La Inglaterra de autor de Southgate

X.Fernández

RUSIA 2018

CARL RECINE | REUTERS

Seleccionador por accidente, ha borrado las eternas dudas en torno a su equipo

09 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Del abrazo de Seaman al de Uribe va toda la gama de colores, un estado de ánimo y una curiosa carrera en el banquillo. Lo del color se explica comparando fotos. En las dos aparece Gareth Southgate; en la nueva, dando un abrazo; en la antigua, siendo abrazado. En la de hace 22 años, Gareth Southgate, central inglés, recibe el consuelo de un señor de bigote y guantes, vestido con el traje de las pesadillas de cualquier daltónico. El estrafalario portero de la selección, que pese al perturbador atuendo no había detenido un solo penalti de una tanda que alcanzó los seis, consolaba al futbolista cuyo error había condenado a la anfitriona a caer en semifinales de la Eurocopa. En la imagen de la semana pasada, Gareth Southgate, seleccionador, consolaba junto a su colega Pekerman al jugador colombiano cuyo error (sumado al de Bacca) había metido a Inglaterra en cuartos del Mundial de Rusia.

Hace 22 años, Inglaterra jugaba en casa y creía. Hace una semana, Inglaterra jugaba lejos y aún dudaba. Su joven plantel, formado exclusivamente por futbolistas de la Premier, y con solo un titular procedente del Liverpool ?Henderson milita en el único conjunto que tuvo éxito fuera de las islas el curso pasado? titubeaba frente a Bélgica en un encuentro en el que solo el perdedor tenía premio. El de medirse a Colombia y Suecia. Januzaj envió a los ingleses por el camino fácil (el mismo del que se bajó enseguida España) y Southgate lo ha aprovechado para meter a sus hombres en semifinales, resarcirse y hacerse un héroe.

Ahora se sabe que el técnico se obsesionó con sacarle punta a la estrategia y que tiene a su ayudante Allan Rusell centrado en la tarea. Que uno y otro estudiaron la aplicación del baloncesto y el fútbol americano a las acciones a balón parado, culpables de ocho de los once goles anotados por el bando de los tres leones en el torneo. Ahora las cámaras apuntan a Southgate, atraídas por el imán del triunfo. Y hay voces autorizadas que explican cómo el jugador que falló aquel penalti es el entrenador de moda ?hasta el amarillista The Sun distribuyó el sábado una guía sobre cómo y cuándo usar el chaleco del míster?.

Entre los que hacen memoria sobre la obra del seleccionador, de 47 años, hay quien como Alan Smith se remonta a sus tiempos de futbolista en el Crystal Palace. Al día en que, enrolado en el equipo juvenil y tras perder un duelo amistoso con el equipo del Ejército, se dedicó a felicitar uno por uno a los rivales ante el enfado del propio Smith, hoy ya un entrenador retirado, de 71 años, que le recomendó abandonar el deporte y convertirse en agente de viajes.

Insistió Southgate con la pelota y pasó también por el Aston Villa y el Middlesbrough, llegando a ser capitán en todos ellos y convirtiéndose en internacional antes de colgar las botas en el Boro. Allí fue precisamente la selección la que le hizo un hueco, reclutando a Steve McClaren y dejando libre el banquillo de Riverside. La transición fue tan rápida que al central le pilló sin el carné apropiado, convirtiéndolo en un precursor de lo que después fue Zidane en España, aunque con menos cartel y éxito.

El cargo de seleccionador lo alcanzó también de manera casual, cuando dirigía a la sub-21. Fue culpa del diario The Telegraph, que en un trabajo de cámara oculta desveló los tejemanejes de Sam Allardyce. Septiembre del 2016. Otro banquillo vacante y otra vez Southgate al quite. Empezó como interino y acabó asentado en la plaza. Inglaterra se clasificó sobrada para el Mundial, explotando el dibujo de tres centrales, la presión alta, el juego directo, la puntería de Kane, y el formidable poderío aéreo. Ahí sigue, viviendo del gran trabajo de su seleccionador por accidente.