«Dialogaré con los partidos de mi entorno ideológico, pero se pueden hacer acuerdos puntuales»

OVIEDO

Wesceslao López, candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo
Wesceslao López, candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo Tomás Mugueta

El candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo considera que el tripartito ha sido el gobierno de las personas

24 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Wenceslao López saca pecho por la gestión del tripartito. El candidato del PSOE a la alcaldía considera que su gobierno ha puesto por delante a las personas en una ciudad que todavía sufre las consecuencias de la época del PP en el consistorio. El socialista repasa todas las dificultades que se encontraron cuando llegaron al ayuntamiento y cómo esa herencia ha condicionado su día a día. Para el próximo mandato aspira a conseguir el apoyo mayoritario de los ovetenses para culminar todos los proyectos que Oviedo tiene en marcha. En su opinión, el domingo la capital se juega volver a la época del «expolio» de lo público o seguir apostando por la justicia social.

-Cuatro años al frente del gobierno municipal. ¿Qué fue lo primero que se encontró cuando llegó al ayuntamiento?

-Hace ya cuatro años y, aunque parece que hace una eternidad, realmente fue ayer. El tiempo ha transcurrido de forma vertiginosa. Cuando llegué me encontré con una situación nueva y totalmente original, que es que en Oviedo había el acuerdo de tres grupos políticos que teníamos que gobernar y en aquel momento nadie daba por nosotros más de 15 días. Han pasado cuatro años y aquí estamos. Como experiencia ha sido un éxito en el sentido de que es posible aplicar las decisiones de los vecinos aunque sean diversas.

Ha sido un proceso difícil porque en nuestro país no había cultura de este tipo de experiencias, y menos a nivel municipal, que es una política más intensa que la nacional o la autonómica. En ese sentido ha sido un éxito porque ninguna decisión municipal se ha visto coartada por la falta de acuerdo. Es cierto al mismo tiempo que gobernar tres grupos diversos que compiten por un espacio electoral próximo crea ruido, pero ha sido mucho más la sensación de ruido que el hecho en sí mismo. Mirando hacia atrás, los asuntos que han generado ese ruido han sido asuntos marginales, sin una trascendencia real. En cualquier caso, no han supuesto ninguna paralización.

-¿Cómo ha influido la herencia del PP en su gestión?

-En cuanto a gestión sí ha habido muchas novedades. Yo siempre he estado próximo a los problemas municipales y he sido conocedor de lo que pasaba. Pero la realidad supera a la ficción. A los pocos días de entrar en el ayuntamiento se puso de manifiesto que asuntos con los que yo había sido muy crítico, hablamos de los Palacios, Cinturón Verde, el Asturcón, el Tartiere… comenzaron a tener consecuencias. Yo había sido crítico porque eran obras fastuosas de la derecha que suponían un gasto millonario pero tenían poco contenido social. Cuando me tocó ser alcalde comienzan a llegarme los pleitos de esos casos. Ahí se pone en evidencia, se demuestra con datos que aquellos proyectos de la derecha que iban a ser el no van más se habían transformado en grandes pufos.

«En este ayuntamiento se han despilfarrado 270 millones con el PP»

El problema es que había que gestionar esos pufos y dedicarles muchas horas. Se da la paradoja que lo que había criticado como ciudadano tenía que resolverlo como alcalde. Y además soportar la carga  de muchos millones de euros. Villa Magdalena, los Palacios de Gabino… lo que recibimos fueron 120 millones de pérdidas. Lo mismo con el Asturcón. Te enteras que ese establo de caballos, hecho por Gabino a su imagen y semejanza que costó 40 millones y costaba al año un millón, estaba lleno de caballos de amigos de Gabino que ni eran de Oviedo. Ejemplos como estos, muchos. Al recordar este tipo de cosas hay quien puede decir que ya estamos con la herencia, pero es que en este ayuntamiento se han despilfarrado 270 millones de euros y conviene que la gente lo sepa. Supera al presupuesto anual del ayuntamiento. No hay cosa más indecente que desde lo público se despilfarre el dinero de los impuestos. Y además de ser mucho dinero, esto ha llevado muchas horas resolverlo. Hay muchos ejemplos de cómo la derecha gestiona lo público de forma chapucera.

-Uno de sus objetivos principales era levantar alfombras. ¿Han podido destapar todo lo que esperaban?

-No hay que olvidar que en estos momentos el Tribunal de Cuentas está investigando el caso Villa Magdalena. He conseguido demostrar al Tribunal, y así lo ha aceptado, que hay hechos irregulares que justifican el proceder a investigar de nuevo el caso. No hay que olvidar que por dos veces había decidido que allí no pasaba nada. Pero no convencido, e insistente en ello, recopilando documentación, he conseguido que aceptase que sí hay materia y hechos irregulares para proceder a su investigación. Ha reconocido que hay 53 millones de sobrecoste. No hay que olvidar que Villa Magdalena, la finca y el palacete, era propiedad de un miembro de la familia Rato y lo vende a una constructora por 2,5 millones cuando estaba ya calificada como equipamiento público expropiable. Es curioso que alguien compre una propiedad así. Bien. La compra y a los cuatro días se la compra el ayuntamiento, que acaba pagando 64 millones por algo que se vendió en 2,5 millones. A partir de ahí que cada uno saque sus conclusiones, pero canta que ahí pasó algo anómalo.

-El tripartito nació con aire de cambio y poco a poco las relaciones entre los socios se fueron enturbiando, ¿repetiría coalición con Somos?

-No es que quiera justificar nada, pero ya avisé que a medida que se acercasen las elecciones, sobre todo Podemos, que ha sido la parte más desleal porque con IU no ha ocurrido esto, comenzaría a no ser leal con los acuerdos. Era previsible porque iban a pretender diferenciarse para hacerse notar y tratar de sacar rédito en contra de sus socios de equipo de gobierno. Cada uno hace la política como mejor le viene, pero la lealtad es algo que debe mantenerse.

-¿Y con IU?

-Nunca ha habido ningún problema. IU ha mantenido sus posiciones diferenciadas pero dentro de la lealtad al equipo de gobierno.

-¿Qué cambiaría de las relaciones entre los socios para que el equipo de gobierno funcionase mejor?

-Este momento es tiempo de exponer a la ciudadanía los programas de cada grupo y que ellos decidan cuál debe ser su decisión. Yo confío en tener un apoyo mayoritario. Estoy convencido de que hemos hecho bien las cosas, una labor importante de gobierno, que lo hemos hecho lo mejor posible porque hemos tenido un doble trabajo: reconstruir lo que otros destruyeron y luego construir. Espero que la ciudadanía se pronuncie y luego habrá que interpretar los resultados. Yo tengo un programa de gobierno, que es mi oferta, y esa es mi línea roja para llegar a acuerdos. A partir de ahí, habrá que ver los posibles acuerdos. Dialogaré con los partidos políticos de mi entorno ideológico, pero siempre se pueden hacer acuerdos puntuales sobre diferentes aspectos. Por respeto y humildad, procede esperar.

-Vista la experiencia de este mandato, ¿sería más sencillo un acuerdo con Ciudadanos que con Somos?

-La línea roja es mi oferta de gobierno. Ese es mi compromiso con los ovetenses. Se trata de llevar a cabo la oferta programática del PSOE, lo demás es fácilmente deducible con quién se puede llegar a acuerdos.

«La gente me dice que a ver si gobierno solo»

-En Ferraz, los afiliados del PSOE cantaban «Con Rivera no». ¿Le dicen en Oviedo «con Cuesta no»?

-Lo que me dice la gente mayoritariamente es que a ver si gano, si gobierno solo. Ese es el mensaje unánime.

«Los partidos de la derecha vienen a lo público a hacerlo desaparecer»

-La alternativa a esos pactos es un tripartito de derechas a la andaluza. ¿Qué se juega Oviedo en las próximas municipales?

-Se juega algo muy serio el 26-M. Si hay mayoría de derechas vuelve el pasado de los pufos y el expolio a Oviedo. De utilizar lo público, el ayuntamiento, como un instrumento para beneficiar los intereses privados. En ese enfoque, desde Ciudadanos a Vox, de liberalismo económico en el que lo público solo es útil si sirve para privatizarse. Hay que tener en cuenta que vienen a lo público a eso, a hacerlo desaparecer. Unas fuerzas que están en contra de los impuestos para hacer justicia social está claro que lo que quieren es que no se cobre a quien más tiene y que quien menos tiene se arregle como pueda.

«Este ayuntamiento ha generado cinco veces más empleo que el PP en su época de gobierno»

Estos cuatro años este equipo de gobierno se ha diferenciado por mirar a las personas. Ahí están los datos. Hemos duplicado y triplicado ayudas a domicilio, de emergencia, pobreza infantil, no hay listas de espera en ayuda social y nadie ha quedado fuera. Somos un referente a nivel nacional a nivel de igualdad y en políticas infantiles, y esto es muy importante. Este ayuntamiento ha generado cinco veces más empleo que el PP en su época de gobierno. Al año, hemos generado 500 empleos en el ayuntamiento. Además de eso, en nuestro municipio, esos cuatro años el paro ha bajado en 5.000 personas. Esos que dicen que Oviedo está más negro, que vayan a los datos. Como ellos viven fantásticamente bien no se han enterado de que hay muchas personas en Oviedo que lo pasan muy mal.

Además, somos el municipio más seguro, el más limpio, hemos mejorado la limpieza en los barrios…bajado los precios de servicios sociales. Todo eso ha sido un beneficio para las personas. Y si hablamos de impuestos, tanto que les gusta bajarlos, las plusvalías han bajado un 33%, las tasas un 20%, el IBI para las familias no ha subido, lo hemos bajado para que el incremento de las bases no suponga un incremento del pago. Sí ha subido para las grandes superficies, unos 200 afectados. Hemos aplicado la justicia social.

-Su partido llega crecido después del resultado de las generales. ¿Se conformaría con sumar los mismos votos que en esos últimos comicios?

-Estoy convencido de que si somos capaces de trasladar a la ciudadanía todo lo que se ha hecho, está asegurado un apoyo mayoritario. Cuando llegamos, este ayuntamiento debía 96 millones. En diciembre de 2018, 66 millones, un 30% menos. Hemos mejorado la salud financiera del ayuntamiento. Pero no solo eso, sino que en estos cuatro hemos pagado pufos de más de 70 millones. Si sumamos, en cuatro años hemos bajado la deuda, la que había, más el exceso generado, en 100 millones. Las cifras son apabullantes. Pero estas cosas al ciudadano de a pie no siempre le llegan. Creo que si trasladamos esto a la ciudadanía deberíamos incrementar ese porcentaje de votos.

-Lleva varias semanas de reuniones con colectivos y asociaciones de la ciudad. ¿Qué le transmiten? ¿Avalan la gestión del tripartito?

-Mucha gente sí. Lo que pasa es que hay que llegar a más todavía. El objetivo es llegar a casi el 100%. Si estos datos que están ahí, publicados por órganos oficiales, fueran conocidos, ganaríamos mucho. Lo que pasa es que cuando construyes un Calatrava, lo ves, pero cuando lo dedicas a las personas se ve menos, aunque es más eficaz, social y humano. Ese es el problema, pero es que después los calatravas haya que pagarlos. Se ven muy guapos, pero hay que pagarlos y que arreglar las goteras. Son flores de un día.

-Oviedo tiene en marcha varios proyectos de calado. ¿Cuál priorizaría en la próxima legislatura?

-No recuerdo ningún mandato de ningún ayuntamiento de Oviedo en el que se hayan generado proyectos de la envergadura de este mandato. Si los ponemos encima de la mesa, nunca tan cerca estuvo la Ronda Norte, la Fábrica de la Vega, la recuperación del Cristo… solo son tres ejemplos, pero puedo continuar. Esa es otra parte importante de la gestión. No quiero olvidarme del Monte Naranco. En este mandato vamos a iniciar el proyecto de recuperación. No pude hacerlo antes porque cayeron encima muchas losas que tuvimos que arreglar y el tiempo no es infinito.

-¿Qué planes tiene para la zona rural?

-Hay zonas periféricas, que son una mezcla de urbano, rural e industrial, como Trubia, Olloniego, Tudel Veguín, San Claudio… Y luego están los pueblos. Lo que sería en la zona rural no podemos andar con arreglos o acciones aisladas. Hay que hacer en cada zona un plan integral de desarrollo donde se contemplen actuaciones globales. Caminos, equipamiento, viviendas… hay que abordar de forma integral la proble