La maleza y la basura se comen el viejo HUCA

J. F. D. OVIEDO

OVIEDO

El antiguo complejo sanitario presenta importantes deficiencias de mantenimiento y sus edificios avanzan hacia la ruina

02 jul 2019 . Actualizado a las 17:19 h.

Maleza, basura, pintadas y un estado de mantenimiento muy alejado del ideal. El viejo HUCA sigue avanzando hacia un deterioro más que evidente. Un camino que emprendió en 2014, cuando entró en funcionamiento el nuevo equipamiento situado en La Calleda. La actividad sanitaria abandonó entonces el antiguo complejo de El Cristo. Durante más de medio siglo las idas y venidas de la actividad sanitaria llenaron de movimiento la zona. Una situación que está muy lejos de la actual.

Un simple paseo por el entorno basta para darse cuenta de la dejadez que reina en el espacio. El mantenimiento depende del Gobierno asturiano, que mantiene la zona vigilada con agentes de seguridad. Los ejecutivos regional y local han elaborado un plan de actuación a través de un concurso internacional de ideas. Y el último equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo aprobó una revisión urbanística para los barrios afectados.

Los cinco años que han pasado desde la mudanza del hospital, no obstante, indican que los terrenos del viejo hospital necesitan que las administraciones aceleren el paso. A más retrasos, más ruina. El antiguo edificio de Rehabilitación, por ejemplo, luce humedades y desperfectos en la pintura. Una fachada a juego con la puerta tapiada junto a la que se han colocado carteles de «Prohibido el paso».

Frente a la vieja central térmica se amontona la basura. Y la maleza casi se ha comido hasta las indicaciones del cartel que se encuentra frente al Materno Infantil, donde la vegetación crece por las escaleras. Cada día cientos de personas son testigos de la decadencia del viejo HUCA.

Plaza de toros

Todos estos espacios están abiertos al tránsito y son un lugar de paso habitual entre la zona más alta de El Cristo y la parte de La Ería, junto a la plaza de toros. 

El coso se cerró en 2007, tras una actuación de Jesulín de Ubrique, El Cordobés y Rivera Ordóñez por las fiestas de San Mateo, y también se encuentra en muy mal estado. La ruina de los diferentes espacios, de este modo, atraen a las plagas y han sido varias las ocasiones en las que se han visto jabalíes. Una situación que, además de a los vecinos, perjudica a los pocos trabajadores que aún se encuentran en el antiguo hospital.

A los vigilantes de seguridad hay que sumar los funcionarios de un edificio administrativo que ha desplazado al complejo la Consejería de Educación. También los operarios de la lavandería industrial, que sigue en funcionamiento, y quienes desempeñan sus labores en el Centro de Sangre y Tejidos del Principado de Asturias.

Estos oasis de actividad se completan con el tráfico de vehículos. Los residentes de la zona acuden con frecuencia para dejar sus coches en los aparcamientos que aún permanecen abiertos y, a pesar de que la actividad es mínima, es complicado encontrar plazas libres.

En la zona más cercana a las facultades de la Universidad de Oviedo se encuentra la única victoria de los vecinos que reclaman atención para el antiguo hospital. El parque del Truébano, equipado con zonas verdes y de ocio, en el que se realiza la romería de El Cristo en las fiestas de San Mateo.