Una peculiar cabalgata organizada por el Club Crawler de Asturias mostró la capacidad y potencia de estos vehículos que ganan cada vez más adeptos en la región
21 dic 2025 . Actualizado a las 18:05 h.Los coches teledirigidos, conocidos ahora por su nombre en inglés, «crawler», despiertan un enorme entusiasmo en Asturias, y cada vez es más común ver a gente conduciéndolos con sus mandos en pistas preparadas para ello, terrenos de montaña y muchos otros sitios. El Club Crawler de Asturias, con sede en Turón, es su gran promotor en la región. Entre otras cosas, tienen habilitado un circuito para estos vehículos en el antiguo campo de fútbol, donde hacen carreras y competiciones varias veces al año. Y el resto del tiempo, salen a la aventura por muchos parajes asturianos.
Pero su actividad es discreta porque está lejos de los lugares habitados. Para acabar con esa discreción y darse un poco a conocer, el club organizó el pasado fin de semana una actividad muy peculiar en Pola de Siero. Tanto el viernes como el sábado por la tarde-noche, se reunieron en el paraguas de Ildefonso Sánchez del Río con sus vehículos bien adornados con luces navideñas y, ataviados con el inevitable traje de Papá Noel, recorrieron las calles en una cabalgata insólita. Eran cerca de una decena vehículos, conducidos por pilotos llegados de toda Asturias: Turón, Mieres, La Felguera, Tuilla, Avilés, Siero u Oviedo. Era la primera vez que recorrían las calles de esta guisa, y su actividad llamó mucho la atención. Porque la caravana rodó y destelló con su luces de Navidad las calles de la localidad.
El presidente del Club, Iván Álvarez Peteira, explicó que esta organización tiene, después de poco más de un año de existencia, más de 70 socios de toda Asturias, y también de Cantabria, Castilla y Galicia. «Lo nuestro es juntarse, conocer el monte, hacer rutas, y también rodar en el circuito que tenemos en Turón, que lo vamos modificando y agrandando; y hacemos una quedada nacional en la que que cada vez hay más gente, este año, el segundo que la organizábamos, pusimos un límite de 130 personas, y prevemos que para la primavera que viene, que es cuando va a ser la siguiente, va a haber mucha más gente».
La afición a los coches teledirigidos está creciendo mucho en los últimos años, y el club está contribuyendo a ese crecimiento, y sobre todo a que la gente que tenga el coche disfrute de él. «Hay mucha gente que tenía el juguete pero no conocía más gente, ahora están saliendo de debajo de las piedras; nosotros ayudamos a juntar a toda esa gente y formar grupos que salen a hacer rutas; lo bueno es que, aunque hay alguna carrera, no es competitivo, eso es lo mejor», asegura.
La asociación sirve, además, para asesorar a la gente que empieza. «Mucha gente no sabe qué comprar, y puede comprar algo que no vale», explica el presidente. Hoy en día, se puede adquirir un vehículo ya decente a partir de 300 euros. «De menos los hay pero si quieres meterles un poco de caña hay que modificarlos un poco», sostiene Peteira.
Lo bueno de hoy en día es que hay mucha competencia, muchas empresas que fabrican los vehículos y, en consecuencia, marcas que ofrecen precios asequibles. «Cuando yo empecé había cuatro o cinco marcas, y tenías que pagar 400, 500 y 600 euros; ahora la gente puede tirarse a marcas más asequibles para empezar». Y después está el mantenimiento, que es «muy fácil, muy parecido a un coche de verdad».
Quienes quieran saber lo mucho que puede dar de sí un coche teledirigido tendrán la oportunidad de ver otra cabalgata parecida a la de la Pola, pero esta vez dedicada a los Reyes Magos. Será próximamente, en fecha aún por determinar, en la zona de Turón.