Historia y significado del gran blasón de la fachada del hotel, labrado en el siglo XVIII y sustituido en 1958
18 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La piedra del gran escudo barroco del Hotel de la Reconquista era blanda. No en vano provenía de canteras de alrededor de Oviedo, en especial de la cantera de Piedramuelle, que significa precisamente «piedra blanda». Esa cantera era propiedad de la Iglesia. No era la única, pero sí, por tanto, la más utilizada en la Catedral y en otros edificios eclesiásticos como el Hospicio y Hospital, hoy en día Hotel de la Reconquista. Al cabo de dos siglos de existencia, la piedra del complejo escudo central de la fachada estaba muy deteriorada, de modo que se sustituyó en buena parte por otra más dura en el año 1958.
La obra se había iniciado en 1752 por orden de Isidoro Gil de Jaz, regente de la audiencia del Principado de Asturias. El edificio fue proyectado enteramente por Pedro Antonio Menéndez de Ambás, excepto la capilla, obra de Ventura Rodríguez. Así pues, en la fachada del hotel se pueden observar todavía rocas calizas del llamado tipo Piedramuelle (amarillenta y relativamente blanda ) y otra caliza pardo-rojiza, aunque ya en siglo XX recibieron tratamientos para consolidarlas.
En la época del inicio, el rey que autoriza las obras es Fernando VI, por lo que el centro de la pieza de la fachada del Reconquista está ocupado por un reproducción del escudo de ese monarca de la casa Borbón: Arriba a la izquierda, el cuartelado de León y Castilla con Granada en una pequeña esquina; arriba a la derecha, Aragón y las Dos Sicilias; por debajo, la representación de Austria, Borgoña, Brabante, Flandes y Tirol. Por encima está la corona real y lo rodea el Toisón de Oro, del que cuelga el carnero que simboliza la ciudad de Brujas por su industria lanar.
El hospicio estuvo abierto hasta 1965, aunque durante la Guerra Civil se utilizó como hospital de sangre y refugio antiaéreo. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1973, e inmediatamente se convirtió en hotel, aunque para ello fue sometido a una remodelación completa para que alcanzara la categoría de cinco estrellas. Luego también sufrió sucesivas reformas. Aún quedan vestigios de su historia en sus muros, que son los mismos del hospicio, o en el búnker que se construyó en la Guerra Civil en el sótano.