El VAR para ahogar tantas penas

RUSIA 2018

GONZALO FUENTES

Un golazo de espuela de Aspas rescatado por el vídeo disimula el tétrico partido de España, que pasa primera

26 jun 2018 . Actualizado a las 00:05 h.

El Mundial de Rusia en abierto lo está dirigiendo Berlanga. Solo así se entiende una España salvada en el VAR. En los VARes, dos al mismo tiempo, en multipantalla. El que rescataba el gol de Aspas en Kaliningrado, y el que en ese mismo instante delataba el penalti de Cédric en Mordovia. La historia de la selección en Rusia continúa a la altura de su arranque. Al nivel que marcó Florentino cuando decidió empezar a romper España por el centro. Rubiales, menudo es él, respondió al órdago con otro más grande. Tú me fichas al entrenador, yo te lo mando. De aquel duelo esperpéntico salió un banquillo para Hierro. Un cargo en el que ni se imaginaba el malagueño dos días antes de que Lopetegui mezclara su momento más infeliz con el más dichoso y se fuera a hacer los madrides al Bernabéu.

Ahí sigue el exentrenador del Oviedo en la misión de acostumbrarse a tanta tierra reconquistada. Desde Asturias para el mundo, sin plan hasta la fecha. Minuto 70, España tomando las de Uruguay y ni un solo cambio en cartera. Seguían los de rojo con los del comienzo, sometidos por Marruecos. Todavía no en el marcador, pero sí en el orgullo y la necesidad clasificatoria. Nada les iba a los de Renard, más allá de encontrar un gol 20 años después. Interesada la selección en resolver cuanto antes, lo regaló pronto como gesto de buena voluntad compartido entre Ramos e Iniesta. Ninguno fue al balón y Boutaib se lo llevó hasta De Gea, que tampoco en esa ocasión hizo su primera parada del torneo.

Rotas las hostilidades, minuto 14, el excampeón tardó otros cinco en abrazarse a su mayor fuente de talento. Isco está para ser Iniesta, y más si el genio de La Mancha lo tutela en la faena. Entre los dos hicieron el empate y España amagó con ir a por más, hasta que de nuevo Boutaib les recordó a los de Hierro que tampoco era el día. En otro error coral, nacido en un saque de banda, el punta marroquí volvió a intimar con De Gea. Esta vez sí, se estrenó el portero.

Sin tensión ni ideas

Pero el combinado nacional ya era presa del miedo, con más errores que ideas, incapaz de dar siquiera un pase con la tensión correcta. Diego Costa echaba el rato lejos del área, a donde no se arrimaban los balones; Silva y Thiago elegían mal casi siempre, y entre Ramos y Piqué, incapaces de entenderse, resumían los inconvenientes de juntar en pocos metros de césped al Real Madrid y al Barça. Lo mismo antes del descanso que después. España desenchufada, eléctrica Marruecos. Trallazo de Amrabat al larguero, una hora de partido y Portugal por delante en la tabla.

No hubo reacción en el banquillo y la del campo duró un minuto a cabezazos de Isco y Pique, que no entraron por un pelo. Acertó con el suyo En Nesyri cuando ya había intervenido Hierro. Dentro de un doble cambio metió otro enganche, el cuarto, y retiró un delantero al que engancharse. Envió a Aspas a por balones que solo empezaron a llover sobre el área después de que Marruecos se pusiera en ventaja. Rodrigo se sumó a la desesperada. Y ahí, con Uruguay en la frente, España se encerró en el VAR; apareció Aspas, genial con la espuela de su pierna mala, y apareció Ansarifard, mayúsculo de penalti. Y España sigue en Rusia y jugará con Rusia. Esto no para.