CASTILLA 1 SPORTING 2 LA CRÓNICA y video

Fisherman

SPORTING 1905

19 ene 2014 . Actualizado a las 20:03 h.

Videoresumen del partido pinchando aquí.

Castilla: Pacheco(1); Casado(1), Mascarell(2) José Rodríguez(2), Lucas(1), Borja(0), Cabrera(1), Derik(1), Quini(1), Jaime(0) y Raúl de Tomás(1).

Sporting: Cuéllar(2); Luis Hernández(1), Iván Hernández(1), Mandi(1), Canella(2); Santi Jara(0), Sergio(3), Nacho Cases(1), Álex Barrera(sc); Lekic(1) y Scepovic(1).

Sustituciones: Carmona(2) por Barrera, Lora(1) por Jara y Casquero(sc) por Lekic.  

Goles: 0-1 Carmona. 1-1 José Rodríguez. 1-2 Scepovic

Incidencias: Arbitró Santiago Jaime Latre, del Comité Aragonés.


Un gol de Scepovic desniveló la balanza de un partido igualado y significó el primer triunfo del año para los de Sandoval. En un encuentro con alternativas, José Rodríguez consiguió neutralizar el tanto de Carmona, uno de los mejores del equipo gijonés, que tras un juego irregular, volvió a recurrir al encanto del delantero serbio para salvar la papeleta y acostarse como líder provisional de segunda división.


Las inclemencias del tiempo auguraban un partido poco dado al estilismo y más orientado a labores de fontanería varias, con predominio de lo físico y a la espera de un destello fulgurante que iluminara de lleno la oscura atmósfera de un Alfredo Di Stéfano, el cual no registró el lleno pronosticado en taquillas y que probablemente haya dejado a más de un aficionado sportinguista fuera del estadio. Con Sandoval en la grada cumpliendo sanción, el Sporting se plantó en Madrid para seguir la estela del Deportivo y de paso, conseguir el primer triunfo de un extraño 2014. Volvían Cases e Iván Hernández, este último retornando de una sanción que la semana pasada se llevó por delante a Bernardo, repitiendo esquema el de Humanes en un campo que le trae buenos recuerdos.

Hablar del Castilla es recordar los fluidos de Jesé, los goles de Bilic y la irrupción de Scepovic. El serbio volvió a jugar escorado en la banda, perdiendo gran parte de su influencia en el juego, aunque afortunadamente nos reservara un final feliz y decisivo, como suele acostumbrar. Los locales comenzaron con intensidad, presionando la salida del balón, con un juevo combinativo que buscaba rasgar las costuras defensivas sportinguistas. El partido pronto se convirtió en un toma y daca, sin control por ambas partes y con poca presencia en las áreas, si bien el Sporting dominaba el juego aéreo, inquietando a Pacheco a balón parado. Santi Jara tuvo la mejor oportunidad de la primera parte, pero su deseo de anotar una buena jugada personal le impidió ver a un Lekic que estaba mejor posicionado y se estrelló contra un acertado Pacheco. Poco después Raúl de Tomás puso a prueba a un sobrio Cuéllar, cuando los rojiblancos volvían a lamentar otro encontronazo de Barrera, anulado por "las turbulencias" del puente áereo Madrid Barcelona y sustituido por Carmona. El mallorquín apartó los nubarrones con un zurdazo que se coló entre un mar de piernas y adelantó al Sporting en el marcador. El tanto debería calmar los ánimos y apaciguar la tormenta blanca, pero no fue así, sumiéndose el equipo en el descontrol y la precipitación, con un Cases perdido y un Jara fallón que dejaban a Sergio solo ante el peligro.

El Castilla continuó presionando la salida del balón del Sporting en la segunda parte, buscando el fallo rival y la sorpresa en la segunda jugada. A los de Sandoval les costó entrar en el partido, incapaces de dar tres pases seguidos y con la líneas muy separadas. Fruto de lo anterior, José Rodríguez encontró la forma de abrir las aguas para su goce y placer, aprovechándose de la poca contundencia de una defensa sportinguista que le acompañó hasta el área con un buen chotis, donde el madridista, como en casa, fusiló a Cuéllar y equilibró el choque. El gol local aumentó las pulsaciones madridistas y el nerviosismo gijonés, que por fin pareció ser consciente de que son estos partidos los que valen un ascenso. El Sporting, a medida que pasaban los minutos, se fue recomponiendo pieza a pieza cimentándose en la figura maestra de Sergio Álvarez, que con la S tatuada en el pecho y sin cabina en la que cobijarse, sostuvo al equipo en la salud y en la enfermedad, dándole el sentido necesario al juego. 

Sandoval decidió cambiar jugadores y sistema para asaltar el triunfo. Lora suplió a Jara, pasando el madrileño y Canella a ser carrileros de una defensa de tres, juntándose Lekic y por fin Scepovic en el epicentro del peligro rojiblanco. Carmona llevaba el peso del ataque, muy móvil y activo, dirigiendo las comandas rojiblancas que poco a poco se acurrucaba más y más en territorio enemigo. Fue el propio Carmona, quien tras una buena jugada personal centró a Lora, que pegó el estirón para rematar de cabeza fuera por poco. El Castilla se aprovechó de la situación y se coló entre las adelantadas líneas asturianas que lograron imponerse a los pecados de juventud merengues. Scepovic, que había pasado inadvertido durante todo el partido, ejecutó a sangre fría un centro de Carmona. El testarazo del serbio acabó con la resistencia madridista y cumplió la máxima de todo killer letal: aparecer cuando realmente se le necesita. Con el botín en el bolsillo y el autobús arrancado a las puertas del estadio, Sandoval metió a Casquero por Lekic para dar mas empaque al centro del campo y resistir las postreras acometidas locales. Cuéllar y la defensa se encargaron del resto, consiguiendo el Sporting un triunfo sufrido en condiciones difíciles, tirando de oficio pero dando facilidades en momentos puntuales que pueden costar muy caras.


El equipo dormirá líder, a la espera de lo que haga el Deportivo mañana y la única mala noticia del viaje de vuelta a Gijón serán las bajas de Cases, Carmona, Lora e Iván Hernández, por acumulación de tarjetas y la duda de Álex Barrera, a la espera de diágnostico médico ante un posible esguince de tobillo.

Sergio Pinto
@dikembe