Un baile, insultos y una bajada de tensión: así fue el nuevo show de Maradona

dpa / Efe

RUSIA 2018

El exfutbolista se hizo notar desde el inicio del decisivo encuentro de Argentina con un baile con una aficionada senegalesa. Tras adelantarse la albiceleste, se acercó hasta el borde del palco haciendo el gesto de la peineta con ambas manos

27 jun 2018 . Actualizado a las 08:58 h.

Bailó, insultó, celebró, sufrió una bajada de tensión y hasta habló con el más allá: bienvenidos al último show de Diego Armando Maradona

«Gracias, dios», gritó el legendario exfutbolista y exseleccionador argentino mirando a los cielos de San Petersburgo instantes después de que Lionel Messi abriera el camino de Argentina en el triunfo sobre Nigeria que mantiene vivo el sueño albiceleste del título Mundial.

Messi lo celebró arrodillándose en el césped y elevando las manos mientras llegaban sus compañeros para abrazarlo. Al cielo apuntó también Maradona con las suyas, pero a él no le agasajaron sus amigos: estaba tan fuera de sí que sus guardaespaldas le tuvieron que sujetar para que no se cayera del palco VIP en el que siguió el 2-1 sobre Nigeria.

De 57 años y un historial de salud más que delicado, Maradona estaba anoche especialmente alterado y excitado. Algunos vídeos que se viralizaron nada más terminar el partido mostraron al astro argentino abandonando el palco con ayuda y con una aparente bajada de la tensión arterial.

Incluso se difundieron rumores de que tuvo que ser hospitalizado, algo desmentido luego por el propio Maradona. «Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación», manifestó el Pelusa en un comunicado a través de su perfil oficial en la red social Instagram. «Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir? Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, ¡hay Diego para rato!», añadió el que fuera protagonista de la mano de Dios, en un texto que acompañaba a una foto en la que le atiende un facultativo.

«Debió ser atendido dentro de uno de los palcos especiales, en donde le tomaron la presión y lo asistieron los médicos presentes en el establecimiento», puntualizó la cadena argentina TyC Sports tras el 2-1, sellado con un gol de Marcos Rojos en el minuo 86.

El futbolista argentino, campeón del mundo en México 1986, se hizo notar desde su salida en los prolegómenos del encuentro, con un baile con una aficionada senegalesa al ritmo de la música que se reproducía en la megafonía de estadio, que fue retransmitido por las pantallas y jaleado por la mayoritaria hinchada argentina. Y todo ello a pesar de que en otro momento del partido Maradona se quedó prácticamente dormido en su asiento.

En los últimos minutos había tal tensión en el césped, que seguramente Maradona ni parpadease, temiendo la eliminación de su Argentina en la fase de grupos. Y apareció Marco Rojos, un defensa, para marcar en el minuto 86 el gol del triunfo y devolver las esperanzas a los hinchas albicelestes. Y, cómo no, a Maradona, el aficionado número uno, el que todos quieren ver y fotografiar.

Ese tanto fue el de la explosión de Maradona: contenido por algunos de sus compañeros en el palco, se acercó hasta el borde haciendo el gesto de la peineta con ambas manos. «Putos», gritó enfervorizado tras el gol de Rojo mientras enseñaba el dedo de en medio de las dos manos.

Otra vez Rojo abrazado por sus compañeros, otra vez Maradona sujetado por los guardaespaldas.

La hemeroteca de exabruptos y shows de Maradona recorta terreno a la de los goles.