Los sifones de Lelo encuentran su sitio en Borines

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

SIERO

El balneario piloñés inaugura el 13 de abril una muestra permanente con el legado del sierense, que atesoró a lo largo de su vida más de 20.000 piezas

07 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aurelio Antidio Cuesta Martino, «Lelo», vivió toda la vida entre sifones, y llegó a convertirse en una enciclopedia viviente sobre estos envases que tuvieron un auge extraordinario el siglo pasado, y que hoy están en desuso. Fallecido en agosto de 2019 a los 87 años en Pola de Siero, casi hasta sus últimos días conservó su pasión por los sifones. No en vano, mantuvo un museo privado en la calle La Soledad de la Pola hasta que tuvo fuerzas para llevarlo.

Lo cerró el 14 de abril de 2017, día en el que cumplió los 85. Dijo por entonces que lo hacía porque estaba ya cansado. Y es que el museo de la Pola sin Lelo no era lo mismo. Hasta que cerró, quien se acercaba por el almacén donde tenía una pequeña parte de su amplísima colección podía comprobar de primera mano el profundo conocimiento que tenía sobre cada pieza de su colección. Se acordaba de dónde se habían fabricado, por qué manos habían pasado y de qué forma los había adquirido. Buena parte de este saber se ha ido con él.

Exposición de sifones en Borines
Exposición de sifones en Borines

Para evitar que todo cayera en el olvido, Lelo siempre quiso tener un lugar en Pola de Siero donde exponer su legado. Propuso reiteradamente a las autoridades locales que le buscasen un espacio para exhibir parte de su colección, dispuesto a cederla a sus vecinos, pero nunca encontró interés suficiente.

Finalmente, por suerte, sí lo halló en el concejo de Piloña. Concretamente, en el Balneario de Borines. Allí habrá una exposición permanente de sifones, máquinas llenadoras y corchadoras antiguas que seguramente le habría encantado si hubiera tenido la oportunidad de conocerlo. La inauguración de la muestra tendrá lugar el próximo 13 de abril, solo un día antes del que sería su 92 cumpleaños.

Como explica su hijo Miguel, la familia Cepeda, responsable del balneario, sabía del interés de Lelo por exponer los sifones y se lo propuso. El sierense acepto «con los ojos cerrados». Su familia materna era de Borines. «Le hubiese gustado en en la Pola, pero si no era la Pola, Borines era el mejor sitio sin duda», asegura su hijo.

Exposición de sifones en Borines
Exposición de sifones en Borines

Lelo atesoró, a lo largo de más de 50 años, una colección extraordinaria, tanto por la cantidad de piezas, que superan las 20.000 sifones, como por la singularidad de muchos de ellos. Su padre era el dueño de la fábrica «La Tropical», y él mismo se hizo con otra fábrica, «La Cotorra», con la que siguió fabricando, y con el paso del tiempo fue comprando las fábricas que iban quedando. Con todo este patrimonio no es raro que, además de los sifones convencionales, reuniera piezas únicas, raras o curiosas que siempre exhibía con entusiasmo en su pequeño museo de la Pola, y cuya historia conocía de cabo a rabo. También coleccionó botellas de refresco raras, y conservó máquinas a las que dio uso mientras estuvieron en La Soledad.

Casi todo el material del museo poleso se quedará en La Soledad, pero eso no merma, ni mucho menos, el valor de la exposición de Borines, ya que su colección es tan grande que daría para hacer muestras dos o tres veces mayores de las que se verán en Piloña.

Exposición de sifones en Borines
Exposición de sifones en Borines

Antes de morir, el poleso supo que sus sifones no caerían en el olvido. Su hijo Miguel se encargó de cerrar el acuerdo para exponer en Borines parte de su colección. Además, sin saberlo, Lelo ha contribuido a salvar otras piezas muy valiosas de patrimonio industrial. Según Miguel, hace unos dos meses llamó el responsable de una fábrica de sifones ya cerrada en Astorga. Al parecer tiene unas máquinas más antiguas incluso que las de Lelo, que en un principio iban a convertirse en chatarra. Pero, al saber de la muestra permanente de Borines, los dueños de la fábrica se mostraron dispuestos a hacer una donación.

En la segunda planta del balneario estará, en una de las alas, la exposición de los sifones, y en otra, una muestra sobre el Agua de Borines. En una sala superior, habrá una sala para hacer exposiciones itinerantes, y la inferior se dedicará a eventos. Un lugar digno de visitar que hace honor a una colección que Lelo hizo crecer con empeño y entusiasmo a lo largo de toda una vida.