Fernando, un soplo de aire fresco en la política

Javier Gracia OVIEDO

OVIEDO

21 may 2019 . Actualizado a las 00:51 h.

Fernando es una persona humilde, amigo de sus amigos, familiar, inteligente y con un sentido de humor que no deja indiferente. Una persona que disfruta con los retos. Cuando los hay, siempre aplica esa máxima que le decían en el ejército, el objetivo está cinco metros más allá de la bandera, y vaya si lo hace. Es una de las personas que merece conocer. De las de verdad, de las que no se amilanan y luchan, de las que defiende firmemente lo que cree, de las que escuchan a los demás, de los que ayudan. De hecho, ese es su trabajo, ayudar a los demás, y se nota en su tono pausado al hablar.

Nació en Madrid hace cincuenta y cuatro años. De padre militar y madre médico, el trabajo de su padre le trajo a Asturias con tres años. Vivió en la Fábrica de la Vega hasta los veinte. A esa edad sus padres tuvieron que volver a trasladarse, pero él se quedó en Oviedo. Esta ya era su ciudad. Aquí cursó sus estudios de Medicina y realizó la especialidad de Nefrología en la Universidad. Lo tuvo claro, se empezaba a desarrollar la práctica de los trasplantes y él quiso estar ahí desde el principio.

Terminó la carrera y como médico se fue voluntario a una unidad de esquiadores en Jaca, esos que el día del desfile van de blanco y con boina verde. De esa época guarda muy buenos recuerdos y grandes amigos.

Su vida profesional se ha desarrollado en dos vertientes: la asistencial, como nefrólogo en el Hospital del Oriente de Asturias en el que puso en marcha el Servicio en 1997, y en la de gestión sanitaria (tras haberse formado en la escuela nacional de sanidad…), primero en la comunidad autónoma de Aragón durante ocho años y posteriormente en el Hospital San Agustín de Avilés.

Los que le conocen dicen de él que es un hombre de carácter, brillante, firme en sus decisiones, con las ideas muy claras y con un profundo respeto hacia lo público. Dice estar convencido de que los servicios públicos tienen que gestionarse de forma profesional, a través de una gestión eficaz y transparente con el único objetivo de sacarles el mayor rendimiento posible por y para los ciudadanos.

También dicen de él que es trabajador, puntilloso y tenaz cuando se marca un objetivo, y que no ceja en su empeño hasta conseguirlo.

Aficionado al deporte desde niño, es un apasionado del Real Oviedo. Le entusiasma la lectura, viajar, las películas de los cincuenta y el rock. Y Mika. Amante de los animales, adoptó, bueno él confiesa que más bien fue ella quién le adoptó a él a Mika, una gata blanca de cinco años que recogió en la calle y que es la reina de la casa. Cuando la encontró empapeló la zona para ver si se había perdido y que sus dueños la recuperaran, pero conforme pasaban los días, sentía alivio cuando nadie la reclamaba. Así que Mika vive con Fernando, bueno Fernando vive en casa de Mika. Doy fe de ello.

En plena campaña, a sus hijos les hace gracia cuando pasean por la calle y ven a su padre en las vallas publicitarias. Tampoco él se acostumbra a ello. Reconoce que le da un poco de vergüenza. Bueno, al principio le da vergüenza y luego le presta, para qué nos vamos a engañar.