Los gases del diésel, tras 4.500 muertes prematuras en Europa

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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JOHN MACDOUGALL | AFP

Un estudio revela las consecuencias para la salud del fraude de las emisiones de los motores de gasoil

19 sep 2017 . Actualizado a las 07:24 h.

El Dieselgate, o fraude de las emisiones contaminantes en los motores diésel, no solo ha supuesto uno de los mayores escándalos en la historia de la industria automovilística, sino que también ha tenido una consecuencia directa para la salud de la población.

El trucaje realizado en los motores para que pudieran exceder los límites de óxidos de nitrógeno (NxOy) establecidos por la ley ha causado la muerte prematura de 4.560 personas al año en los países de la UE y en Noruega y Suecia, de las que 170 corresponden a España.

Es la conclusión de un estudio publicado en la revista científica Environmental Research Letters por un equipo de investigadores del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (Iiasa) de Austria, en colaboración con el Instituto Meteorológico Noruego, la Universidad de Tecnología Chalmers de Suecia y el Centro de Coordinación de Efectos de Holanda.

El trabajo revela que el número total de fallecimientos prematuros por las emisiones causadas por los vehículos diésel se eleva a 9.830 -370 en España-, de los que 4.560 se atribuyen directamente a los óxidos de nitrógeno que se liberaron a la atmósfera de forma ilegal y que superaban entre 4 y 7 veces los límites permitidos. Son, en total, 4.560 las muertes que se hubieran podido evitar si no se manipularan los motores. Un estudio anterior, publicado el pasado año en Nature, había calculado en 7.000 los óbitos producidos antes de tiempo por el exceso de NOx.

La gasolina, mejor

El informe indica que la situación cambiaría de forma radical si todos los motores diésel fuesen sustituidos por otros de gasolina, cuya combustión genera más gases de efecto invernadero, pero que, por contra, menos óxidos de nitrógeno, precursores de partículas en suspensión que causan enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Los 9.830 decesos contabilizados se hubieran reducido a 2.230. «Si las emisiones de los coches diésel fuesen tan bajas como las de los de gasolina, se hubieran evitado tres cuartas partes de las muertes prematuras, alrededor de 7.500», dijo ayer Jens Borken-Kleefeld, investigador del Iiasa.

Este científico considera que los datos obligan a una reflexión a los políticos, que en Europa han subvencionado el diésel porque sus emisiones contribuyen en menor medida al cambio climático. «Deberían -dice- replantearse esta política de subvenciones». En España, si los coches de gasoil fuesen sustituidos por los de gasolina se podrían evitar 300 fallecimientos al año.

La situación varía por países. Así, Italia, Alemania y Francia son los que registran el mayor número de muertes prematuras atribuibles a las emisiones de motores diésel, mientras que los números más bajos están en Noruega y Finlandia.

España, a pesar de su elevada proporción de diésel en su parque de vehículos (70 % frente al promedio del 50 % en la UE), se sitúa por debajo de la media de la región en cuanto al daño causado per cápita, que es de 0,8 muertes por cada cien mil habitantes, frente a 1,9 en el total de la zona estudiada.