Cuando Oviedo era una ciudad de cine

J. F. D. OVIEDO

OVIEDO

Fachada del antiguo cine Aramo
Fachada del antiguo cine Aramo

Brooklyn, Ayala o Aramo son algunas de las salas desaparecidas en una ciudad en la que el séptimo arte se ha fundido a negro

05 may 2022 . Actualizado a las 10:12 h.

Había diversas salas repartidas por toda la ciudad. A la hora de mirar la cartelera, los amantes de la gran pantalla tenían una gran diversidad de opciones entre las que elegir y eran varias las ubicaciones de Oviedo a las que se podían ir para disfrutar de una buena proyección. Pero con el paso de los años los cines han ido cerrando hasta el punto de que no queda ninguno de los tradicionales. 

Solo el centro comercial Los Prados, en Teatinos, ofrece planes de película y palomitas en el concejo. Una limitación de la oferta que empuja a los ovetenses a desplazarse de forma habitual a Intu Asturias, en Siero. Y también a abarrotar las proyecciones que de forma esporádica se celebran en lugares como el Teatro Filarmónica. El éxito de las sesiones del ciclo municipal «cine a la luz de la luna» dejan claro que la pasión sigue.

Por eso son tan habituales las conversaciones en las que se recuerdan las salas desaparecidas en una ciudad en la que el séptimo arte se ha fundido a negro y ha huído hacia las afueras.

Brooklyn

La última sala en desaparecer, en el año 2007, fueron los cines Brooklyn. Estaban situados en la calle General Zuvillaga. Con casi cuarenta años de trayectoria y cerca de 2.000 butacas, fue durante años uno delos centros de ocio más importante de Oviedo. Las instalaciones en sí eran toda una obra de arte, ya que el interiorista Chus Quirós se encargó de la decoración. 

Ayala

Muy cerca de los cines Brooklyn, en la calle Matemático Pedrayes se econtraba el Ayala. Había sido impulsado a mediados de siglo pasado pero su tradición no le sirvió para escapar de la tendencia que ha ido empujando la mayor parte de salas hacia los centros comerciales que se ubican en las afueras de la ciudad. De esta forma, este emblemático establecimiento cerró sus puertas en el año 2.002.

Minicines de Salesas

En el primer año del nuevo milenio tuvo lugar el último estreno de los Minicines, ubicados en la parte superior de Salesas, con acceso desde la calle Caveda. Pertenecían a la cadena que presidía Manuel Fernández-Arango y no llegaron a cobrar entradas en euros. El espacio que dejaron sus butacas sirvieron para que el Corte Inglés amliase sus instalaciones en Oviedo.

 

Principado

A finles de los años 90 Oviedo despidió algunas de las pantallas con las que había pasado mejores momentos. En 1998 cerró Real Cinema y dos años antes lo hizo el Cine Principado. Este último, que durante años proyectó películas en la calle Fruela, fue bautizado por los propios ovetenses gracias a la votación que puso en marcha la empresa gestora para elegir su nombre. Su despedida engrosó una larga lista de cierres que por aquel entonces ya empezaban a acumularse.

Aramo

Como pasó con los minicines, el Corte Inglés aprovechó el cierre del Aramo para crecer. La localización, desde luego, era un reclamo para el gigante comercial. Estaba situado en la calle Uría, en pleno corazón de la capital de Asturias y conquistó a toda una generación. En los años en los que el cine estaba en uno de sus mejores momentos, el Aramo se convirtió en toda un referencia para vecinos y visitantes.

Fandiño

Pero los locales que llevan a los inicios del cine en Oviedo es mucho más larga. Aún habrá quien recuerde la sala Roxy, el Santa Cruz, el Palladium, el México o el salón Toreno. Todos ellos gozaron en su época del apoyo del público aunque se fueran apagando después. Fueron los heredereros de una tradición cinematográfica que parte de negocios como el cine Fandiño, que abrió en 1908 en el Campo San Francisco. Estaba colocado en el lugar que ahora ocupa la estatua de José Tartiere y estuvo entre los pioneros de casi un siglo de butacas llenas en la ciudad.