Luis Pacho, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo: «El problema de los que se han escapado al PP es del PP. Nosotros nos hemos desparasitado»

Luis Pacho (Oviedo, 1975) afronta con «ilusión y mucha energía» la cita electoral del próximo 28 de mayo, aunque prefiere ser «realista». El candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo admite que el partido no encuentra «alimento» en un escenario de polarización política y cuenta con «entre 5.000 y 7.000 votos». Con la motivación que le está produciendo «volver a los orígenes de Ciudadanos» en este arranque de campaña, hace balance de casi una legislatura de gobierno de coalición, que saltó por los aires cuando tres de los cinco concejales «transfugaron» al PP de Alfredo Canteli, y pone sobre la mesa sus prioridades respecto a los temas que más preocupan a los ovetenses.

—Ciudadanos ha formado parte del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo en la pasada legislatura. ¿Qué balance hace?

—Evidentemente nosotros no vamos a renegar de haber formado parte de un gobierno durante cuatro años, casi cuatro años, porque lo hemos dejado antes de acabar la legislatura. Y claro, esto es como todo, si este gobierno ha conseguido mejorar aspectos de la ciudad ha sido gracias a la impronta de Ciudadanos. Nosotros hemos sido el agente de cambio. La gente ha visto lo que es, hemos tenido una serie de concejalías en las que ha sido posible hacer cosas, pero también es cierto que no hemos hecho todo lo que podríamos haber hecho. ¿Por qué? Porque las restricciones del socio han estado ahí. Ahora me sorprende mucho que al señor Canteli se le llene la boca con los distritos cuando a mí me ha declarado de manera explícita que no sabe qué son los distritos. No solo es eso, además ahora cree que regándolos de millones puede comprarlos, cuando ha pasado olímpicamente de ellos. Es más, entorpeció mi tarea, porque el proyecto que tenía Ciudadanos con respecto a ellos era una concejalía única de distritos y participación, en la que hubiera un presidente único que gestionara todas las demandas de los vecinos y que estuviera correctamente financiada. No lo estuvo. Me disgregó todas las presidencias de distrito entre diferentes concejales de otras áreas, que estaban más ocupados de sus áreas que de los distritos, y me viene ahora diciendo que los distritos son una prioridad para él, pues me causa bastante estupefacción. Yendo más allá, a lo que es el balance, ya lo digo: Si algo ha cambiado o algo bueno se ha hecho siempre ha sido a instancias de concejalías de Ciudadanos. Hemos intentado que fuera una labor de equipo. Cuando hablamos de unas fiestas como San Mateo, pues esas se las comió y se las guisó la concejala de Festejos. Cuando hablamos de las de Navidad, cuidado, que ahí hubo otras concejalías: el alumbrado lo llevó Ciudadanos, la contratación de la pista de hielo también, todo el aspecto cultural lo llevó Ciudadanos y, si me apuras, los mercados los llevó Javier Cuesta, que además no le llevan en la lista. Evidentemente es una labor de equipo, pero todo lo bueno que ha podido ver la ciudadanía ha sido gracias a concejalías de Ciudadanos.

 «Todo lo bueno que se ha podido ver en esta legislatura ha sido gracias a Ciudadanos»

—El pacto entre el PP y Ciudadanos se rompió cuando parte de los concejales se pasaron al equipo de Canteli. ¿Qué supuso para el partido y cómo cree que le puede afectar en estas elecciones?

—El problema de esa gente que se ha escapado al PP es del PP. Porque nosotros lo que hemos hecho es desparasitarnos, ni más ni menos. Nosotros estamos más libres que nunca, aliviados, tranquilos y con el verdadero Ciudadanos. El que tiene un problema con gente que le ha entrado es el PP, porque los han colocado en puestos de salida, quitando a gente fiel a ellos, y eso evidentemente a las cuadernas de Ciudadanos no afecta, afecta a las estructuras del Partido Popular, porque es el PP el que tiene el problema de haber acogido a tránsfugas. A lo que a nosotros respecta, el Partido Popular no se presenta a las elecciones, se presenta un señor que ha estado cuatro años sujeto por el PP sin afiliarse, un conjunto de tránsfugas y un conjunto de personas con intereses particulares e individuales. El PP no se presenta a estas elecciones, no se presenta por incomparecencia y por culpa del señor Canteli.

—¿Qué relación tiene con sus antiguos compañeros, ahora concejales no adscritos en el Ayuntamiento de Oviedo?

—Ninguna.

—¿Qué le llevó a quedarse en Ciudadanos y encabezar la candidatura después de todo lo sucedido en los últimos meses?

—Ante todo, la dignidad y la decencia. También el ver que se estaba pretendiendo que Ciudadanos no presentara una candidatura. Eso se ha intentado por activa y por pasiva, por estos que han «transfugado», porque no solo fueron tránsfugas, trataron de destruir el partido por dentro previamente. Viéndolo, traté de denunciarlo internamente al partido, sin éxito. Cuando ya la cuestión estaba muy clara es cuando el partido viene a mí y me pide que dé el paso. Yo, como siempre he dicho, he estado a disposición del partido, me lo han demandado y he cumplido porque me considero una persona fiable. A partir de ahí, con todas las ganas y toda la ilusión. Tenemos un nuevo Ciudadanos con respecto a los últimos cuatro años porque es más participativo, más cercano a la filiación y a la militancia y que cada día es más útil. Yo a medida que voy conociendo el posible Consistorio que quede tras el 28 de mayo veo que Ciudadanos es indispensable. Nos jugamos mucho, y el ciudadano también se juega mucho. El gobierno que viene va a enfrentarse a unos desafíos muy grandes, que van a venir motivados por la vuelta de las reglas de gasto, y, ante eso, lo que se necesitan son personas muy experimentadas en la vida municipal. El consistorio que viene no parece que tenga ese tipo de personas. Por un lado, una candidatura popular que no representa al Partido Popular, son intereses individuales de personas que están ahí para servirse; la del PSOE no tiene apenas experiencia; Vox y Podemos, ídem, y ya digo, Ciudadanos yo lo que veo es que en estas circunstancias va a ser un partido muy necesario para que se lleven a cabo las políticas necesarias en el consistorio. 

—Ha habido polémica en los últimos días por la inclusión de familiares directos en la candidatura. ¿Fue difícil completar la lista?

—Todas las candidaturas de 30 personas son difíciles de confeccionar. Y, cuando personas que tienes afiliadas y que son de la Abogacía te manifiestan miedo por venir en tu lista, más todavía. Porque da la sensación de que hay una especie de omertá entre la profesión para ir en una lista de Ciudadanos, y eso nos ha afectado. A todos los partidos les afecta el poder encontrar personas para las listas. Es una práctica más habitual de lo que las personas piensan poner a amigos o familiares en los últimos puestos. Yo lo que he hecho ha sido poner en los diez primeros puestos a gente muy relevante desde el punto de vista de su preparación. Y digo más, las expectativas de Ciudadanos son las que son, para sacar 15 necesito 50.000 votos. Nosotros si algo somos es realistas, no contamos con 50.000 votos. Contamos con entre 5.000 y 7.000 votos.

«Nuestra expectativa es entrar y tener representación. Dos concejales sería un resultado óptimo, uno, un resultado bueno. Ciudadanos, como bien dice nuestro secretario general, no necesita un resultado grande para tener un gran resultado»

—En esa línea, ¿qué expectativa tiene Ciudadanos para el próximo 28M?

—Nuestra expectativa es entrar y tener representación. Dos concejales sería un resultado óptimo, uno, un resultado bueno. Ciudadanos, como bien dice nuestro secretario general, no necesita un resultado grande para tener un gran resultado. Somos conscientes de que la política hoy en día está polarizada y que un partido como Ciudadanos, que no se alimenta del odio, no tiene mucho de qué nutrirse. Los que tienen alimento desgraciadamente son los extremos, que se alimentan del odio y eso es lo que hay. Nosotros de lo que nos nutrimos es de la ilusión y de la expectativa de una buena política, y hoy en día desgraciadamente Ciudadanos tiene problemas para encontrarlo. En todo caso, contamos con entrar y permanecer dentro de la institución. Si no accediéramos, que podría también ocurrir, seguiríamos ahí. Siempre tiene que haber una opción liberal, porque si no la hay, la gente al final la acaba echando de menos. Yo por la calle sigo oyendo que un partido como Ciudadanos hace falta, y es verdad, hace falta. 

—Pero los últimos resultados electorales no reflejan lo mismo…

—El 28 de mayo veremos. Las elecciones municipales tienen un carácter individual, de la persona. Confío en que las personas valoren a alguien de verdad fiable, leal y que se va a partir la cara no solo por su partido, sino por los ovetenses. Ciudadanos es el partido en el que estuve siempre, nunca me dediqué a otro, empecé en política en él y será en el que eventualmente me retire. Pero sobre todo me partiré la cara por los ovetenses, y eso lo tienen que comprender. He venido a la política para servir, no para servirme, cosa que otras personas no pueden decir.

—Si Ciudadanos fuera decisivo, ¿volvería a pactar con el PP?

—Ciudadanos no mira con quién se pacta, si no para qué se pacta. El con quién se pacta es política del siglo XX. El para qué se pacta es la política del siglo XXI, que es en la que estamos nosotros. Entonces, ¿cuándo se pactaría con el PP, con el PSOE o con quien fuera? Pues en base a las propuestas y a un programa de gobierno de verdad, que fuera realizable y en el que las políticas de Ciudadanos estuvieran ahí y fueran de verdad decisivas. 

—Sobre temas municipales, la semana pasada el Gobierno aprobó la construcción de 1.000 viviendas sociales en terrenos de La Vega. ¿Cómo valora el anuncio? ¿Cómo cree que queda el convenio para el desarrollo de esta zona?

—El convenio estaba en el aire y aquí da la sensación de que una vez que el Gobierno central promete 1.000 viviendas sociales en la Vega, con lo que te encuentras es que de repente cambia el interlocutor. El interlocutor ya no es Defensa, es el Ministerio de Transportes. A partir de ahí, el gobierno municipal se ha encargado de decir «circulen, que por aquí no pasa nada». Y sí pasa, han dejado el convenio en agua de borrajas. Cuidado, convenio que yo nunca vi y nunca lo tuve entre mis manos para poder leerlo. Con lo cual bueno, da la sensación de que se ha vendido humo. Y además yo creo que estas son señales que puede ver cualquier persona: el que sale al paso para decir que aquí no pasa nada y que el convenio sigue es el concejal Gerardo Antuña, con todo mi respeto y todo mi cariño, que no ha tenido nada que ver. Han dejado de lado al señor alcalde y al señor Nacho Cuesta, no vayan a quemarse en período electoral ante un ridículo total y absolutamente sonoro como ha sido el tema del convenio de La Vega. Ahora fueron a fiarse de Sánchez, menudo par. 

«Lo primero que tienen que comprender los vecinos de la Florida y Vallobín, que serían los más favorecidos ante una solución al tráfico, es que con la Ronda Norte les están tomando el pelo»

—Otro de los grandes proyectos es la Ronda Norte. ¿Qué alternativa propone Ciudadanos?

—Lo primero que tienen que comprender los vecinos de la Florida y Vallobín, que serían los más favorecidos ante una solución al tráfico, es que con la Ronda Norte les están tomando el pelo. No hay una verdadera voluntad para llevar a cabo la Ronda Norte. Es una infraestructura que tiene mucho mucho coste y para colmo, está generando división entre los vecinos. Con lo cual, nada positivo nos está aportando. Lo que sí que tenemos que hacer, tirando del refrán asturiano «más vale facerlo que mandalo», es ponernos las pilas en lo municipal y llegar a un acuerdo con el Principado para cofinanciar una solución que no pase por taladrar el Naranco. Podría ser perfectamente hacer el pinchazo desde San Claudio y ya digo, con cofinanciación y proyectado entre el Principado y el Ayuntamiento. Porque desde el punto de vista nacional, la Ronda Norte a los políticos que gobiernan no les importa y ya han dado bastante muestra de ello. 

—Entre los grandes asuntos municipales están el antiguo Huca, la plaza de toros, el Calatrava, la reapertura del Asturcón… ¿Cuáles son las prioridades de Ciudadanos y las alternativas que proponen?

—Con respecto al antiguo Huca, lo que tiene que hacerse o el proyecto al que se va es lo que siempre dijo Ciudadanos: la ampliación del campus de la Universidad y que todo gire en torno a esa ampliación del campus. Aparte, esa ampliación conlleva el traslado de las facultades de Llamaquique al Cristo y en Llamaquique hacer la ciudad de la Justicia. Ese es el proyecto. 

El Calatrava, yo he sido concejal de Edificios y Patrimonio, y es un verdadero dolor de cabeza. Podría ser un edificio utilizado para ferias, para darle de una vez un uso con el que revitalizar la zona. Lo que pasa es que en el Calatrava hay que meter dinero, mucho dinero. Entre otras cosas porque los trabajos en altura que requeriría, por ejemplo, una limpieza de todo el edificio supondría un trabajo de altura complicado y caro, encima en blanco Calatrava. Y ya en este mandato hemos conseguido reducir las goteras y ahora la polémica viene dada por la condonación a un fondo buitre del IBI. Eso no puede ser, porque no es legal y porque sería una falta de respeto a los contribuyentes ovetenses. Eso que quede bien claro, pero la gente luego se olvida de lo fundamental que es qué hacer ahí. Creemos que un proyecto de ferias de la mano de la Cámara de Comercio podría ser muy útil para el edificio, para la ciudad y para la zona.

«El Calatrava es un verdadero dolor de cabeza. Podría ser un edificio utilizado para ferias, para darle de una vez un uso con el que revitalizar la zona, pero hay que meter dinero, mucho dinero»

Sobre la plaza de toros, es el único edificio del Cristo que es nuestra responsabilidad. Ahí tengo que decirlo, no he entendido todavía por qué no tenemos a estas alturas un proyecto ya para ejecutar. Estaba financiado, dos veces lo han parado, y cuando digo lo han parado no ha sido cosa de ningún concejal de Ciudadanos, ha sido cosa del alcalde. Entonces, la plaza de toros ya tendría que tener su proyecto y empezar a hacerse. ¿Cuál es el proyecto que nosotros defendemos? Un espacio multiusos en el que se puedan hacer espectáculos culturales, deportivos… Luego parecemos el ayuntamiento de los 5.000 espectadores, yo creo que podríamos ser un poquitín más ambiciosos. La idea sería esa, tener un Royal Albert Hall tamaño Oviedo para tener espectáculos de ese tipo.

Ahora viene El Asturcón, que era un acuerdo de gobierno. A nosotros lo que nos gustaría es que no solo volviera a tener uso ecuestre, sino que también pudiera ser un centro de conciliación familiar. Estamos de acuerdo en que se recupere pero incorporando esos usos para las familias: campamentos de verano y actividades de ese tipo.

Aparte de estos temas, hay un proyecto que me preocupa especialmente, que es el Tartiere. Me preocupa porque advertí de que teníamos un informe que decía que ya urgía arreglar la estructura y la cubierta, contratamos un proyecto y esa contratación de proyecto la paró el alcalde en una junta de gobierno. La dejó encima de la mesa, dicho por él en entrevistas. Es una cuestión que no he visto dentro de presupuestos, de proyectos, ni en infografías. Estoy ciertamente preocupado por que no se lleven a cabo esos trabajos. Eso lo que te muestra es que hay cosas que por parte de Ciudadanos nos hubiera gustado hacer pero no hemos podido. La cosa no es tan inocua desde el punto de vista de la seguridad que si hablamos de los distritos. El Tartiere son palabras mayores, porque son partidas inversoras bastante grandes, ocho millones de euros para que esté en condiciones de seguridad, y eso parece que se está pasando muy por alto. Hablan de un proyecto más ambicioso, yo solo tengo una ambición, que es la seguridad.

—Las pasadas fiestas de San Mateo fueron muy criticadas por el cambio de modelo. Ciudadanos estaba en el equipo de gobierno pero, mirando atrás, ¿es partidario de mantener las modificaciones de Canteli o volvería a recuperar la fórmula anterior?

—En San Mateo hay una cosa que es la siguiente: había una serie de chiringuitos políticos que lo que estaban haciendo era financiar partidos. Hay modelos de fiestas en otros sitios que son así, todos los partidos ponen su caseta y sus cosas. En este caso, las fiestas estaban secuestradas por dos partidos políticos, me refiero a que estaban con sus chiringuitos y utilizando de rehén a los demás chiringuitos. Yo pregunté al secretario en su momento cuál era la posibilidad de hacer una labor quirúrgica en la que se eliminaran los dos chiringuitos políticos, y no era posible, o quitabas todos o no quitabas ninguno. Aquí nos encontramos con una analogía que es la del secuestrador agarrando al rehén y un gobierno que en vez de ser cauto lo que hizo fue matar al rehén y al secuestrador, y se quedó tan ancho. A partir de ahí, el modelo siempre puede mejorar. Lo que nos parecía un despropósito, y se dijo internamente, era tener conciertos en La Ería y que cuando la gente saliera para los chiringuitos estuvieran cerrados. Lo que hay que buscar es una solución en la que podamos tener los conciertos cerca de los chiringuitos para hacer unas fiestas más compactas y más fiestas. Nosotros la solución que aportamos era poner los conciertos y el chupinazo oficial en la Escandalera y cuando haya conciertos, cerrar la calle del Campoamor. Ese modelo se hizo en Navidad para el encendido de luces y fue un completo éxito, fue más gente que nunca y fue una propuesta de Ciudadanos. Eso se propone para San Mateo también, porque la gente yo creo que va a disfrutar más, una vez terminado el concierto se puede ir a los chiringuitos, no afecta a la Catedral y quedarían unas fiestas preciosas. Ya digo, todo se puede mejorar. Pero con este modelo que se inició lo que se hizo fue matar al secuestrador y al rehén, podría haberse hecho de otra manera.

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