Acuarelas pintadas bajo la piel

Aitor Merelas / J. B.

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ANGEL MANSO

Los tatuajes que imitan la técnica de los colores diluidos en agua arrasan este verano. También los puntillistas y los motivadores

18 jul 2018 . Actualizado a las 09:19 h.

El tatuaje estrella de este año es el de acuarela. Esta técnica se utiliza sobre todo para realzar y complementar otro tatuaje, normalmente algo más grande. Lo bueno de estos acabados consiste en que permiten conseguir una gran variedad cromática y de intensidad, que deja al tatuador realizar múltiples opciones.

Aunque lo solicitan cada vez más, los tatuadores se encuentran en este momento en una situación en la que trabajar los colores les resulta muy dificultoso. «Este estilo es uno de los más solicitados. Pero se están poniendo tantas normativas relacionadas con los colores por temas de homologación. Cada vez resulta más difícil encontrarlos unos de calidad con los que poder tatuar», comenta Rafa el tatuador de Alda Tattoo en Carballo.

La técnica utilizada para los tatuajes de acuarela tiene varios pasos. Primero se trabaja el dibujo a realizar en una lámina con acuarelas, para ver cómo distribuir las manchas de pintura. Una vez hecho, se preparan los colores con agua para que parezcan aguados. Por último, se van usando los colores desde la base más clara hasta el pigmento más puro para acentuar las manchas de color.

Hay que tener dos cosas muy en cuanta antes de realizar este tipo de tatuajes. Por un lado, que son una recreación de una técnica en lienzo. De modo que resulta aconsejable la consulta con un experto antes de crear un diseño. Por otro, su duración. Al diluir el color, cuando pasen los años, es probable que pierdan intensidad original.

Técnica y psicología

Los principales motivos estéticos que están triunfando últimamente junto al estilo acuarela son las frases o palabras de motivación («Life goes on, forever», «carpe diem», «resiliencia»), los símbolos (entre los que destacan el infinito y la molécula de la felicidad) y el estilo puntillista.

Predomina el minimalismo. «La gente busca tatuarse cosas pequeñas y sencillas que puedan lucir en la playa o en la piscina» afirma Antón, el tatuador de la Old Skull en Santiago.

El puntillista es el estilo ideal para aquellas personas que tengan miedo al dolor pero quieran conseguir un acabado original y atractivo. Se basa en la combinación de puntos de diferentes tamaños y tonalidades (entre los que destaca el negro y recientemente el color) con los que se crean imágenes.