Cuatro años de cárcel por abusar sexualmente de una amiga en los baños de un bar

La VOz OVIEDO

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Audiencia Provincial de Oviedo
Audiencia Provincial de Oviedo AGF

El tribunal ha declarado probado que cuando la víctima se había bajado la ropa interior, el acusado abrió la puerta del baño y «sorpresivamente» llevó su mano a la zona genital de ella

03 dic 2019 . Actualizado a las 12:52 h.

La Audiencia Provincial ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de una amiga en los servicios de un bar de Oviedo, al considerar que la víctima ofreció un testimonio «veraz, coherente, sin dudas, ni vacilaciones» y ante la actitud de dos amigos del acusado que le pidieron que «le perdonara».

Los magistrados de la Sección Segunda reconocen en la sentencia que el relato de la víctima es la única prueba de cargo, pero le dan credibilidad a su testimonio apoyado en las conductas de dos amigos del acusado que instaron a la mujer a retirar la denuncia porque «iba a fastidiar a una familia» después de que a uno de ellos el procesado le confesara que se «había sobrepasado con ella». Aunque en el juicio los dos amigos trataron de restar importancia a sus comentarios, el tribunal estima que el mensaje de WhatsApp de uno de ellos donde pedía a la víctima que «le perdonara» y que ésta mostró a los magistrados le ha dado mayor verosimilitud a su testimonio, informa EFE.

Los hechos ocurrieron en la noche del 20 al 21 de julio de 2018, cuando el acusado, J.F.F.R., de 60 años, estaba en un bar de la calle Félix Aramburu de Oviedo, al que había ido a cenar en compañía de unos amigos, entre los que se encontraba la víctima. En torno a las 2:00 horas, la mujer se levantó de la mesa y se dirigió a los lavabos del establecimiento, donde se cruzó con el acusado que salía a su vez del servicio de caballeros.

El tribunal ha declarado probado que cuando la víctima se había bajado ya los pantalones y la ropa interior, el acusado abrió la puerta del baño y «sorpresivamente» llevó su mano a la zona genital de ella. El servicio era un espacio reducido y la víctima quedó entre la pared y el acusado y, pese a que ella mostró «expresa oposición a que continuara con esa actitud», según el tribunal, diciéndole que la dejara en paz e intentando apartarlo, el acusado le introdujo dos dedos en la vagina al tiempo que le decía «no seas tonta, que te va a gustar». Seguidamente, el acusado salió del cuarto de baño y regresó a la mesa en la que estaba el grupo de amigos, continuando la cena con normalidad.

La mujer contó esa misma noche a uno de los amigos que el acusado se había «sobrepasado» con ella y, dos días después, denunció los hechos. La víctima recibió asistencia en un Centro de Salud Mental, donde se le diagnosticó una reacción al estrés agudo y fue derivada por el psiquiatra que la atendió al Programa de Atención Psicosocial a la Mujer, donde se le apreció un trastorno de adaptación mixto.

La Audiencia ha impuesto al acusado una orden de alejamiento de 150 metros de la víctima, a la que deberá pagar 3.000 euros, y ha acordado el mantenimiento, durante la tramitación de los eventuales recursos que se puedan interponer de las medidas cautelares adoptadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo en esta causa. El abogado defensor, Fernando de Barutell, ha señalado a EFE que interpondrá un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) al entender que ha habido un error en la valoración de la prueba.