Rusia, espabilar desde la dificultad

X.R.Castro

RUSIA 2018

PATRIK STOLLARZ | AFP

El cambio de sistema y de jugadores importantes le han dado un ligero impulso al rival de España en octavos, que sufre con sus centrales

27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rusia no superaba una primera fase del Mundial desde 1986 en México, un dato que concede ya el aprobado al seleccionador Cherchesov. Los avatares han ido de la mano del estratega: los malos resultados en los duelos de preparación le llevaron a cambiar el sistema y las lesiones y los malos momentos de los jugadores top han dado paso a secundarios como Dzyuba y Cheryshev, que se han convertido en la columna vertebral de un equipo muy físico (es el que más corre), con mucha envergadura (con jugadores por encima del 1,90) y que además han dado un paso al frente hacia el fútbol combinativo de la mano de Aleksander Golovin.

DOS CARAS

¿Cuál es la verdadera Rusia? La primera fase siembra la duda. Rusia llegó a su Mundial con el peor ránking FIFA y con solo dos victorias en doce amistosos. Pero el partido inaugural lo cambió todo. Le endosaron un 5-0 Arabia Saudí y a continuación dieron buena cuenta de Egipto. Ocho goles a favor y solo uno en contra parecían cambiar el panorama, pero Uruguay ganó muy fácilmente en el partido que definía el primero de grupo.

EL SISTEMA DE JUEGO

Apuesta por el 4-2-3-1. Aunque en el preámbulo del Mundial probaron con una defensa de cinco unidades, al final se han decantado por un 4-2-3-1. En los dos primeros partidos llevaron la iniciativa y además imprimieron ritmo al juego. Con un gran despliegue físico, pero haciendo cosas con el balón.

DEFENSA

Problemas con los centrales. El agujero negro de Rusia está en los centrales. Cherchesov ha apostado en los tres partidos por la dupla Ignashevich-Kutepov. El primero, una leyenda del fútbol ruso, a sus 38 años y desvinculado del CSKA, fue llamado por sorpresa para el Mundial y todo indica que se retirará cuando finalice la Copa del Mundo.

MEDULAR 

Golovin, el guardián del balón. Es el futbolista con más talento de todo el equipo y el encargado de mover los hilos. Tal es su importancia, que Cherchesov no le dio ni un minuto ante Uruguay porque tenía una amarilla y no podía permitirse el lujo de perderlo para el cruce de octavos. En este Mundial se está cayendo al perfil izquierdo a la hora de atacar, pero apareciendo en el pasillo central todavía es mucho más letal. Los rusos esperan recuperar a Dzagoev, el otro jugón del CSKA.

DELANTERA

El factor Dzyuba. Parecía un actor secundario en una selección en donde Smolov (Krasnodar) tenía todos los galones de titular. Pero Dzyuba, el gigante de 196 centímetros, aporta goles, juego aéreo y es un incordio para los centrales debido a su gran envergadura.