Oviedo, una ciudad con ADN cultural

OVIEDO

20 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivir al lado de la belleza y de la pasión artística, convivir al hilo de una pincelada, de un trazo, de un plano fotográfico, de una performance, de una pieza única. El galerista como vocación y como profesión: ocio y negocio, vicio y contabilidad. Sobre el alambre de una economía malherida (perdón por el eufemismo) como es la asturiana y la ovetense, los galeristas compran y venden en un mundo de emociones. Ya sabemos que el arte no es un bien de primera necesidad pero es también una necesidad primera. ¿Cómo comprender la vida sin la  pulsión de un cuadro, de un color, de una línea, de un retrato que te mira fijamente a los ojos? Oviedo es una ciudad de arte: siempre corrió por sus venas la pasión estética. Algunas galerías no sobrevivieron pero quedaron en nuestra memoria. Otras siguen revividas, reconvertidas, adaptadas a los nuevos tiempos. Y otras surgen de la nada, apuestan con valentía por los jóvenes, por productos low cost, se convierten en campamentos de verano, imparten enseñanza; son galerías multitarea, un ecosistema alternativo al tradicional, una nueva óptica.

Oviedo es una ciudad culta. ¿Alguien lo duda? En la entrevista que mantenemos con Paz Andrés Sáenz de Santamaría, la catedrática de Derecho Internacional revisa sus recuerdos de la ciudad perdida, la que queda en la memoria. Sus paseos de infancia por los jardines de La Rodriga, el viejo Fontán trágica y dictatorialmente  derribado, sus juegos por San Pedro de los Arcos cuando la capital era todo campo y las afueras de entonces es ahora el centro. La ciudad cuyas fronteras construidas estaban en la calle de Santa Susana: más allá se encontraba el campo de maniobras, un descampado en el que se instalaban las barracas de San Mateo. Reconstruimos la ciudad con Paz Andrés, una ciudad culta: está en su ADN.

En este número de Ovetenses, que es la publicación bimestral de Lavozdeasturias.es, también viajamos al pasado de las fiestas de San Mateo. Rememoramos sus momentos ejemplares, básicos en el espíritu mateíno. ¿Cómo comprender la fiesta madre sin estos hitos? El nacimiento de los chiringuitos, los grandes conciertos, los bailes en La Herradura… Y paseamos por las calles del presente, las de Teatinos.  Y hablamos con Diego Cervero, un histórico del Real Oviedo, oviedista hasta la médula ahora en las filas del Atlético Baleares. El gran capitán hace balance de tiempos duros y se ofrece en un futuro para volver a su casa. «Si puedo aportar y el club quiere contar conmigo, yo estaría encantado», dice. Aquí se le espera con los brazos abiertos.

Y hay más, pero pasen y lean.