Chapuzón en el oasis

Carolina García OVIEDO

OVIEDO

Piscinas de San Lázaro, Oviedo
Piscinas de San Lázaro, Oviedo

Las piscinas municipales son la mejor opción para darse un chapuzón y refrescarse durante los meses estivales. Además este año la entrada es gratuita

22 ago 2019 . Actualizado a las 10:40 h.

La apertura de las piscinas marca el inicio del verano. Es un clásico. Con los primeros baños comienza la temporada estival. Con amigos, en familia, con la compañía de un buen libro o en pareja, cualquier momento es bueno para disfrutar de un buen baño y relajarse. Para los que ya disfrutan de vacaciones, para los que apuran los días para hacer la maleta, para los pequeños de la casa que chapotean por primera vez en el agua, para los jóvenes que tienen todo el verano por delante, combatir el calor en alguno de los nueve oasis urbanos del concejo es siempre una buena opción. Además este año es gratis. Problemas administrativos retrasaron la apertura de los equipamientos municipales y como contrapartida el ayuntamiento decidió que el servicio fuera gratuito. Los taquilleros no cobran entrada. Sí llevan un control de aforo. Este verano se han visto obligados a colgar el cartel de completo en más de una ocasión. En la piscina municipal de San Lázaro, con un aforo de 1.360 personas (el mayor de la ciudad), «los usuarios han esperado colas de una hora y media antes de entrar», relatan desde el centro. 

Los ovetenses son fieles a la cita. Solo hacen falta ganas, un gorro, bañador, toalla y gafas para quienes quieran bucear. Los más previsores cargan tumbonas, sillas y neveras; no les falta detalle para disfrutar de la jornada. A partir de las cuatro de la tarde, coincidiendo para muchos con el fin de su jornada laboral, aumenta el flujo de bañistas. «En cuanto podemos venimos con los niños. Ellos lo pasan estupendamente y nosotros nos relajamos y tomamos el sol», explica Mayte Martínez. Durante la semana (sobre todo de lunes a jueves) hay más afluencia de público. Por contra, el fin de semana las piscinas están más tranquilas. «Las familias disponen de más tiempo y hacen otros planes», cuentan los empleados. En cualquier caso, este verano el número de usuarios está alcanzando cifras récord. Hay nueve piscinas para elegir: Colloto, La Monxina, La Corredoria, San Lázaro, San Claudio, Trubia, Olloniego, Las Caldas y Tudela Veguín.

Acompañe o no el tiempo nunca están vacías. Y más este verano que no supone un desembolso económico. No cierran ningún día y para tener a punto todos los equipamientos hay un trabajo detrás, que no se ve, y que comienza mucho antes de que abran sus puertas. Indalecio García es uno de los tres socorristas de San Lázaro, situada a los pies del Parque de Invierno. Tiene una rutina. Nada más acceder a su puesto de trabajo ordena el material (salvavidas, sillas, sombrilla), comprueba que el botiquín está en orden y que cuenta con todos los elementos necesarios, y si ha llegado antes que el personal de mantenimiento se encarga de comprobar el nivel de cloro del agua. “Nuestro trabajo nos exige estar muy atentos. En general la gente es muy respetuosa y cumple las normas e indicaciones de los socorristas”, confirma García.