Usuarios de patinetes reclaman carriles en las aceras

LA VOZ

OVIEDO

Un usuario recorre en patinete la calle Valentín Masip de Oviedo
Un usuario recorre en patinete la calle Valentín Masip de Oviedo D.R.

La nueva normativa impide el uso de esos vehículos por las zonas peatonales

11 ene 2020 . Actualizado a las 09:06 h.

La nueva normativa de circulación ha dejado a los usuarios de patinetes eléctricos algo desenchufados. La policía municipal tiene obligación de multar a los que circulen por aceras y zonas peatonales, lo que va a restringir drásticamente su uso. En este sentido, un grupo de usuarios de patinetes eléctricos ha tomado la iniciativa de reclamar al ayuntamiento de Oviedo que habilite carriles al efecto.

David Rodríguez, que dice representar a un grupo de 40 usuarios de esos patinetes, plantea la idea. «A corto plazo», señala, «dado que Oviedo no dispone aún de carriles bici y la gran mayoría de las aceras de Oviedo son extremadamente anchas, sería tan fácil como pintar siempre en el extremo exterior de las mismas un carril» por el que pudieran circular tanto bicicletas como patinetes».

«Entendemos que esto no se puede aplicar a todas las aceras de Oviedo, pero sí en una gran parte, por lo menos pudiendo dar un recorrido» para que se pueda ir de una parte a otra de la ciudad sin usar el coche, dicen.

Rodríguez se queja de que ese medio de transporte se haya «estigmatizado como si fuera un arma de destrucción masiva» cuando se trata de un vehículo limpio, «que no genera ruido, problemas de aparcamiento y contaminación» y se muestra partidario de potenciarlo. «Por supuesto, estamos de acuerdo todos en que siempre bajo una normas mínimas y una regulación».

El grupo de usuarios de patinetes entiende que «si todos los usuarios utilizaran la lógica para el tránsito, no habría ningún problema», claro está, «siempre recorriendo las aceras por su exterior, a una velocidad coherente con la densidad de transeúntes, cruzando los pasos de peatones andando, lógicamente no utilizando otros dispositivos a la vez ni conducir ebrio», unas normas básicas que, reconocen, no todo el mundo cumple.