Los motivos por los que el conocido delincuente que operaba en Oviedo está cumpliendo una larga condena en Cataluña
10 jun 2020 . Actualizado a las 19:15 h.Quien vivió su primera juventud en los bares de Oviedo allá por los años 90 sabe de quién estamos hablando. Jesús Moynelo, más conocido como El Yesus era un personaje que mendigaba o «daba el palo» por el centro, según pintara. Lo que más trabajaba era el Campo San Francisco, pero también frecuentaba las salidas de los institutos o el entorno de salones de billares, donde circulaban adolescentes con dos duros en el bolsillo.
A veces llevaba una muleta y su aspecto, alto, corpulento y desgarbado, era intimidante. Estaba todo estudiado, los lugares y los momentos. Muchos caían varias veces en sus redes, aunque rara vez se reportó alguna agresión. Bastaba con el susto que metía en el cuerpo.
Algún día de finales de los 90, simplemente desapareció de Oviedo. Había nacido, dicen, en Estados Unidos aunque era español, pero no volvió a ese país. Sus andanzas le llevaron a vivir a Cataluña donde, pocos se extrañarán, trabajó como portero de discoteca y acabó con sus huesos en la cárcel, donde presumiblemente sigue encerrado. Lo que sí choca algo más es el motivo de su condena: asesinato. La sentencia consideró probado que El Yesus mató a tiros con una escopeta a José González, de 25 años, y casi acaba con su hermano Adrián, por lo que fue condenado a 21 años de cárcel en 2013.
Los hechos ocurrieron el 6 de junio de 2011. José y Adrián González celebraban el cumpleaños de este con amigos en un bar de Girona. De pronto apareció Jesús Moynelo con su familia y disparó. José recibió un tiro en la cabeza y murió poco después. El hermano se agachó a tiempo y evitó otro disparo. Fue, según los testigos, una venganza anunciada: José y Adrián habían recibido llamadas con amenazas del grupo de los hijastros del asesino. Era una enemistad de año atrás.
Junto al Yesus iban al parecer sus hijastros gemelos, de 21 años, y tres jóvenes más. Llegaron a las 22.30 en dos coches y algunos bajaron para golpear a palos el vehículo de la víctima. Tras los disparos, el autor y sus acompañantes huyeron, pero los Mossos d'Esquadra los detuvieron a todos en los dos días posteriores.
Los cinco cómplices de Moynelo fueron considerados coautores del homicidio y se les impuso 11 años y tres meses para cada uno, con la excepción de uno de ellos, al que se eleva la condena a 20 años. El fiscal solicitaba 36 años de cárcel para Moynelo y 34 para los otros cinco acusados: los hermanos Antonio e Iván Jurado Gómez, su tío Pedro Gómez; la madre de los gemelos y compañera de Moynelo, Bárbara Gómez; y el primo de estos, Francisco Ismael Mohamed Gómez, por entender que el crimen lo planificaron entre todos.