Vuelven los conciertos en las salas de Oviedo. Estamos en La Salvaje en su primer día con música en directo. No es como antes, pero hacen que sea muy similar. Luis Brea fue el primero de muchos que están por venir
08 oct 2021 . Actualizado a las 11:20 h.Vuelven los conciertos, vuelve la vida, vuelve lo bueno. No sé cuánto hacía que no pisaba una sala de conciertos, hacía mucho tiempo, me cuesta recordar, que no acudía a uno como Dios manda, que aún no pero casi: pocas sillas y gente de pie, cerveza en mano, sintiendo el calor humano que da la vida. Aún nos quedan las mascarillas y unos pocos sentados, mal menor y necesario por el momento. La cultura es, fue y será segura; y así nos sentimos aquí en La Salvaje después de tanto, demasiado e injusto, tiempo. Se ha abierto la veda de la música, esperemos que sea ya para siempre y mejor.
Luis Brea prende la mecha agotando todas las entradas: no hay billetes cuelga de la taquilla. Él es el primero, pero Borja Mompó le coge el relevo. Y los que vendrán y podremos disfrutar. Dónde se enamoraba la gente y era feliz con las salas y el ocio nocturno cerrado, «Quiero un amor como el de esa película». La falta de costumbre durante estos meses no ha calado en nadie, el ser humano se adapta pronto a lo bueno y nunca acaba de hacerlo a lo malo, por eso las entradas han volado y volarán. La música es tan importante y necesaria, la cultura en general, que sin ella esta cosa manida que llamamos vida sería insoportable. «¿Qué es normalidad? Y tú me lo preguntas. Bla, bla, bla. Normalidad es ir a un bolo a La Salvaje», escribía David R en Instagram. Y es imposible estar más acertado.
Luis Brea vuelve al escenario -qué gusto es escucharle en acústico- como siempre, como la última vez que le vi, con todo: haciendo disfrutar al máximo a los que estamos viéndole. Hace que la mascarilla se te olvide, te retrotrae a ese 2019 que era magnífico o te lleva a ese futuro que va a venir y será aún mejor, claro que sí, mucho mejor. Es un nuevo día, es una mejor noche: aquí está otra vez. Hay que recordar esto, porque casi es como esa primera vez, pero ahora es que volvimos a escuchar música en directo. Y esto no se olvida, como tampoco nos olvidamos durante todo este tiempo de las salas y lo mal que lo estaban pasando. Ahora llega su momento, ahora tenemos que echar el resto, que sólo se nos pide ir a conciertos y disfrutar. Y brindar por esos momentos. «Me alegro de volver a estar aquí otra vez, en esta maravillosa marcianada», dice Luis Brea. Aún no hemos elegido a la reina del pop, igual él es el rey, puede ser, pero todos cantamos y bailamos sus canciones. No hagan esto esto en sus casas.
Por parte de La Salvaje dicen que esto es una burbuja de aire que les permite seguir vivos, un poco más y no lo cuentan y tienen que echar la persiana. Eso sí que sería un drama cultural y sentimental. Que sigan aquí por mucho y poniéndonos otra copita y recogiendo botellas vacías de Mahou. Porque de esta noche salimos todos revolucionados e ilusionados. Volvemos a los bares, a la música en directo: volvemos a la felicidad. Me encanta la parte que viene, yo no sé decirle que no.
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