Encaje para Andrés Iniesta, un patrimonio nacional

X.R. Castro

RUSIA 2018

OZAN KOSE

La titularidad de Andrés Iniesta, héroe de Sudáfrica, con 130 partidos y 12 años en la selección, se convierte en foco de debate en sus últimos días con España

30 jun 2018 . Actualizado a las 19:24 h.

Andrés Iniesta es historia viva del fútbol español. Por su fútbol, sus 130 partidos y los doce años que lleva en la selección absoluta, pero sobre todo por el gol en la final de Sudáfrica. Sin embargo, ocho años después, sus últimos días enfundado en la Roja no están resultando nada fáciles. Por primera vez su aparición en el once genera un debate que casi nadie podía imaginarse por sus prestaciones y sus galones dentro del combinado español. Quizás la pesada losa del paso del tiempo le está pasando factura a sus 34 años.

Por el momento los fríos números no están a favor de sus detractores. Su acierto en el pase es del 87,6 % (209 buenos de 238 intentados) y su fiabilidad en los duelos supera el 60 % (14 de 23). El lunes ante Marruecos, caído al costado izquierdo del trivote, tuvo un 86 % de acierto en el pase, disparó en una ocasión a gol y salió airoso de dos regates. Y además, la cronología de los partidos dice que cada vez que el de Fuentealbilla abandona el rectángulo de juego (solo acabó uno de los tres duelos de la primera fase) los equipos rivales se instalan en campo contrario y De Gea aumenta su volumen de trabajo.

Sin embargo, las sensaciones se apoderan del sentir mayoritario. Que si el mal control en el primer gol de Marruecos (aunque luego estuviera soberbio en la jugada del 1-1), que sin espacios ante Portugal o desacertado ante Irán. Quizás Andrés sea el señalado como máximo responsable de la ausencia de un aspecto capital para que el juego de España sea efectivo: la velocidad de balón. Ahí radica el principal problema de la selección, que sigue enarbolando la bandera del toque y del juego combinativo, pero le falta la rapidez que Iniesta y sus anteriores compañeros de selección le imprimían al juego.

Andrés, que en su vida perdió la compostura, se refeire a que los dardos apuntan ahora hacia su persona. Asegura que desde que cumplió los 30 años lleva escuchado que es «viejo» con asiduidad. Una afirmación que choca con su hoja de ruta de los últimos tiempos porque el albaceteño, tras su lesión en el bíceps femoral, ha luchado más que nadie por llegar en las mejores condiciones a su última cita mundialista, reduciendo las cargas de entrenamientos en su club, prolongando el tiempo de descanso y apostando por todos los elementos de recuperación a su alcance: aportes vitamínicos y medidas regenerativas como hidroterapia o crioterapia.

Un esfuerzo que no ha sido en balde, porque Hierro sigue manteniendo plena confianza en él y sus compañeros no pierden ocasión para alabar todas sus virtudes. Dentro de la selección da la impresión de que nadie duda de que deba ser titular mañana ante Rusia en Moscú. «Es nuestro jugador estrella y uno de los comandantes de esta selección. No tenemos ninguna duda de él», aseguró Carvajal.

Quizás ante la anfitriona sea el momento de demostrar una madurez que desde su modestia ha proclamado. «Ahora afronto mejor las cosas negativas, soy capaz de sobreponerme cuando antes me afectaban. Incluso no dormía si fallaba en un partido», comentó antes de viajar a Rusia.

Que Iniesta recupere la mejor versión para mañana sería la mejor noticia para el plan de Hierro. Si Andrés es capaz de llenar el campo de pases, las opciones de España de estar en cuartos crecerán de un modo exponencial. Y de paso, se acabará el debate.