De Gea se debate entre los palos

M.G Reigosa

RUSIA 2018

PIERRE-PHILIPPE MARCOU

Llegó como el mejor portero de la Premier y ve comprometida su titularidad ante Rusia

29 jun 2018 . Actualizado a las 17:38 h.

El fútbol es el mejor escenario para las paradojas. Puede con todas, también con las más inesperadas e inexplicables. Y España se está llevando la palma en el Mundial de Rusia.

Ha accedido a octavos de final como primera de grupo, pero con tantas dudas que hay debates en todas las líneas. La que parecía menos clara antes de que empezase a rodar el balón era la delantera. Diego Costa se ha consolidado en la proa, aunque tanto Aspas como Rodrigo han aprovechado los pocos minutos que han tenido.

En la popa, sin embargo, nadie discutía la elección de David de Gea. Llegó después de firmar su una temporada excelsa en la Premier y de ser elegido el mejor arquero del campeonato inglés. Disputó 37 encuentros, en los que recibió solo 28 goles, ninguno de ellos imputable a errores suyos. En dieciocho contiendas dejó su portería inmaculada. También se significó como el mejor en una estadística que mide las paradas en ocasiones manifiestas de gol, con más de una docena en su haber.

Guante de oro

Todo ello le valió para llevarse el Golden Glove, el guante de oro. El día que recibió el galardón, repartió méritos: «Todos defendemos y todos atacamos».

Las mismas estadísticas y sensaciones que lo encumbraron durante la temporada regular le han dado la espalda en los tres partidos de la liguilla del Mundial y lo sitúan entre los guardametas más flojos de esta primera fase. Frente a Portugal, tres tiros entre los tres palos acabaron en la red: el penalti, el chut que se le escurrió y la falta que siguió con la mirada. Irán solo tiró una vez con dirección a la red, y acabó dentro. Pero no valió por fuera de juego. Lo vio el auxiliar y lo ratificó el VAR.

Ante Marruecos el resultado final fue de empate a dos goles. En el primero, el grave error de entendimiento entre Ramos e Iniesta le perjudicó porque Boutaib llegó solo y le ganó el mano a mano. Poco después volvieron a verse las caras los mismos protagonistas, y esta vez De Gea evitó el gol. De nuevo Boutaib se vio favorecido por una concesión española, ahora en un saque de banda. Llegó algo más forzado, adelantó más el balón y el portero aguantó bien. Fue su primera parada en el Mundial, después de 204 minutos (sin contar los añadidos). En la segunda parte siguió con la vista un disparo extraordinario de Amrabat que se fue a la cruceta. E hizo lo mismo en el cabezazo de En Nesyri que se convirtió en el segundo tanto de Marruecos.

El debate sobre la conveniencia o no de dar descanso a De Gea, que ya empezó tras el encuentro frente a Portugal, se acentuó. Hierro atajó el primer intento, al confirmar que De Gea volvería a situarse debajo de los palos ante Irán. Esta semana, sin embargo, no ha sido taxativo, ni para zanjar dudas ni para alimentarlas.

Si opta por el cambio, no sería el primer seleccionador en dar ese paso en Rusia. En la tercera jornada, la Argentina de Sampaoli encaró el encuentro decisivo frente a Nigeria con Armani debajo de los palos, después del grave fallo de Caballero ante Croacia que le costó el primer gol a la albiceleste.

Túnez llegó al Mundial sin que estuviese clara la apuesta de Nabil Maaloul por uno de sus tres porteros. Venía repartiendo los minutos y empezó con el más joven, Hassen. Se lesionó al poco de comenzar el choque con Inglaterra y fue sustituido por Ben Mustapha. Y en el tercer encuentro, ante Panamá, entre dos selecciones ya apeadas, el titular fue Mathlouthi.

A menos de 72 horas de que España se juegue los octavos de final ante los anfitriones, sigue el debate entre quienes apuestan por dar la alternativa a Kepa y quienes sostienen que en una demarcación tan específica es mejor conservar. La pelota está en el tejado de Hierro y Ochotorena, el preparador de porteros.