Carlos Llaneza: «Aspiro a contagiar la pasión que tengo por Oviedo a todos los ovetenses»

Carlos Llaneza se declara un enamorado de Oviedo. Concejal del PSOE entre 2003 y 2007, ha decidido dar un paso al frente para contagiar esa pasión a los ovetenses con el objetivo de recuperar la alcaldía para los socialistas. Para ello, primero tendrá que ganar en las urnas a unos compañeros de partido de los que dice que, aunque cada uno defiende su proyecto, «a grandes rasgos, nos une más de lo que nos separa».

-¿Qué le ha llevado a volver a la primera línea de la política municipal 15 años después?

-Tres razones. Primero, que un grupo de compañeros me vienen animando desde hace tiempo, y eso es de agradecer. Segundo, que es un desemboque lógico. Llevo muchos años con inquietudes sociales, formando parte de asociaciones de vecinos, de festejos, de Manos por el Naranco, y llevo 10 años escribiendo artículos en prensa cada semana sobre Oviedo, dando charlas, conferencias… Cuando ves la oportunidad y te encuentras esta situación, debes decidir. Además, hay una tercera razón, más personal, que es por honrar la memoria de mi padre, que siempre se dedicó a los vecinos de Vallobín. Durante 8 años fue alcalde barrio, siempre militó en el PSOE y su ejemplo perdura. De él me viene esa percepción de la política como servicio.

-¿Le costó mucho decidirse o llevaba tiempo barajando la posibilidad?

-No es una decisión fácil porque supone una responsabilidad grande. Pero creo que cuando tienes la convicción de que Oviedo merece la pena, es más sencillo. Este trabajo de estos años de investigar, escribir, te lleva a conocer, sentir y entender la ciudad. A quererla mucho más. Cuando alguien quiere algo es más fácil implicarse en su defensa. Tuve muchas dudas, pero lo hago movido por la pasión que tengo por Oviedo y con no poca ilusión.

-¿Qué cree que puede aportar como cabeza de lista?

-Aspiro a contagiar la pasión que yo tengo por Oviedo. Creo que es una ciudad con mucho potencial, que merece la pena trabajar por ella, implicarse en su lucha. Esa pasión es un poco el germen y el caldo de cultivo para contagiarlo a los compañeros y luego al resto de ovetenses para sentar las bases de un proyecto ilusionante. Mi aspiración sería conseguir una ciudad con la que la mayor parte de los ovetenses se sintieran identificados y orgullosos.

-¿Quién le acompaña en esa candidatura?

-No hay nombres para una candidatura futura. Eso no toca ahora porque no estamos en esa fase. Ahora hay un grupo que está conmigo, no es una tarea de uno solo, pero para hacer la candidatura primero hay que ser candidato y luego ya se vería. La verdad, no he pensado en nada de eso.

-¿Qué diferencia a Llaneza del resto de candidatos?

-Creo que es una cuestión que deben dirimir los compañeros de la AMSO. Yo tengo mis ideas de lo que debería ser la ciudad, pero creo que son dos compañeros de valía y son los compañeros los que deben determinar las diferencias. Creo que a grandes rasgos nos une más de lo que nos separa.

-¿Descarta unirse con algún otro candidato o es una opción que está sobre la mesa?

-No tengo ni idea. No lo sé. Todo es posible, pero de momento no hay movimientos en ese sentido. Los tres tenemos ganas de continuar y no me consta que nadie haya dado pasos para eso.

-Para la secretaría general de la AMSO, la FSA medió para pactar un candidato. ¿Hubo negociaciones para el candidato a las primarias?

-No me consta. Creo que han dejado margen para que cada uno ejercite el derecho a presentarse. No me consta ninguna intermediación y tanto la postura de la FSA como de la secretaria general de la AMSO fue exquisita.

-Usted tiene experiencia como concejal, por lo que conoce el funcionamiento interno del ayuntamiento. Si sale elegido, ¿cómo espera recuperar la alcaldía para el PSOE?

-Lo primero de todo es que tenemos que creérnoslo. El PSOE es un partido cuya razón de ser es transformar la sociedad en positivo. Tenemos que creerlo. Los socialistas de Oviedo no tienen razón de ser si no es para construir una sociedad mejor y poner herramientas para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Tenemos que contagiar esa pasión. También hay que intentar transmitir que Oviedo tiene un gran potencial y muchas oportunidades de futuro. Desde esas premisas, debemos construir un proyecto ilusionante, atractivo, integrador, en busca de mayores consensos para que la mayoría se sienta identificada. Además, hay que contribuir a bajar el tono para alcanzar los puntos de encuentro.

-¿Qué debe cambiar en Oviedo? ¿Qué opina de los planes para La Vega?

-Hay cosas que me parece que están bien, como que tres administraciones se pongan de acuerdo en recuperar una zona privilegiada. Hablamos de un protocolo inicial, muy inicial, que se espera llevar a definitivo en enero. Yo lo que pediría es que a cuatro meses de unas elecciones en las que puede cambiar el gobierno se esperase, porque el proyecto se puede mejorar en busca de mayor consenso y mayor participación de los técnicos. Creo que es mejorable y que sería deseable un consenso más amplio.

¿Y de la ronda norte?

-Hay que dar soluciones a unos determinados problemas de tráfico. Siempre he defendido que hay alternativas. En base a eso, creo que la ronda es una propuesta desmesurada y hay que estudiar las alternativas menos lesivas, más económicas y realizables a corto plazo. Hay que dar respuesta a los problemas de tráfico, puntuales y, en gran parte, vinculados a colegios. Empecemos por ahí.

-El proyecto que parece más avanzado es el de El Cristo-Llamaquique…

-A expensas de una mayor concreción y detalles, creo que es una buena oportunidad para Oviedo. Es uno de los grandes retos que tiene la ciudad, unificar la justicia y crear espacios nuevos para la universidad. En principio, y falta de detalles, es una buena noticia.

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