Alberto García, una despedida de cuatro minutos entre lágrimas

Josu Alonso
Josu Alonso GIJÓN

SPORTING 1905

Alberto García.Alberto García
Alberto García

El guardameta ficha para las dos próximas temporadas por el Getafe. Puso en valor al club, los compañeros y la ciudad que le ha acogido desde 2013

15 jul 2016 . Actualizado a las 14:57 h.

Hay futbolistas que suelen pasar al recuerdo de la afición por su gran trabajo sobre el césped. Sin embargo, hay otros que pese a no jugar mucho calan en el corazón de la grada por su manera de ser, su forma de hablar o su comportamiento. En este segundo apartado se puede encuadrar Alberto García, que tras tres años como rojiblanco ha dicho adiós al Sporting. Su capacidad de liderazgo ha quedado demostrada en todo momento. Desde la primera vez que piso la Escuela de Fútbol de Mareo. Siempre asomado desde el banquillo animando a los compañeros y dando instrucciones como si de un técnico más se tratara. Y es que el gen de líder se tiene. Todo ello se ha colado entre la parroquia rojiblanca que multiplicaba sus agradecimientos a lo largo de la mañana al guardameta catalán a través de las redes sociales.

Fue un adiós corto porque, como el propio futbolista reconoció, «no me ha dado tiempo a preparar prácticamente nada porque ha sido todo muy rápido». Sin embargo, pese a ser una despedida breve, alrededor de cuatro minutos, fue intensa. «Hace tres años me senté en esta sala de prensa y estaba mi padre. Ha sido un placer estar aquí. A mi padre le he dado el orgullo de haber estado en el Sporting. Su hermano vivió y falleció aquí y ese es el motivo principal por el que yo viene. Como padre que soy me emociona todo esto porque sé que es un momento duro para él» explicó entre lágrimas.  

Alberto García llegaba en 2013 de la mano de José Ramón Sandoval procedente del Córdoba. «Vine con el objetivo de jugar en Primera y lo conseguí. He alcanzado una meta personal importante, he podido demostrar en los breves partidos que he jugado y estoy contento por  mi rendimiento. Se trataba de un reto conseguir también lo que se ha logrado a nivel colectivo».

Segundo plano respetuoso  

El portero siempre dejó muestras de su respeto no sólo a la afición también a los medios de comunicación. Un caballero dentro y fuera del campo sobre el que hizo hincapié en su discurso. «No solo el día a día ha reflejado la persona que soy también he podido reflejar a lo que vine, que era aportar», apuntó. El ya exrojiblanco desgranó de manera más profunda lo que para él ha significado el Sporting. «Respetar y admirar a un club es sacrificar la persona por la entidad. Yo lo he hecho con el mayor orgullo posible. Siempre he dejado de lado mi situación personal por contribuir a los objetivos colectivos», detalló. Un cúmulo de sentimientos se amontonaba en la persona del portero que reconoció que «me ha matado la despedida con algunos compañeros A nivel personal tuve la suerte de participar en dos tramos muy importantes de liga. En el día a día he demostrado mi profesionalidad y es lo que quiero que se quede. El carácter que he mostrado, la admiración por la entidad y por mis compañeros». Los detalles de una trayectoria los marcan actitudes como la detallada por el catalán. «Estuve un año entero entrenando con niños de fútbol base para estar en forma y por respeto a los chavales y porque el entrenador de porteros que tuve consideraba que era una ayuda al club. Entrenar con los porteros del futbol base en mis días libres era bueno para mi porque trabajaba pero también para ellos para su formación».

En su última intervención en la sala de prensa de la Escuela de Fútbol de Mareo también quiso dar las gracias a «los trabajadores del club, a los porteros y a los chavales de Mareo, a los vecinos de los que me despedí ayer que son amigos, a los medios por el trato, a la afición porque han demostrado a mi mujer y a mi hijo su admiración y, sobre todo, a mis compañeros porque muchos de los que no están son íntimos amigos y los que se quedan son grandísimos amigos. En el momento más delicado como entidad decidieron que fuera uno de los capitanes del equipo para pelear por sus intereses y hoy el Sporting de Gijón y ellos están en Primera División y en una mejor posición». Una anécdota cerró la intervención. «No pensaba que me iba a emocionar pero mi mujer ya me lo había dicho». Con «un placer», Alberto García pone rumbo a Madrid donde será guardameta del Getafe las dos próximas temporadas tras pasar el reconocimiento médico.