Álex Barrera: «Abelardo lleva dos años sin hablarme»

Josu Alonso
Josu Alonso REDACCIÓN

SPORTING 1905

Álex Barrera.
Álex Barrera.

El jugador del Sporting rompe su silencio y asegura sentirse «muy triste». «¿Para qué iba a renovar si al final el entrenador no me quiere en el equipo?»

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En un equipo hay salidas y salidas. Algunas de ellas siempre parecen arrastrar alguna historia complicada y ese es el caso de Barrera que tras casi dos décadas de rojiblanco ha decidido cambiar de aires ante la falta de oportunidades en el Sporting. El de Viella aprovechó su paso por la RPA para poner blanco sobre negro lo que había sucedido durante todo este tiempo. Visiblemente emocionado explicó que se va «con mucha pena porque ha sido mi club toda la vida y lo seguirá siendo pero después de dos años difíciles creo que es lo mejor y lo que necesito».

Apodado como 'El Ruso' llegó a estar en el punto de mira de equipos ingleses hace un par de temporadas pero el fútbol, en ocasiones desagradecido, de todo se olvida. Barrera también aprovechó para salir al paso de su relación con el Pitu Abelardo descartando cualquier problema extradeportivo. «Empecé jugando el año pasado dos o tres partidos. A lo mejor no estuve tan bien como la temporada anterior pero el equipo ganó. De todas formas el entrenador decidió que entraran otros compañeros y lo hicieron muy bien. El equipo hizo una gran temporada y había gente que me preguntaba qué pasaba. Yo decía que lo normal. Había gente que estaba mejor que yo y jugaba. Luego llegó la lesión y ahí se acabó la campaña» apuntó. Las cosas cambiaron este año. El futbolista señaló que «viendo lo que había pasado, me tomé muy en serio la recuperación. Fueron siete meses de mucho trabajo y lo hice porque sabía que si me llegaba una oportunidad iba a ser la única y tenía que aprovecharla. El míster me había dicho que iba a jugar contra el Betis en Copa. Fui con toda la ilusión del mundo pero al final decidió que no jugara ese partido y después sí que me toco la vuelta en el Molinón. Después de 10 meses desde la lesión salí al campo un poco tensionado pensando que era una oportunidad única para engancharme. Por suerte creo que me salió un muy buen partido pero después no llegaron más. Eso me sirvió para jugar 6-7 minutos contra el Eibar cuando íbamos perdiendo 2-0 y otros 6-7 frente al Getafe en casa y vuelta a la grada», lamentó. A ello añadió una conclusión. «Es difícil estar trabajando tanto tiempo para tener una oportunidad, aprovecharla y que no sirva para nada. Quiero dejar claro que en ningún momento tuve una discusión con Abelardo básicamente porque en dos años tampoco ha hablado conmigo ni de fútbol ni de nada».

 Sensaciones

Sobre las sensaciones del joven de 25 años ahondó más. «Es muy difícil estar sin jugar y llegar los lunes a entrenar sabiendo que hagas lo que hagas no vas a ir convocado, que la persona que realmente tiene que apostar por ti no quiere realmente que estés allí. Se hace muy difícil y todo suma un poco». A la hora de adoptar la decisión de su salida este fue el aspecto que más pesó. «Tuve todo el año una oferta de renovación y la verdad que Nico se portó muy bien conmigo. Decidí esperar a que acabe la temporada. Mucha gente me aconsejaba renovar pero al final por mucho que quieras y la gente te quiera si la persona que te tiene que querer que es el entrenador no lo desea creo que al final lo mejor es tener que salir».

Tras reconocer que será del Sporting «toda la vida» también quedaba la duda de saber por qué el propio jugador no había tomado la iniciativa para hablar con el entrenador. «Era una situación en la que el equipo estaba en descenso y no acababa de arrancar. Entonces pensaba en cómo iba a ir a hablar con el entrenador, no quería que se malinterpretara tampoco. A lo mejor podía haberle preguntado que había mejorar pero es que iba a parecer un poco frío y lo último que quería era perjudicar a mis compañeros y a mi club. Preferí no decir nada». 

Con alguna frase entrecortada por la emoción reconoció irse «muy dolido porque han sido muchos años. Me da mucha pena porque por lo menos una oportunidad podía haber tenido. Creo que si se me hubiera dejado un poco más y algo de continuidad podía haber demostrado lo que podía hacer». En un repaso de su vida deportiva dice que se queda «con todo. Entre con siete años siendo un renacuajo y me emociono de pensarlo porque son muchos años y da pena porque creo que podía haber salido de otra manera. Voy a echar de menos a mucha gente».

Pese a ser dos años difíciles reconoció que «a nivel de equipo y de vestuario es verdad que son dos años espectaculares en los que he aprendido muchísimo y me llevó a unos compañeros que son unos amigos para toda la vida. Cada vez que leía que en el vestuario había mal rollo me hacía gracia porque estás dentro y hay piques, lógico por la competencia, pero hay muy buen rollo».

 Mercado

Otro de los temas tratados fue su posible salida en el pasado mercado invernal. Una de las opciones que había sonado de forma insistente era su marcha al Oviedo, algo que el propio jugador descartó. »No sé con qué fin salió eso ni que se buscaba. Era totalmente falso. Ni yo hablé con ellos ni ellos conmigo» zanjó. Ahora mira hacia el futuro sin descartar volver a vestir algún día la camiseta del Sporting y con el deseo de «volver a coger confianza y si encuentro un sitio donde se me trate como uno más demostrarle lo que valgo y pegaré un salto hacia adelante».