Hay vida más allá de Whatsapp

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DADO RUVIC

La aplicación de mensajería acaba de implementar una mejora para poder solucionar sus carencias en seguridad y competir con rivales como Telegram, un programa preferido por muchos políticos y expertos en tecnologías, que tenía mejor reputación en ese aspecto y que quiere destronar al servicio que compró Facebook en el 2014, uno de los más usados del mundo

25 ago 2016 . Actualizado a las 15:24 h.

«Text». Este es el verbo que usan los anglosajones para referirse a la mensajería instantánea. España, que posee una Real Academia que limpia, fija y da esplendor, aún no cuenta en su diccionario con una palabra análoga. Pero sí la tiene la gente de la calle: wasapear. Acabará entrando.Y no por casualidad, sino por una razón demoledora: aunque las tiendas digitales de Android y Apple estén llenas de aplicaciones alternativas, Whatsapp es el programa de este tipo más usado en el territorio estatal desde hace varios años.

¿Por qué triunfó Whatsapp en España? Pues por una razón de oportunidad. Gracias al boca a boca digital, sin anuncios ni grandes campañas de márketing, la aplicación creada por Jan Koum y Steve Acton en Estados Unidos se hizo popular cuando empezaron a popularizarse las tarifas de datos y los smartphones empezaron a desplazar a los teléfonos móviles que básicamente servían para llamar. Entonces las telecos sangraban a los usuarios con precios desorbitados por los SMS. Y la aparición de una nueva forma gratuita de intercambiar mensajes fue una revolución.

En el 2012 Whatsapp tenía en la práctica un monopolio. Acaparaba el 97 % del mercado de las aplicaciones de mensajería. Uno de sus rivales, el Facebook Messenger, se conformaba con el 13 %, según un estudio del que se hizo eco la revista tecnológica TechCrunch. Dos años después Mark Zuckerberg sacó la chequera y pagó 13.850 millones de euros por una empresa que tenía 55 trabajadores en nómina y 450 millones de usuarios en todo el mundo. Y saltaron las alarmas.

La noticia de la adquisición provocó un terremoto en la Red. En Twitter hubo muchas reacciones negativas de gente que manifestó su preocupación por el futuro de la aplicación y que rechazaba poner sus datos en manos de Facebook. Y mucha gente buscó alternativas. Y surgió desde el este de Europa un gran rival, Telegram, que logró entonces fama y popularidad. Y que aún hoy en día sigue en la brecha.

Telegram, un rival fuerte

Es el programa favorito de las nuevas fuerzas políticas como Podemos y también el de muchos expertos en nuevas tecnologías. Destaca por su seguridad y por su uso sin limitaciones en diferentes dispositivos. En comparación con Whatsapp, permite enviar archivos de cualquier tipo, hacer supergrupos de hasta 1.000 usuarios y crear chats secretos en los que los mensajes no dejan rastro y pueden autodestruirse. También permite usar stickers (emoticonos grandes y personalizados) y GIFs animados. La aplicación de Facebook, que es la más utilizada del planeta con más de 1.000 millones de usuarios, los tendrá en el futuro. Frente a Telegram, Whatsapp cuenta con una gran ventaja objetiva, las llamadas de voz a través de datos.

Line, el primer desafío

Telegram ha crecido sin usar grandes campañas de márketing. Sí las empleó la japonesa Line en el 2012 y en el 2013 para intentar destronar a la aplicación estadounidense. Las bazas que jugaba entonces eran versiones para escritorio y llamadas de voz y un montón de prestaciones. Llegó a hacer anuncios protagonizados por los televisivos Michelle Jenner y Hugo Silva, pero aún así no consiguió su objetivo.

WeChat, el poder oriental

También en Oriente más de 300 millones de personas usan cada día WeChat, una aplicación con gran implantación en Asia y que sirve para muchas más cosas que para enviar mensajes. A través de ella se pueden pedir taxis, comprar y vender todo tipo de objetos o pagar con el móvil. La etiquetaron como el Whatsapp chino, pero es mucho más que eso. Y dará mucho que hablar en los próximos años.

La pujanza de Snapchat

Jan Koum y Steve Acton le dijeron sí a Zuckerberg y su oferta millonaria, pero hubo quien rechazó un órdago similar (3.000 millones) en el 2013 fue Evan Spiegel, el máximo responsable de Snapchat, la aplicación que en los últimos años ha triunfado entre las capas de población más jóvenes de Estados Unidos. Snapchat destaca por el envío instantáneo de imágenes y vídeos entre usuarios. Su seña de identidad durante mucho tiempo fue la autodestrucción de esos contenidos (denominados snaps) una vez abiertos por el receptor. Su apuesta multimedia, ya consigue grandes resultados con emisiones de eventos en directo, le augura un futuro muy prometedor.

Hike, la alternativa india

Otra aplicación popular entre los estudiantes es Hike. Este programa creado en una de las nuevas potencias tecnológicas, la India, presume de seguridad y privacidad (puedes controlar quién ve cuando te conectas) permite enviar mensajes a gente cercana incluso si no hay acceso a Internet, a través de SMS gratuitos.

Las llamadas de Viber

Una de las aplicaciones que pueden plantar cara a Whatsapp en cuanto a llamadas gratuitas de alta calidad es Viber, un programa propiedad de la cadena de comercio electrónico Rakuten y que tiene más de 700 millones de usuarios.

La seguridad, la gran obsesión

Whatsapp no es la única aplicación que ha mejorado su nivel de seguridad en los últimos tiempos. Viber ha realizado un anuncio similar. Y es que las diferentes compañías apuestan por el cifrado y la encriptación como herramientas básicas para garantizar la privacidad de las comunicaciones entre usuarios. Las nuevas medidas llegan en un contexto marcado por el intenso debate generado por el pulso entre el Gobierno de Estados Unidos y Apple por desbloquear el iPhone de un supuesto terrorrista.

El cifrado de extremo a extremo es un mecanismo que hace que ni siquiera la propia compañía pueda conocer el contenido de los textos, fotos, vídeos y diferentes archivos intercambiados. No es una tecnología nueva. Y en las tiendas de Google y Apple hay aplicaciones poco conocidas que llevan bastante tiempo ofreciendo como banderín de enganche sus medidas de seguridad. Una de las más significativas es Signal (https://whispersystems.org), que permite intercambiar mensajes y hacer llamadas cifradas. Ha sido creada por Open Whisper Systems, un grupo de código abierto que ha trabajado desde el 2014 con Whatsapp para poner en marcha su nuevo sistema de encriptación de extremo a extremo.