«Con el tema económico resuelto y el equipo en Primera ha llegado el momento de irme»

Josu Alonso
Josu Alonso GIJÓN

SPORTING 1905

Antonio Veiga
Antonio Veiga RTPA

Antonio Veiga deja la presidencia del Sporting tras una decisión meditada con los suyos. El Consejo de Administración dará el próximo jueves luz verde al nombramiento de Javier Fernández como nuevo presidente

20 jun 2016 . Actualizado a las 17:47 h.

«Estoy tranquilo». Es la respuesta que da Antonio Veiga ante la llamada de La Voz de Asturias tras una agitada mañana de lunes. Veiga, el último eslabón del consejo que presidía Manuel Vega-Arango, se va. Dimite. Deja la presidencia después de que en julio de 2013 se pusiera al frente de la nave tras la renuncia de Vega-Arango. Una relación tensa con Javier Fernández desencadenaba el inicio del cambio en la planta noble de la Escuela de Fútbol de Mareo.

El todavía presidente, a falta de oficialidad sobre su salida, asegura que marcharse no es quitarse un peso de encima, «ni mucho menos, sólo que ya había cumplido un ciclo». A sus 63 años reconoce que «con el tema económico resuelto y el equipo en Primera ha llegado el momento de marcharme». Poco amigo de los focos, bromea apuntando que «no voy a llorar» a lo que añade que en los próximos días el club hará pública una nota «para despedirme».

Con la salida de Antonio Veiga se cierra el consejo de administración que presidía el expresidente Vega-Arango, tercer hombre en salir tras Amador Yenes y Mariano Fernández Prendes. El despido de Alfredo García Amado fue el siguiente paso y ahora el círculo se cierra con Antonio Veiga después de 17 años en la entidad. Esta era su segunda etapa, ya que había tenido un fugaz paso en la campaña 1997/1998. Su retorno se produjo con Juan Arango y la continuidad se extendió con Manuel Vega-Arango.

Protagonista económico    

Pese a que su incursión data de 1997, Veiga fue uno de los participantes activos de la conversión en SAD en 1992. Adquirió un paquete accionarial por importe de alrededor de cuatro millones de pesetas. En aquel momento aseguró que quería ser la voz de los pequeños accionistas. Paradojas de la vida, el tiempo dio la vuelta a la tortilla. Aunque la mayor cuota de protagonismo se produjo en 2004 con la operación de la opción de recompra de Mareo vendida al Grupo Bruesa a través de su filial Gesai. Veiga fue uno de los hombres que participó en las negociaciones. Unas conversaciones en las que la constructora pensó, siempre por boca del Sporting, que el Ayuntamiento de Gijón accedería a recalificar los terrenos de Mareo para así construir viviendas y obtener un beneficio económico. Mientras la Escuela de Fútbol pasaba a terrenos de Vega-La Camocha, negociación en la que llegó tomar parte el hijo del presidente contactando con propietarios de fincas en la zona. Una operación que se encontró con el rechazo del gobierno encabezado por la socialista Paz Fernández Felgueroso.

Ingeniero industrial de profesión, Veiga ha desempeñado, entre otras funciones, el cargo de vicepresidente económico dentro del Sporting bajo el mandato de Vega-Arango. Poco amigo de la exposición pública, sin embargo, sus manifestaciones siempre han dado mucho que hablar. Defensor de la figura de José Fernández, argumentó que en el club mandaba el consejo. Su beneplácito a la figura de Alfredo García Amado, igual que hiciera en su momento Vega-Arango, también queda para la posteridad. Frases como deuda cero, hoy en día expresadas de forma más habitual en otras entidades, también encendieron a la afición aunque sin duda «no puedes ir en contra de la marea. Si la marea te lleva, te llevó» en alusión a la situación de José Ramón Sandoval como técnico del primer equipo, también ocupa un espacio privilegiado. Recientemente llegó a apuntar que no había sitio para dos equipos en Primera o protagonizó una polémica con Luis Hernández, palabras por las que pidió perdón en la última Junta de Accionistas. Asimismo, quedó salpicado por el escándalo de Doyen tras las manifestaciones de Alfredo García Amado señalando que todos, incluido Veiga, conocían el contrato y acuerdo con el fondo de inversión. 

Fernández, paso al frente

El abandono de Veiga, masticado desde que se obtuvo la permanencia ante el Villarreal, deja a Javier Fernández como el hombre fuerte de la entidad. No es que no lo fuera, pero a partir de ahora, adquiere rango oficial. El próximo jueves está prevista una reunión del Consejo de Administración donde la salida de Veiga y la asunción del cargo por parte de Fernández serán una realidad.

El viento parece soplar ahora a favor de un club que ha estado al borde de la desaparición en varias ocasiones. El actual vicepresidente e hijo del máximo accionista será el encargado de dar la cara, el máximo exponente del Sporting y todo ello aderezado con una grada en contra y que en el último choque liguero, una vez materializada la permanencia, volvió a mostrar su disconformidad. Más allá de números y fichajes, a Javier Fernández le queda la asignatura pendiente de ganarse a la parroquia rojiblanca. Paz social a la que sólo podrá optar con una mayor transparencia.

Fernández se convertirá en el 36º presidente del Sporting y seguirá la estela de su padre, José Fernández, que ocupó el cargo entre 1994 y 1997. Otra de las incógnitas que queda por resolver es si algunos de los integrantes asumirá la vicepresidencia, esa figura será aglutinada por el propio presidente o si el consejo se ampliará al quedar un sillón vacío. ¿Las respuestas? Posiblemente el próximo jueves.