Esto es lo que hay en el subsuelo de Oviedo

DANIEL ROIG

OVIEDO

Una cueva subterránea del Cantábrico
Una cueva subterránea del Cantábrico

Un depósito subterráneo de agua 40 veces mayor que el embalse de Barrios de Luna ocupa las profundidades entre la capital y Cangas de Onís

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué hay en bajo el suelo que pisamos en Oviedo, además de lo construido por el hombre en los últimos siglos? En la oscuridad, funcionando como una sistema con cientos de entradas y salidas desde hace milenios, un inmenso acuífero ocupa el subsuelo del municipio y llega hasta Cangas de Onís en una franja más ancha en la parte occidental y más alargada y estrecha cuando llega a las estribaciones montañosas orientales.

La reserva de ese depósito natural de agua dulce es ingente: ocupa una superficie de 431 kilómetros cuadrados, es decir, dos veces y media la de todo el concejo de Oviedo. Para hacerse una idea, es la equivalente a la de casi 40 veces el embalse de Barrios de Luna.

Cataratas en la oscuridad

Un estudio del Ministerio de Medio Ambiente con un larguísimo título (Encomienda de gestión para la realización de trabajos científico-técnicos de apoyo a la sostenibilidad y protección de las aguas subterráneas) con un subtítulo aún más largo, señala que la masa de agua subterránea (MASb) tiene profundidades muy variables, puesto que la cota máxima se sitúa a 736 metros sobre el nivel del mar y la mínima a 29 metros. Eso hace suponer, obviamente, tremendas cascadas subterráneas.

Mapa del enorme acuífero que ocupa una franja entre Oviedo y Cangas de Onís, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente
Mapa del enorme acuífero que ocupa una franja entre Oviedo y Cangas de Onís, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente

La MASb está atravesada en la superficie por varios ríos importantes: Sella, Piloña, Nora, Noreña y Nalón, así como otros menores como el Gafo en Oviedo. Pero recibe su alimentación de infiltración, sobre todo, de agua de lluvia. A su vez, lógicamente, cuando está lleno descarga en otros ríos y también a la superficie.

El informe dice, en este sentido, que «se han identificado 91 manantiales, la mayoría de escaso caudal, el más caudaloso de 5,6 litros por segundo, aunque muchos están por debajo de 1,5 litros por segundo. Buena parte no se utiliza: salen en zonas despobladas o boscosas, pero sí sirven para ganadería y para abastecimiento a núcleos de población: las clásicas fuentes y lavaderos de los pueblos, algunas milenarias como la Foncalada.

Hay siete zonas húmedas de la masa de agua subterrána en la superficie: Silvota, con una serie de charcas originadas cuando se urbanizó el polígono industrial, la mayoría temporales salvo una; Latores, con dos charcas estacionales asociadas a una antigua explotación de arcillas, actualmente desecadas; El Cristo, con una pequeña laguna natural junto al depósito de aguas que se alimenta de una fuente; San Claudio, de origen artificial que se realizó con la extracción de arcillas para la fábrica entre 1949 y 1964 y «muestra una serie de comunidades vegetales importantes»; Ables, también artificial por la extracción de materiales para cerámica; Colloto, donde hay tres láminas de agua también ligadas al polígono de Espíritu Santo; y Los Peñones, una zona acuosa próxima al polígono, en las cercanías de Lugones.

En cuanto a la calidad, según los análisis químicos de la Confederación Hidrográfica, son aguas limpias y potables que a menudos son usadas por Cadasa para el abastecimiento de Oviedo, ya que el embalse de Alfilorios no sería suficiente.