«Más que peligrosos, lo importante es saber utilizar bien los aros de erección»

Carla Elías Martínez
carla elías FERROL / LA VOZ

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SANDRA ALONSO

El urólogo Juan Francisco Sánchez recomienda asesorarse sobre el uso de aparatos sexuales para evitar percances como el de Ferrol

09 ago 2017 . Actualizado a las 08:27 h.

Asesorarse adecuadamente de forma previa con un experto, no necesariamente un médico, es el principal consejo del urólogo Juan Francisco Sánchez, responsable de la unidad de Andrología del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), para evitar accidentes como el ocurrido el pasado fin de semana en Ferrol. Los médicos del hospital Arquitecto Marcide tuvieron que requerir de madrugada la intervención del equipo de bomberos de la urbe naval para cortar con una radial de pequeñas dimensiones un anillo metálico que quedó encajado en el pene de un hombre oprimiéndolo. Se trata de un juguete sexual de uso muy habitual que ayuda a mantener más tiempo la erección pero puede llegar a tener graves consecuencias. De persistir en el tiempo la obstrucción de la sangre en el miembro, «puede llegar a provocar un priapismo - una erección no estimulada y mantenida muy dolorosa-», alerta el urólogo del CHUS.

-¿Es seguro usar este tipo de aparatos sexuales?

-Lo más importante es asesorarse bien, siempre hay que tener un control estricto de su uso. En el ámbito médico los anillos para la erección se utilizan en terapias para provocar erecciones en pacientes con disfunción eréctil. Más que que puedan ser un poco peligrosos, lo más importante es que hay que saber utilizarlos bien.

-¿Qué problemas puede provocar un mal uso o un percance con el anillo?

-Este aparato se utiliza para provocar una erección pero si te estrangula mucho puede provocar un edema y derivar en problemas mayores.

-¿Qué tipos de anillos existen y cuáles son los más recomendables?

-Cada anillo es distinto, los hay de diferentes tamaños, grosores, materiales, pueden llevar una bomba de vacío... y para diferentes propósitos como la disfunción eréctil, retrasar la eyaculación...

-¿Cuánto tiempo se puede usar cómo máximo este tipo de juguete sexual?

-No se debe estar más de quince o veinte minutos, nada por encima de los treinta minutos.

-En el caso de encontrarse con un problema como el ocurrido en Ferrol en el que un hombre no podía retirarse el aparato y acabó requiriendo asistencia sanitaria, ¿el afectado debe desplazarse cuanto antes a urgencias?

-Cuanto más tiempo se pase en acudir a urgencias siempre será peor el resultado final. Este aparato promueve una congestión venosa, se acumula la sangre que puede acabar provocando una necropsia de los cuerpos cavernosos. Esto puede generar al final un problema mayor, por ejemplo, si se usa por disfunción eréctil que se agrave porque puede acabar en un priapismo, es decir, una erección no estimulada y mantenida.

-Quien esté interesado en el uso de los aros de erección, ¿debe acudir a un médico antes de empezar?

-Más que a un médico, debe solicitar información y asesoramiento a gente que se dedique a la andrología y que estén acostumbrados al uso de este tipo de productos como puede ser en las tiendas donde se venden. Si lo compras por Internet y no te pueden aconsejar es recomendable buscar a algún experto para informarse.

-¿Son habituales este tipo de incidencias en los servicios de urgencias?

-No es el primero ni el último que pasa, ni la primera vez que los bomberos intervienen en este tipo de incidentes, aunque estos son casos anecdóticos. Y particularmente no he tenido ninguno así y llevo casi cinco años como urólogo y empecé la residencia hace diez.

-¿Cuáles son los principales problemas que acaban siendo intervenidos por prácticas sexuales?

-El incidente más frecuente es la rotura de cuerpos cavernosos del pene durante el acto sexual, es el más habitual en urgencias que hemos visto todos los urólogos alguna vez. Y no tiene que ser por consecuencia de una mala práctica ni de ningún problema, solo pasa.

«No es el primero ni el último que pasa aunque yo no he tenido ningún caso como el de Ferrol»

«El incidente más frecuente es la rotura de cuerpos cavernosos durante el acto sexual»