además, hay que priorizar, y esto es muy importante, la reubicación de personal en las concejalías que tienen que ver con la atención a los particulares o las empresas en lugar de otras como la Participación Ciudadana, con mucha menos trascendencia para la ciudadanía. Así se solventarían los problemas actuales, pero sobre todo se lograría con un cambio radical de mentalidad y en la forma de funcionar del ayuntamiento. Nuestra oficina de dinamización económica es un ejemplo de cómo se puede llevar eso a cabo.

«Vamos a superar los 27.000 votos que obtuvo Ciudadanos en Oviedo en la generales»

-En las generales Ciudadanos obtuvo en Oviedo casi 27.000 votos, ¿se conformaría esos apoyos el 26-M?

- Indudablemente, no. Creemos que vamos a aumentar esos apoyos de forma muy notable. El proyecto a nivel nacional es de cambio y de ilusión, pero nosotros tenemos uno específico para Oviedo que creemos que va a concitar el respaldo de muchos más ciudadanos de los que concitó el proyecto nacional.

-Se quedaron a 291 votos del PP, ¿cree que están en condiciones de dar el sorpaso en la derecha ovetense?

- Sin ninguna duda, y eso es lo que nos traslada la gente. Estamos convencidos de que con un proyecto que mira al futuro, en lugar del PP, que mira permanentemente al pasado, los ciudadanos de Oviedo nos van a a dar su respaldo. Sin ninguna duda.

-¿Qué diferencia a Ciudadanos del PP en Oviedo?

- Muchas cosas. En Ciudadanos no reivindicamos una herencia, como hace el PP, que ha sido catastrófica para la ciudad. Esa política que lleva tan a gala el candidato popular de «vamos a construir para luego definir los usos» ha llevado a Oviedo a tener ejemplos tan clarificadores como el Calatrava, como el Asturcón, el spa del Naranco, el Silicon Valley de Ventanielles, el mercado de la Corredoria... Son esqueletos inutilizados y deudas millonarias que van a tener que pagar las sucesivas generaciones de ovetenses.

Esa es la herencia de una política que reivindica el PP con un proyecto que solo mira al pasado. Mientras nosotros nos planteamos dónde tiene que estar Oviedo en diez años. El único proyecto de futuro, sin ninguna duda, es el de Ciudadanos

-¿Y de Vox?

- Son muchísimas. Con Vox compartimos una idea similar de la unidad de España y de la lucha contra los extremismos y los populismos, pero discrepamos en muchas cuestiones que son nucleares. Los derechos de las minorías, nuestra vocación europeísta, nuestra defensa del estado de las autonomías, aunque haya que introducir reformas para que sean más eficaces, y discrepamos en una cuestión trascendental, el posicionamiento frente a la violencia de género. Ciudadanos entiende que es una violencia específica, concreta, que hay que tratar de forma singularizada. Entenderse con un partido que propugna la derogación de un instrumento que ha resultado tan eficaz como la ley integral de violencia de género va a resultar muy difícil.

«No ponemos líneas rojas. Hablaremos con todos aquellos grupos que entiendan que es necesario transformar la forma de funcionamiento de esta ciudad»

- No le gusta hablar de pactos pero para gobernar Oviedo necesitará apoyos. ¿Descarta rotunamente pactar con el PSOE?

- En Ciudadanos no ponemos ninguna línea roja. Somos conscientes de que habrá que hablar con los grupos municipales pero vamos a esperar a ver qué dicen los ovetenses. Luego hablaremos con todos aquellos grupos que entiendan que es necesario transformar la forma de funcionamiento de esta ciudad. Insisto en que será difícil hacerlo con aquellos que entienden que el rumbo de la ciudad es ahora el adecuado.

- ¿Se sentiría más cómodo en un gobierno con Vox como aliado que con el PSOE?

- Vamos a esperar a que hablen los ciudadanos. Todo lo demás no pasan de ser meras cábalas.

«Debemos cambiar el ayuntamiento obstáculo que es en la actualidad por un ayuntamiento facilitador»

- Para formar ese hipotético gobierno, ¿cuáles serían sus líneas rojas?

- En primer lugar, mirar hacia el futuro y no hacia el pasado. En segundo lugar, cambiar la forma de funcionar de este ayuntamiento y nuestra oficina de dinamización económica. Llevamos en el programa muchas propuestas para los diferentes sectores de actividad, pero ninguna será eficaz si no logramos cambiar el ayuntamiento obstáculo que es en la actualidad por un ayuntamiento facilitador. Eso solo puede ser de la mano de unos funcionarios municipales que son extraordinarios y con los que vamos a conseguir ese cambio que es fundamental. Eso es irrenunciable, un punto de partida básico. A partir de ahí, podemos seguir construyendo.

- Analice la gestión del tripartito. ¿Ha hecho algo bien en estos cuatro años?

- Es difícil porque hay una práctica unanimidad, y así nos lo trasladan los actores con los que hemos hablado de los diferentes sectores, que estamos en una ciudad paralizada, sin actividad. Una gestión que ha sufrido varapalos judiciales constantes por hacer mal las cosas. Un tripartito que, a pesar de contar con mayoría absoluta, ha sido incapaz de presentar un presupuesto a tiempo. Siempre tarde y cada año más tarde, con las consecuencias prácticas que esto tiene. Una gestión que ha estado gobernada desde la ideología y, por tanto, desde el sectarismo, con la exclusión de una parte muy importante de la población. La actitud que ha tenido con la Junta de Cofradías de la Semana Santa o con la asociación que representa a las escuelas concertadas del municipio es una muestra evidente de cómo no se debe gestionar una ciudad.

- ¿Qué propone Ciudadanos para solucionar los problemas con esos dos colectivos?

- En ambos casos se lo hemos trasladado a ellos. En primer lugar, respeto. En segundo lugar, consideración atendiendo a la importancia que tienen. La Semana Santa, con independencia de las creencias de cada uno, es un acontecimiento cultural y turístico de primer nivel para esta ciudad. Una de las propuestas de Ciudadanos es el turismo sectorial, en este caso el religioso, que llena en ese periodo la ciudad de gente. Nos reuniremos con carácter de urgencia con ellos para ver qué necesitan y  les apoyaremos absolutamente en todo lo que pidan.

Con la escuela concertada, lo mismo. No tenemos esas restricciones ideológicas que tienen otros. La concertada tiene una importancia capital. Estamos a favor de la libertad de elección de los padres entre pública y concertada y es inconcebible la marginación a la que les ha sometido el tripartito por una cuestión estrictamente ideológica.

«Es inconcebible pensar en un futuro para Asturias que no esté liderado por Oviedo»

- ¿Qué papel debe jugar Oviedo dentro del Área Metropolitana?

- El de su capital, sin ninguna duda. Oviedo debe liderar, sin discusión, proyectos que sean buenos para nuestra ciudad. El área metropolitana existe de facto y hay que darle carta de naturaleza. Hemos repetido hasta la saciedad que no estamos de acuerdo con el actual sistema de gobernanza, que no deja de ser una declaración de intenciones para empezar a trabajar. El Principado está sobrerrepresentado y los ayuntamientos infrarrepresentados. Nunca aceptaríamos un área metropolitana con ese sistema de carácter definitivo. Pero queremos estar dentro para hacer nuestras propuestas. Es inconcebible pensar en un futuro para Asturias que no esté liderado por Oviedo.

- Una de sus propuestas es la de frenar la sangría del pequeño comercio. ¿Cómo tiene pensado conseguirlo?

- Cualquier medida que se lleve a término debe ser acordada con los comerciantes. Ese es el punto de partida inexorable. No se tomará ninguna medida, en ningún sector, que no esté consensuada. Y no digo escucha activa, digo acuerdos. A partir de ahí, hay multitud de medidas. Los comerciantes saben cómo atraer gente a los comercios. El ayuntamiento debe llenar la ciudad de gente con actividades promocionales todos los fines de semana. La promoción en los circuitos especializados, ayudas a los nuevos locales, la propuesta de ofertar de manera gratuita los sábados centenares de plazas de aparcamiento que actualmente están en desuso y son de titularidad municipal… También queremos tener un reconocimiento público y muy especial para los locales de Oviedo de tradición, a aquellos que llevan generaciones dando vida a la ciudad y que no sean noticia solo cuando cierran. Hay multitud de medidas para dinamizar el comercio.

- ¿Qué planes tiene para la zona rural del concejo?

-Los vecinos de la zona rural pagan exactamente los mismos impuestos que los de la zona urbana y deben tener los mismos servicios. Las reivindicaciones son conocidas y siempre desatendidas: desbroces de caminos, mantenimiento de calzadas, iluminación, conexión wifi, apuesta por los centros sociales de estudios, atención a los mayores, apuesta por potenciar los centros de salud, la ayuda a domicilio… Las reivindicaciones tradicionales de zonas que han estado completamente olvidadas durante estos últimos cuatro años.

- ¿Y para el Oviedo antiguo?

-Dentro de una apuesta por una actuación decidida para cambiar la dinámica del Oviedo antiguo, pretendemos transformarlo en un barrio con actividad diurna, que no es incompatible con el ocio nocturno, como ocurre en muchas otras ciudades. Queremos que una de las apuestas sea la construcción de un edificio para el trasladado de todas las dependencias administrativas municipales de esta ciudad, que están dispersas con pagos de alquileres, en el martillo de Santa Ana. Eso supondría un cambio fundamental en las costumbres del barrio. Esa es una más de las medidas que tenemos para el barrio, pero nos parece fundamental. Todo ello estaría acordado con la propiedad, ya hemos trasladado la propuesta al Arzobispado y hemos quedado en hablar. El respeto a la Iglesia, su legítimo propietario, es absoluto.