La conmovedora historia de la bloguera asturiana que perdió a su hija

Mónica Pérez
M. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

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Carmen Osorio narra en su blog desde hace más de cuatro años sus peripecias como madre de familia numerosa. Probablemente nunca creyó que tendría que escribir su post más duro

25 ago 2017 . Actualizado a las 15:29 h.

La periodista gijonesa Carmen Osorio narra desde hace más de cuatro años sus aventuras y desventuras con la maternidad en Nosoyunadramamamá (pero sí muchas cosas más). Madre de familia numerosa, sus miles de seguidores leen de forma asidua sus consejos de bienestar y belleza, maternidad y embarazo, moda, planes y viajes en familia. La intención de esta asturiana es dar un punto de vista de su vida como madre sin dramas y dando una visión realista de la maternidad. En los últimos años ha abordado temas como la seguridad infantil en el coche, cómo dejar el pañal, rutinas y cremas durante en el embarazo, estilismos para bodas para embarazadas y así un sinfín de posts muy variados con la maternidad como eje vertebrador. En sus decenas de post donde cuenta su día a día como madre de familia numerosa, probablemente nunca imaginó que este 24 de agosto publicaría su entrada más dolorosa y desgarradora: la muerte de la hija que esperaba.

Hace unos días, a principios de agosto, compartió con sus seguidores en las redes sociales una conmovedora foto con la que anunciaba que su cuarta hija había muerto embarazada de casi siete meses. «Este es el recuerdo que le hicieron en el hospital de Tarragona a mi hija, que nació sin vida la semana pasada. En mi mente queda la imagen de su preciosa cara, idéntica a Rafa. Fue un honor llevarte y sentirte dentro más de 6 meses, y fue un regalo traerte al mundo y tenerte en brazos», escribía.

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«Pero es un infinito e insoportable dolor haber tenido que despedirte. Descansa en paz mi niña. Nos has dejado el corazón roto y un vacío muy difícil de superar», proseguía, en una publicación que acumula miles de mensajes de condolencia y ánimo de muchos de sus seguidores.

Días después compartía otra imagen para dar las gracias por el apoyo que desde las redes sociales y de otras blogueras había recibido. «Que hayáis sentido este dolor tantas personas a las que ni siquiera conozco en persona hace que me sienta querida de una forma que no os podéis imaginar», escribía.

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Y finalmente, unas semanas después de su desgarradora pérdida, ha compartido con todos sus seguidores el post que, probablemente, más le ha costado escribir y compartir con sus miles de lectores. «Yo iba a celebrar mi cumpleaños con una gran sonrisa, ésa que no se me iba nunca de la cara últimamente. Porque el 2017 estaba siendo muy generoso conmigo. Pero no, mi 35 cumpleaños será el que nunca olvidaré por la tristeza, hace justo dos semanas se paró un corazón que se ha llevado parte del mío. Y como soy lo que veis, no puedo deciros que estoy bien, porque mentiría. Hoy por hoy, estoy lejos de ser la que era. Aunque mi familia y amigas me han sonreir por un rato para celebrar que sigo cumpliendo años, no puedo tener más suerte en ese sentido!!!! Y sé que tengo tres niños por los que seguir siendo fuerte, pero también tengo que llorar lo que perdí. Gracias por las decenas de mensajes que recibo cada día preguntando cómo estoy #pocoapoco #noteolvidominiña #prayforbarcelona», apuntaba.

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Su entrada en el blog comienza con unas palabras que intenta resumir el dolor que ha sentido ante la tragedia que ha protagonizado. «Mi hija murió el 3 de agosto. Y nació el día 4. Morir antes de nacer, dar a luz sin vida, sobrevivir a un hijo… una maldita incongruencia, una vivencia antinatural por la que nadie, nunca, jamás, bajo ningún concepto, debería pasar. Tres semanas después de perder a mi hija en mi interior, sólo puedo deciros que el alma se queda rota y el cuerpo vacío. Porque a estas alturas yo debería estar contándoos cómo fueron nuestras vacaciones en un cámping, cómo quedó la habitación de la niña pintada de rosa, cómo estaban mis varices… pero no, estoy aquí escribiendo sobre la muerte», narra.

Carmen Osorio escribe un post muy duro en el que cuenta cómo cuando se encontraba en la recta final de su cuarto embarazo, un embarazo especial al tratarse de su primera hija (tiene tres varones), con la que iba a estrenar ajuar y ropitas en rosa, tuvo el peor de los finales. La bloguera se encontraba en Tarragona pasando las vacaciones con su familia cuando comenzó a notar que su bebé se movía menos de los normal. «En aquel trayecto en coche me puse en lo peor. Nos atendieron rápido ya que no había ninguna paciente en ginecología y ¡alivio, había latido! La ecografía mostraba que todo estaba en orden, el tamaño del bebé correspondía con las 28 semanas de gestación, la placenta estaba aparentemente bien, la frecuencia cardíaca del bebé durante la hora que estuve monitorizada era buena…», escribe. Los médicos le dieron cita para el día siguiente para hacerle un seguimiento, pero de madrugada todo se precipitó trágicamente cuando «empecé a sangrar y a perder líquido». En segundos el diagnóstico se convirtió en fatal: no había latido. «Pasé el día entero tumbada en la habitación del hospital, sin comer, en shock… mientras mis padres viajaban desde Gijón en coche. Sólo hablé por teléfono con mi amiga Ceci, que lloraba más que yo y que, sin pensárselo, también cogió el coche con su marido y su hijo para hacer los 800 kilómetros que nos separaban», cuenta.

La bloguera explica que durante esa jornada le pusieron «prostaglandina para ir avanzando» y que junto a su marido y el personal del hospital decidieron si ver a su pequeña o no, algo que finalmente sí hicieron por recomendación de los sanitarios para poder superar de una mejor forma la dura pérdida.

La autora de Nosoyunadramamamá cuenta cómo afrontó un parto que nunca pudo imaginar. «Sobre las cuatro de la madrugada empezaron las contracciones, llamé a las enfermeras, y fui andando a dilatación, mientras lloraba y lloraba. Estaba de 5 centímetros, pedí la epidural, no quería sufrir físicamente. Después oímos llorar a un bebé que llegaba al mundo mientras escuchábamos en monitores los latidos de otros dos, pero ninguno era el corazón de nuestra hija y cada poco llorábamos», explica.

Prosigue su relato durísimo y desgarrador: «Pasamos al paritorio y me pidieron que empujara, lo pienso ahora con cierta distancia y no sé cómo se puede hacer algo así sabiendo lo que vas a encontrarte. Y ella nació, la taparon, se la llevaron y yo miré el reloj de la pared, vino al mundo a las 8:10 horas aunque ya se había ido antes. Después salió la placenta y el ginecólogo que atendió el parto nos dejó caer que tenía un aspecto extraño».

Siguiendo los consejos del personal médico, ella y su pareja afrontaron el momento de conocer y despedir al mismo tiempo a su cuarta hija: «Se abrió la puerta y allí nos traían a nuestra pequeña, con gorrito y envuelta en una mantita, como si estuviera dormida, preciosa, igualita a Rafa, con el que además podría haber compartido fecha de cumpleaños. Sentí tanto dolor y amor a la vez cuando la vi. En aquel espacio derramamos tantas lágrimas, la acaricié tantas veces, la besé, la quise tanto… con ese dolor tan insoportable de saber que tenía que decirle adiós para siempre».

La bloguera ahonda en el sentimiento de culpa y las preguntas sobre si hubiera haber hecho algo por la vida de su hija. «Reconozco que me sentí culpable por estar pendiente sólo de mis tres hijos y no estarlo de ella», escribe. La causa de la muerte de su pequeña fue una Corioamnionitis aguda, una infección de la placenta que aún no saben qué bactería pudo provocar. «Muy mala suerte, nos han dicho tantas veces», asegura.

La creadora de Nosoyunadarmamamá se confiesa «destrozada». «Creo que la vida ha sido cruel conmigo. La maternidad es para mí lo más grande, lo supe desde siempre, nací para esto. Y he deseado cada hijo que he tenido, nunca he pedido demasiado a la vida, sólo quería que vinieran al mundo sanos. Pero reconozco que perder mi única hija ha sido especialmente desalmado… Después de tres niños, la ilusión de una niña, con la que no contaba hace unos meses, pero que llegó como un regalo, me tenía emocionada. Quizás tenía ahora una vida demasiado perfecta, y eso se ve que no es posible, que por algún lado te tiene que caer. A veces me pregunto si es que quería demasiado, ya tuve tres embarazos perfectos, tres hijos estupendos y me empeñé en tener un cuarto bebé porque creí que aún seríamos más felices pero, ¿es malo acaso querer más familia?», prosigue en un desgarrador relato que ha conmovido a sus miles de seguidores, conmocionados aún por la tragedia que ha sufrido alguien al que siente tan cerca, a pesar de ser un completo desconocido. Son las nuevas relaciones que han creado Internet y las redes sociales.

La periodista asturiana asegura que durante este tiempo se ha planteado dejar el blog porque ahora «no sé cómo enfrentarme ahora a contaros cosas sobre la maternidad cuando he vivido uno de los golpes más fuertes que se puede vivir como madre». «Mi mente sigue imaginando cómo debería estar todo si no hubiese sufrido este palo. Pero no, mi realidad es que vivo un postparto sin bebé, que he parido 4 veces y que a mi lado solo tengo a tres de mis hijos, mi realidad dista mucho de ser la que estaba prevista», afirma con unas palabras que muestan sin adornos ni tapujos la dureza de los acontecimientos que ha vivido y cómo los afronta. Termina el post con un largo párrafo dedicado a los agradecimientos y una estrofa de Cuánto me duele, la canción de Morat: «Y no sé cuánto, no sé cuánto voy a soportarlo / Y no sé dónde, no sé dónde voy a dar sin ti / Y no sé cómo, no sé cómo lograré olvidarte / No sabes cuánto me duele este adiós».

El caso de Isasaweis

Carmen Osorio no es la única ni la primera bloguera que cuenta su experiencia a través de Internet de la pérdida de un hijo. Otra asturiana, Isabel Llano, conocida como Isasaweis, narró hace unos años que había sufrido varios abortos y colgó un vídeo en su canal de Youtube para compartir con sus seguidores cómo había afrontado estos duros momentos: