El cambio de calles de Oviedo enloquece a Google maps

D.R.

OVIEDO

Cambio de la placa de la calle 19 de julio
Cambio de la placa de la calle 19 de julio José Luis Cereijido

Ninguno de los nuevos nombres que cambiaron dos veces aparece reflejado, y en algún caso incluso la aplicación recoge el nuevo y el antiguo

23 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las placas de los nombres de calles de Oviedo son, tal vez, las menos visibles de las capitales de provincia. El formato metálico elegido, con letras pequeñas y poco legibles sobre el fondo oscuro, hacen que en algunos puntos sean prácticamente inútiles con el paso de los años.

Poco legibles y caras, a lo que se suma la necesidad de reponer algunas que han sufrido tres cambios en pocos años. La batalla judicial por el nombre de algunas calles, sustituidas por el equipo de gobierno anterior para ajustarse a la Ley de Memoria Histórica, se saldó con la reposición de algunos de los antiguos nombres franquistas. Después, el gobierno PP-Ciudadanos, decidió que los nombres elegidos por el tripartito PSOE-Somos-IU no eran adecuados y volvió a cambiarlos.

El saldo es que algunas calles han pasado ya por tres nombres y los vecinos no saben a qué atenerse. Pero tampoco la aplicación Google maps se aclara. Por ejemplo, la calle Diecinueve de julio pasó a ser Progreso (era la antigua denominación, anulada por el juez) y ahora es Pepa Ojanguren. Para el popular mapa interactivo, sigue siendo Progreso, pese a que hace muchos meses que se cambió.

Lo mismo ocurre con la calle Comandante Vallespín, que el tripartito dedicó a Gloria Fuertes. Anulación, judicial, vuelta a Comandante Vallespín y de nuevo cambio. Pero al PP no le gustó que la calle llevara el nombre de la poetisa, así que la llamó Miguel Ángel Blanco. Ni rastro de él en Google maps. Finalmente, los vecinos se siguen refiriendo a ellas como antes del lío. Así hasta 17 calles con nombres triplicados.

Hay casos, incluso, en que los nombres que cambiaron una vez, como la plaza del Fresno (La Gesta) aparecen reflejadas con los dos nombres, uno sobre la vía y otro sobre el espacio de la plaza. La solución directa, el caos servido.

Según el último contrato licitado por el ayuntamiento, esto va a costar a los ovetenses otros 49.610 euros, a razón de 496 euros por cada placa cambiada, IVA incluido, con un suministro que posiblemente atienda a una polémica aún no cerrada del todo.