Un pacto entre familia y médicos basta para aplicar la eutanasia en Reino Unido

rita álvarez tudela LONDRES / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

El Supremo autoriza la desconexión de pacientes en estado vegetativo sin necesidad de obtener un permiso legal

31 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Supremo británico respaldó ayer que los pacientes en estado vegetativo sean desconectados de las sondas de líquidos y alimentación sin necesidad de solicitar un permiso legal, tal y como ocurría hasta el momento. A partir de ahora solo necesitarán que las familias y los médicos estén de acuerdo para poder hacerlo.

Los jueces dejarán así de tener que ser consultados cuando los doctores y familiares de pacientes en un estado vegetativo o mínimamente consciente acuerden que el tratamiento de soporte vital debería terminar. Este dictamen se produce después de que un banquero de 50 años, identificado solamente como señor Y, sufriera un ataque al corazón que le dejó un daño cerebral severo.

Su caso fue llevado hasta la corte de apelación más alta del Reino Unido, pero el hombre murió antes de que su caso pudiera ser tratado. El señor Y era muy activo, a pesar de trabajar muchas horas en una profesión estresante. Corría y esquiaba, iba al gimnasio y era un amante de la música y los conciertos de rock. En su caso no había dejado un testamento en vida ni instrucciones sobre lo quería hacer en caso de sufrir una enfermedad de estas características.

Su esposa, sus dos hijos y sus hermanos defendieron que, conociéndolo, este no querría vivir en un estado vegetativo o mínimamente consciente con discapacidades profundas. Sus doctores también estaban de acuerdo con la familia, pero su caso tuvo que ser presentado al Tribunal de Protección, que tardó meses en resolver el caso y que supuso un gasto de alrededor 50.000 libras (unos 56.000 euros). 

Repercusiones

Finalmente, el señor Y falleció antes de que el Tribunal Supremo se pronunciase, pero se decidió seguir adelante con el caso, alegando que era un tema importante que debía resolverse. De hecho, el fallo del lunes podría afectar el cuidado de miles de personas cada año que se mantienen vivas en residencias de ancianos y hospitales.

En total, la medida podría tener un impacto directo en alrededor de 1.500 familias, cuyos seres queridos, unos 24.000, se encuentran en estado vegetativo.

Lady Black dictaminó que con esta decisión no había una violación de la Convención de Derechos Humanos. «No creo que se haya establecido por ley o en la convención europea de derechos humanos el requerimiento obligatorio de involucrar al tribunal para decidir sobre los mejores intereses de cada paciente con un desorden prolongado de la conciencia antes de que la nutrición e hidratación asistida clínicamente pueda retirarse», explicó. Desde la organización benéfica Compassion in Dying, su directora Natalie Koussa, dio la bienvenida a la decisión, pues «aporta mucha claridad necesaria» a los médicos y seres queridos de aquellos que han quedado en estado vegetativo o mínimamente consciente después de una enfermedad o lesión grave.

Otro caso muy importante hasta llegar a la decisión de ayer fue el de Anthony Bland en 1993. Superviviente de la avalancha de Hillsborough, se quedó en un estado vegetativo persistente y los tribunales establecieron que era legal dejar de proporcionarle tratamiento, incluidos alimentos y agua, si se consideraba que era lo mejor para el paciente. 

El caso de Alfie Evans

Sin embargo, a otros les recuerda el caso del niño Alfie Evans, de 23 meses de edad, quien padecía una enfermedad degenerativa y cuyos padres plantearon una batalla judicial para trasladarlo a Italia y que fuera tratado allí, pese a que los médicos alegaban que era inhumano mantenerle vivo artificialmente y recomendaron desconectar las máquinas que le permitían seguir respirando. Es, sin embargo, el supuesto contrario, ya que los padres no querían dejar morir a su hijo, por lo que iniciaron una batalla legal que acabaron perdiendo.