Más calentamiento para llegar a los 40 grados musculares

Manuel Pombo

RUSIA 2018

Javier Etxezarreta

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para situarse, hay que tener en cuenta que a partir de 30 grados la termorregulación de nuestro cuerpo comienza a complicarse y eso hace que a nuestro cuerpo el mismo esfuerzo físico le genera mayor gasto energético. Ese gasto extra es para disipar esa energía, ese calor que tenemos dentro del cuerpo por la temperatura, y la primera medida que debemos tomar normalmente es tener muy hidratados a los deportistas porque cuando más deshidratados están peores condiciones fisiológicas tienen su organismo. La hidratación es uno de los pilares fundamentales, la regla de oro, para poder luchar contra este problema de las altas temperaturas cuando se hacen competiciones.

Hay estudios científicos muy antiguos que plantean que si alguien se pone a correr ahora y tiene un 3 o 4 % de deshidratación, el corazón va a tener cinco o siete pulsaciones más porque tu cuerpo está deshidratado, y eso significa que el corazón va trabajar con más intensidad para responder al esfuerzo que esa persona está haciendo. Inicialmente, los protocolos hablan de que cada 20 minutos deberíamos hidratarnos.

La situación que ahora va a vivir España le va a favorecer. Ir a un sitio en donde hay menos temperatura significa que nos vamos a encontrar con menos problemas porque al hacer un buen calentamiento fisiológico los jugadores no van a tener tanta problemática como si fuera al revés. En este caso debe variar el tipo de calentamiento para competir, que va a tener que ser más largo y más profundo para que el cuerpo esté mejor preparado.

Para competir necesitamos que nuestra temperatura muscular esté sobre 40 grados, lo que significa que si el día es de 30 grados con un calentamiento suave subes la temperatura a esos 40 grados fácilmente; pero si hay 10 grados de diferencia entre la temperatura externa y la de tu cuerpo, necesitas hacer un mayor trabajo muscular, un mayor calentamiento para llegar a esos 40 grados de temperatura muscular.

Es todo lo contrario que sucedió en Brasil, porque la termorregulación es mucho más difícil con temperaturas altas. El cuerpo para disipar el calor gasta energía y encima estás jugando y corriendo, y eso es un gasto energético extra. Ahora, siendo al revés, inicialmente no van a tener un gasto energético tan elevado para disipar el calor de su cuerpo. Incluso les puede favorecer un poco, pero es en la parte final del partido en donde se puede notar.

Manuel Pombo. Preparador físico con pasado en el Deportivo, Betis, Oviedo y Mallorca