«La casa de los horrores» de Oviedo y «los niños fantasma» de Italia, casos extremos de aislamiento infantil por miedo al covid

Carmen Liedo REDACCIÓN

OVIEDO

La Policía local de Oviedo detuvo a un matrimonio por tener a sus tres hijos menores, dos gemelos de ocho años y otro niño de diez, encerrados en su vivienda en durante cuatro años y en condiciones insalubres
La Policía local de Oviedo detuvo a un matrimonio por tener a sus tres hijos menores, dos gemelos de ocho años y otro niño de diez, encerrados en su vivienda en durante cuatro años y en condiciones insalubres J.L.Cereijido | EFE

Recientemente se conocía que el pasado mes de abril, durante una evacuación de emergencia por las fuertes inundaciones, se encontraron a dos niños en una granja remota de Lauriano (Turín). Al igual que los tres niños de Toleo (Asturias), no estaban escolarizados ni tenían una atención sanitaria adecuada

24 jul 2025 . Actualizado a las 13:00 h.

Las localidades de Toleo, en Oviedo, y Lauriano, en Turín, son dos lugares separados por más de 1.500 kilómetros y unidos por haber albergado dos casos estremecedores de aislamiento infantil extremo por la obsesión y el miedo al covid de sus progenitores. Si hace dos meses y medio la sociedad asturiana y, por extensión, la española se quedaba estupefacta al descubrirse en un barrio de la capital del Principado una «casa de los horrores», hace unos días se quedaba así la sociedad italiana al conocer que, también el pasado mes de abril, por casualidad, durante una evacuación de emergencia provocada por las fuertes inundaciones se habían encontrado en una granja remota de Lauriano a dos niños que ni siquiera constaban en el registro civil.

En «la casa de los horrores» de Oviedo, unos padres mantuvieron encerrados a sus tres hijos, dos gemelos de 8 años y un niño de 10, durante cuatro años en un intento por evitar que se contagiaran de Covid-19. Este caso de aislamiento salía a la luz a finales de abril cuando las autoridades, alertadas por la sospecha de una vecina de que en una casa de Toleo había niños sin escolarizar, lograron rescatar a los menores, que vivían en condiciones precarias, sin acceso a una educación adecuada ni atención sanitaria. Los niños, que no tenían contacto con el exterior ni con otros niños, mostraban signos de un aislamiento extremo, con un desarrollo físico y emocional severamente afectado, ya que todavía utilizaban pañales.

En Italia, los llamados «niños fantasma» de Lauriano, en Turín, parece ser que han vivido en condiciones aún más extremas. Durante años, dos hermanos de 9 y 6 años han permanecido aislados en una granja remota, sin acceso a la educación, sin inscripción en el registro civil y sin contacto con el sistema sanitario o social. La situación de esta familia también se descubría en abril, cuando durante una evacuación de emergencia por las fuertes inundaciones en la zona permitió a las autoridades descubrir su existencia en condiciones higiénicas y sanitarias deplorables, aunque ha salido a la luz recientemente, según informan estos días los diarios italianos La Stampa y Corriere della sera. Los niños, que no sabían leer ni escribir y usaban pañales, habían sido criados en un entorno de total abandono, sin ninguna interacción social ni estímulo educativo. La negligencia de los padres y la falta de intervención social durante años permitieron que estos menores vivieran en un limbo legal y humano.

Ambos casos, aunque diferentes en detalles y contexto, ponen en evidencia las graves consecuencias de la pandemia de la Covid-19 más allá de la propia enfermedad que pudiera general el virus. Y es que la obsesión y el miedo al contagio ha derivado, como se decía anteriormente, en casos extremos de aislamiento infantil y de abuso y control extremo, además de que, en Italia, la historia de «los niños fantasma» haya revelado un abandono prolongado que comenzó, incluso, antes de la pandemia y que ha pasado desapercibido durante años.

Investigaciones en marcha y separación de sus padres

En ambos casos, las autoridades han abierto sendas investigaciones y los niños han sido separados de sus padres. En el caso de los niños de Oviedo, el juzgado de Instrucción que llevó el caso dictó para los progenitores prisión provisional comunicada y sin fianza por mantener presuntamente encerrados a sus tres hijos menores desde el año 2021, una medida preventiva que confirmaba la Audiencia Provincial a mediados del pasado mes de junio, desestimando así el recurso de apelación interpuesto por la representación de la madre. En el caso de los niños de Lauriano, en Turín, a la espera de una resolución judicial, los menores han sido ya alejados de la familia, si bien el padre ve a sus hijos cada dos semanas y ha asegurado que luchará «hasta que se los devuelvan».