El Reconquista, un museo secreto

G. GUITER

OVIEDO

Dos valiosos tapices colgados en el hall de entrada del Hotel de la Reconquista de Oviedo
Dos valiosos tapices colgados en el hall de entrada del Hotel de la Reconquista de Oviedo

El histórico hotel ovetense alberga en sus salas y pasillos una colección de obras de arte valorada en más de dos millones de euros

15 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo que se alberguen en el Hotel de la Reconquista o acudan a un evento, es muy probable que los turistas que visiten Oviedo se vayan sin ver algunas joyas artísticas que, con seguridad, más de un museo importante desearía tener. Pinturas, esculturas y muebles con un valor estimado que supera los dos millones de euros en su conjunto.

Del medio centenar de pinturas que cuelgan en el Reconquista, tres de ellas sobresalen tanto por su tamaño como por su valor: se trata de tres pinturas murales de Joaquín Vaquero Palacios (1900-1998) tituladas La Mina, El Mar y La Montaña ‘73, en el llamado salón Reconquista, que se usa para banquetes de boda y grandes eventos. El valor sumado de estas tres obras se estimó en 575.000 euros hace siete años, con el fin de contratar una póliza de seguros que este mes se vuelve a renovar.

El edificio, que goza de la protección de Bien de Interés Cultural, es propiedad del Principado de Asturias aunque gestionado por una empresa privada. Fue restaurado en 1942 y, a principios de la década de 1970, los arquitectos Sainz de Vicuña y Fernández Cuevas lo reformaron para hacer un establecimiento hotelero de lujo que fue inaugurado en 1974 con los murales de Vaquero.

Esas grandes pinturas de casi 15 metros de largo cada una no son los únicos elementos artísticos de valor, aunque sí los más valiosos. La colección que adorna paredes, galerías y pasillos fue tasada hace siete años en los dos millones de euros mencionados, por lo que su precio actual sería mayor.

No muy atrás quedan cinco óleos del asturiano Adolfo Bartolomé (1937), uno de los cuales, el lienzo titulado Las estaciones del año, de 2,90 x 4,34 metros, se valoró en 150.000 euros. Los otros cuatro (Escudos, Figuras en azul, La Terraza (Roma’68) y La Calle, díptico con jardín) suman 220.000 euros.

Le siguen, tanto en valor económico como en interés artístico, varias obras del gijonés Mariano Moré (1899-1974), «uno de los pintores clave en la renovación artística asturiana del siglo pasado», en opinión del Museo de Bellas Artes de Asturias. De Moré, el Reconquista posee Comida campestre ’59, Las Lavanderas, Mujer llevando leña con una niña, Recolección de manzanas, Encuentro, Cabrera, Los Balagares, A la siega, Romería de Granda, Fiesta en el lago Enol y Niños lanzando una cometa. Estos títulos de Moré supondrían en el mercado, en conjunto, unos 400.000 euros.

Las paredes del hotel cuelgan también varias obras de José Purón Sotres (Interior con puerta y ventana abierta, Puerta abierta, Las viejas, Romería, Paisaje de árboles con capilla al fondo, Cocina asturiana, La muchacha del pañuelo rojo, Sierra de Cuera, Vistiéndose para la fiesta) con valores que oscilan entre los 5.000 y los 20.000 euros; así como un óleo de Francisco Camilo (San Juan predicando, del siglo XVII), con un valor de 9.000 euros; cuatro obras de José María Navascués en madera y plástico sin título; cuatro paisajes del británico Ernest Lumsden (1883-1948) así como otros cuadros de Eugenio Tamayo, José Van Genegen, Larragón, Julio Sanjurjo y dos de autores desconocidos de la segunda mitad del siglo XVII pero con una estimación considerable, de 9.000 euros cada uno.

Como curiosidad, el Reconquista también posee copias de cuadros de artistas famosos, como un Felipe IV de Velázquez que, aunque obviamente lejos del original, también tiene una notable valoración: 3.000 euros en este caso, mientras que una reproducción de la Sibila de Domenico Zampiere vale 2.500 euros.

Muebles valiosos

También hay varios elementos mobiliarios importantes. En el salón Gil de Jaz, por ejemplo, existen dos columnas barrocas de madera talladas con ramos de uvas aseguradas en 24.000 euros; un mueble cabinet del siglo XIX con marquetería (12.000 euros), una mesa asturiana de refectorio en nogal, del siglo XVIII (5.000 euros), otra mesa castellana del siglo XVIII de cuatro metros de largo (9.000 euros) o una talla barroca de San Roque Peregrino, de la escuela asturiana del siglo XVIII (1.800 euros).

En el Patio de la Reina se aseguraron varios elementos como un busto de Isabel II en bronce sobre pie de mármol, de Francisco Elías Vallejo (6.000 euros) una mesa castellana de nogal o dos arcas talladas (1.200 y 8.000 euros). En la capilla hay una lámpara de dos cuerpos valorada en 15.000 euros.

En cuanto a los tapices que adornan las paredes del hotel, existen varios de mucho valor: uno grande de Paul de Vos de 3,15 por 5,25 metros, aunque muy deteriorado, recibe aún así una estimación de 30.000 euros; otro, también grande, con el escudo real de Carlos III realizado en el siglo XVII en terciopelo y seda vale 24.000 euros y una pareja con escenas de cartones de Goya, realizada en el siglo XX en la Real Fábrica de Tapices de Madrid está tasada en 18.000 euros.

En total, las pinturas suman algo más de un millón y medio de euros; los muebles, cerca de 300.000 y los tapices unos 137.000 euros.